Sopa de cebolla
Para hacer esta sopa clásica de Francia pero que podemos comer alrededor del mundo, vamos a arrancar haciendo un rico caldo, que pueden hacer con verduras y carnes, sin cubitos, y quedan mucho más ricos.
Puede ser de verduras o de carne (con el segundo la sopa quedara más rica, disculpen los vegetarianos). Para hacer cualquier caldo, vamos a partir de una olla grande y agua fría a la que le agregamos una base aromática cortada rústica (apio, puerro, zanahorias, cebolla, ajo). Si queremos hacerlo de carne o pollo, guardemos esos huesos que a veces sobran, asémoslos y agreguemos a este caldo.
El caldo de verduras en 40 minutos está listo, pero el de carne con unas horas de cocción va a ser mejor.
Por otro lado, en una olla grande a fuego medio derretimos dos cucharadas de manteca con un chorro de oliva, agregamos 4 cebollas cortadas en pluma y arrancamos la cocción. Bajamos el fuego a mínimo y agregamos un poquito de sal para que suden, revolvemos tranquilamente hasta que empiece a dorarse la cosa Ahí vamos a prestar atención y revolvemos con más ganas, dorando lentamente sin que se quemen.
En el momento justo de la doradura agregamos 3 cucharadas de harina común, la cocinamos unos minutos y agregamos el caldo que hierve al lado. Llevamos a hervor y cocinamos unos 45 minutos más.
Para servirla, vamos a utilizar cazuelas o cuencos. Podemos preparar tostadas del pan que nos guste, pondremos la sopa en el recipiente, la tostada por encima, un chorrito de oliva, un poquito de ajo rallado y una buena cantidad de queso rallado (originalmente gruyere) y llevamos a gratinar al horno. Como buena sopa, se come bien caliente.
Temas
Lo más
leído