Amenazas y 50 mil pesos por un susto: lo que no se investigó del ataque a tiros a los micros que hicieron un tour de compras

Pidieron desarchivar la causa, que se analicen comunicaciones posteriores al ataque y se haga una pericia informática a una notebook que no se revisó por falta de una batería.

El ataque ocurrió en la ruta 2.

16 de Diciembre de 2023 13:48

Las 13 páginas con las que la fiscalía N°10 de Chascomús dispuso el archivo de la causa que investiga la balacera que sufrieron dos micros que transportaban personas que hicieron un tour de compras cuando volvían a Mar del Plata en mayo del año pasado fueron respondidas en las últimas horas por el particular damnificado. En el escrito se solicitó, además del desarchivo, una serie de medidas para esclarecer la autoría intelectual y material del ataque.

Micro baleado.

Fue una de las socias de la empresa Microsur, propietaria de los micros baleados, quien solicitó a través del patrocinio del abogado Martín Bernat el desarchivo “mal dispuesto” y el apartamiento del fiscal interviniente, además de requerir una audiencia previa con la fiscalía general de Dolores que sea previa a la toma de alguna decisión.

El dato saliente de la presentación que hizo Bernat es la enumeración de elementos recopilados a partir de la investigación del particular damnificado que confirmaría que el ataque fue producto de la competencia en el sector y que se había ofrecido contratar a cambio del pago de 50 mil pesos, a varias personas para que llevaran adelante el ataque.

Para el profesional, hay dos personas que poseen una empresa que da el servicio de viajes y tours de compras y que procuraron “la comisión del ilícito con el claro fin de eliminar del mercado a la empresa víctima”. Algunas de las testimoniales recabadas confirmaron que tiempo atrás esas mismas personas había proferido amenazas contra otras empresas competidoras y que advertían la posibilidad de prender fuego los micros o romperle los vidrios.

“Me estás traicionando, yo hago esos viajes”

En la presentación para solicitar el desarchivo, el profesional sostuvo que esas dos personas habían mandado distintos mensajes intimidantes a los encargados o responsables de otras compañías que intentaban incursionar en el negocio. “Si hacés esos viajes con nosotros es corta la bocha”, o “no te metas con nuestro trabajo porque somos nosotros, es la nuestra”, son algunas de las transcripciones ofrecidas.

Otro testigo ofrecido declaró que había recibido un llamado a su celular donde le confirmaron que habían ofrecido una suma de cincuenta mil pesos para realizar un trabajo que consistía en “asustar a una empresa de micros”. Según Bernat, la fiscalía no hizo nada para investigar la relación entre los supuestos convocados y las personas sospechadas.

“Tal y como surge de diversos testimonios, el ataque dirigido a los micros de la empresa Microsur tiene como trasfondo una cuestión de competencia comercial. A su vez, ello se ve reflejado en múltiples declaraciones de los pasajeros de los micros, quienes manifiestan que, en oportunidades anteriores, habían viajado con otras firmas”, explicó.

Bernat agregó que el celular de uno de los dos propietarios de la empresa rival se activó, el día del ataque, en las celdas ubicadas en las localidades de Mar del Plata; Pirán, Guido, Maipú, Dolores; Castelli; Las Armas; Vidal, para luego finalmente replicar nuevamente en Mar del Plata. “Del análisis con el hecho investigado, surge claramente que el Sr. Plana se encontraba ubicado temporo-espacialmente en el momento y lugar de los hechos, un claro indicio incriminatorio”, agregó.

“Boludo que hiciste, fuiste vos”

En el mismo escrito de 19 páginas se planteó la falta de investigación sobre un posible tercer coautor material e intelectual del ataque a los dos colectivos ya que algunas personas refirieron que apenas cometido el mismo se comunicó con algunas personas que viajaban en los rodados. Menos de una semana antes, según la declaración, ese hombre le había pedido a un conocido que no abordara las unidades de Microsur a partir del 9 de mayo.

La policía fue tras un llamado a 911.

En la pericia que se realizó a su celular se estableció que para la fecha del ataque estuvo cerca de la intersección de la autovía 2 y la ruta provincial 41, cerca de la ciudad de Castelli. Para Bernat, eso es “prueba suficiente a los fines de acreditar que estuvo presente en el lugar y hora que acontecieron los hechos aquí investigados”.

“Decime que pasó, la verdad, que dijiste para que yo no diga lo mismo que vos” dijo en una comunicación con una pasajera, lo que para la hipótesis del particular damnificado demuestra que “solo quería tener información, de primera mano, sobre qué era lo que llegaba a conocimiento del personal policial, las medidas investigativas que se estaban tomando” y cuál era la opinión de su competidora.

Otros tres nombres, la camioneta y el kiosco

La presentación que se hizo ante la fiscalía general de Dolores también hace foco en la falta de investigación para con tres personas que podrían haber tenido una activa participación material.

Sobre ese punto se recordó que un oficial principal de Policía atendió el llamado de una comerciante de Dolores que, al enterarse del ataque y de la posible participación de una camioneta blanca con vidrios negros, denunció la presencia de un rodado similar en su local horas antes del hecho.

La mujer aportó datos y a partir de las imágenes de video se pudo establecer el dominio del rodado y la presencia de esas dos personas en la zona durante el ataque. Lo mismo sucedió con un tercer sujeto que circulaba en un Peugeot 408 y que estuvo con ellos en la zona. Ninguno de los tres fue llamado a declarar.