Preocupación de organismos de DDHH tras el fallo de la Corte que le otorga el 2x1 a un genocida

El fallo de la Corte Suprema que autoriza la aplicación del 2x1 a un condenado por crímenes contra la humanidad generó un profundo malestar entre los organismos de derechos humanos, que en los últimos años -tras décadas de reclamos- habían logrado que se juzgara y condenara a quienes participaron del terrorismo de estado.

Para Yamila Zavala Rodríguez, integrante de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la resolución del máximo tribunal de Justicia del país es “un hecho político” que se suma a otros que comenzaron a verse apenas asumió el gobierno de Mauricio Macri. “El editorial de La Nación que justificó el terrorismo de estado, que se haya cuestionado el número de desaparecidos, el fallo de la Corte que benefició con domiciliaria a un represor, la domiciliaria que le dieron la semana pasada a Etchecolatz y, el hecho de que en las últimas horas se haya empezado a hablar de reconciliación con la Iglesia; son muestras de los tiempos que vivimos”, enumeró la abogada en declaraciones a 0223.

“A esas señales hay que sumarle el hecho de que dos de los jueces de la Corte Suprema fueron designados por decreto, por fuera de la vía constitucional, es decir, estamos frente a una Corte hecha a medida y que tiene un objetivo preciso: beneficiar a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad”, agregó.

En este marco, advirtió que “estamos atravesando por un momento muy complicado” y aseguró que “es muy grande la preocupación” los organismos, sobre todo porque “se trabajó durante muchísimos años para poder juzgar y condenar a los genocidas”. “Duele mucho ver cómo están desarmando todo lo que construimos; cuando decimos que vinieron por todo no exageramos”, aseveró.

Por su parte, Leda Barreiro, presidenta de Abuelas de Plaza de Mar del Plata, dijo tener “una mezcla de enojo y tristeza” desde que tomó conocimiento del escandaloso fallo. “Es despiadado: no dejaron ni un lugarcito para los derechos humanos, no solo nuestras causas, sino los derechos que nos asisten a todos”, sostuvo en diálogo con este diario.

En ese orden, lamentó que la Corte beneficie a “a los ejecutores de un genocidio que, lejos de ser pasado, es más presente que nunca: yo todavía no sé dónde enterrada mi hija y tampoco conozco a mi nieto”.

Por último, Leda advirtió que el hecho de que este tipo de medidas sean impulsadas desde “un gobierno que fue elegido por el voto popular” le deja un “plus de tristeza” porque “deja en evidencia que la sociedad quería este tipo de cosas”. “Yo me sentía orgullosa de todo lo que habíamos logrado en un país del tercer mundo en materia de derechos humanos y ahora somos testigos del desmantelamiento de todo. Para mi, esto es un hachazo”, definió.