Derrota y cruce con Brasil en octavos

El Seleccionado Argentino cayó luchando ante Grecia por 79 a 71 en el cierre del Grupo B del Mundial de España, y en los octavos de final se encontrará con el clásico rival, en un partido que se espera apasionante.

Los griegos definieron bien el partido y aguantaron los embates argentinos en el final. (Foto: Fiba)

4 de Septiembre de 2014 18:59

Por Redacción 0223

PARA 0223

Quizás haber entrado dormido al partido le terminó costando muy caro a la Selección Nacional, que en ningún momento de la noche de Sevilla pudo estar al frente del marcador. También es cierto, que pese a eso llegó a descontar una diferencia de 15 puntos y llevarla a sólo 2 en el último cuarto, y algunas decisiones finas podrían haberle permitido quedarse con el triunfo. Así y todo, Argentina ha tenido un muy buen Grupo B del Mundial de España, más allá de la derrota 79 a 71 ante Grecia, que lo dejó en el tercer lugar y llevó el cruce de octavos a Madrid, donde se medirá con el Brasil de Rubén Magnano, que ha dado el salto de calidad en este torneo y llega con la “espina” de no poder ganarle nunca al clásico rival en los partidos claves de los últimos torneos.
 
Muy diferente fue el arranque del partido a lo que había sucedido ante Senegal. Está bien que los rivales eran distintos y que Grecia llegaba como puntero de grupo, sin derrotas en el certamen, pero Argentina no pudo imponer su estilo, manejar el ritmo del partido y, además, no tuvo la efectividad del miércoles. Por el contrario, la defensa no mostraba solidez ante los gigantes europeos que lastimaban bajo la pintura y, encima, mostraban buena mano desde el perímetro. Por eso, la pasó mal el conjunto de Julio Lamas en ese primer parcial que perdió por 28 a 16.
 
En el segundo cuarto, comenzó bien Argentina y empezó a achicar la diferencia, con buen manejo de pelota y la incidencia de Luis Scola. El problema, es que el resto no acompañaba en el goleo, entonces la diferencia es muy grande y termina volviendo al equipo muy previsible. Así y todo, logró achicar la diferencia a 5 (33-28), hasta que Grecia piso el acelerador de nuevo en el cierre, lo terminó con un gran triple sobre la chicharra y se fue al vestuario con una ventaja interesante de 11: 44-33.
 
A la vuelta del entretiempo, el conjunto nacional entró dormido y los europeos no desperdiciaron las ocasiones para meter un rápido parcial de 8-0 y sacar la máxima de 19 (52-33) en apenas 1’32”. Por eso, Lamas pidió tiempo muerto e intentó acomodar las piezas. El resultado fue bueno, porque el equipo se despertó, Prigioni metió un triple y un doble rápido, se recuperaron dos pelotas, Laprovíttola golpeó de afuera y devolvió gentilezas con el parcial para dejar todo como al regreso. El partido estaba caliente y, en ese contexto, prevalecía Grecia, porque estaba adelante en el marcador. Campazzo volvió al campo muy firme en la marca, pero no se pudo aprovechar para descontar y con dos corridas, Grecia se escapó otra vez a 14 (46-60), y con esa diferencia de cuatro se fue al último descanso corto: 50-64.
 
Quedaban 10 minutos y Argentina tenía que “matar o morir”, sin desesperarse, pero buscando el triunfo que le permita terminar arriba en la tabla. Y un triple y dos libres de Safar tras una falta técnica, lo puso a siete, pero Gutiérrez le sacó mayor rédito todavía con otra bomba que lo dejó a 4 (60-64). Grecia pudo cortar la racha, pero Campazzo clavó otra “bomba” que lo dejó a un doble y empezó un nuevo partido. Los europeos no se entregaban y nuevamente se escaparon a 7, pero el base exPeñarol había empezado su “show” y mantuvo el juego cerca y levantó a la gente. Los griegos no se desesperaban y en dos o tres posesiones volvían a alejarse y otra vez a remar de atrás. Un triple de Scola, a falta de 1’15 que dejó a Argentina a 6 (71-77), dio la última ilusión. Pero un rebote en ofensiva y un doble de Prinezis, sentenció la historia, Grecia ganó por 79 a 71 y se llevó el partido y el grupo
 
La historia seguirá el domingo (probablemente a las 17 de nuestro país), en Madrid, ante Brasil El clásico sudamericano pondrá en juego un lugar en los cuartos de final, el objetivo primario que se ha planteado esta Selección que sabe que tiene ausencias importantes para pelear una semifinal, pero que también es consciente que una vez que se está en esas instancias, todo puede pasar, Argentina tiene un nombre que pesa y que buscará llegar lo más alto posible con “El Alma” de un equipo que nunca se rinde.