Guillermo Caldera ya está en Tribunales para declarar por la muerte de su padre

Minutos después de las ocho de la mañana Guillermo Caldera descendió nuevamente la escalera que lo lleva a la alcaidía de Tribunales en condición de detenido para declarar en la causa por la muerte de su padre. Para la Justicia, él y su pareja dejaron morir a Jorge Caldera en septiembre de 2023 tras varios meses de una desatención absoluta.

Tal como adelantó este medio ayer, fue personal del Gabinete de Homicidios de la DDI el que detuvo al sujeto de 41 años y su pareja Andrea Farías en un domicilio de la calle Génova al 5300. Ambos están imputados de abandono de persona agravado por el resultado muerte y en el caso del hijo, agravado también por el vínculo.

En la investigación a cargo del fiscal Leandro Arévalo se pudo establecer que la pareja no cuidaba del médico que estaba postrado en una de las habitaciones de la casa ubicada en Bolívar casi 14 de Julio. "Estaba tirado en una cama, le habían puesto un tacho de pintura para que hiciera sus necesidades y no lo dejaban ver a nadie. En ese estado ingresó en agosto a la Clínica Colón donde falleció poco después ", contaron fuentes judiciales a 0223.

En agosto del año pasado el tío de Guillermo Caldera denunció en el Juzgado de Familia Nº6 la situación que atravesaba su hermano y solicitó la exclusión de hogar de su sobrino y Farías. La realización de la medida por parte de la policía terminó con el secuestro de un arsenal en el interior del inmueble. 

Mientras que la causa por el hallazgo del arsenal se tramitó en la Unidad Funcional de Instrucción N°1, por el estado que presentaba Jorge Caldera se formó una nueva en la UFI N°7: el deceso del profesional y los datos recabados en una paciente investigación, permitieron imputar a la pareja e hizo que el Juez de Garantías Saúl Errandonea conceda la detención.

El 22 de abril de 2003 Guillermo Caldera le disparó en el mentón a Bárbara Tiscornia y minutos después, con la ayuda de su padre, arrojó el cuerpo agonizante de la joven en un acantilado de Parque Camet. 

En 2005 el joven fue condenado a 13 años de prisión y su padre resultó absuelto al no probarse el delito de coacción agravada.