Diego Staropoli, el tatuador de los rockeros, presenta su libro

"Cazador de sueños" cuenta la historia de un personaje apasionado. En su local se formaron: La Renga, Callejeros, Los Fabulosos, Dancing Mood, y muchas bandas más.

26 de Febrero de 2015 12:45

Por Redacción 0223

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Diego Staropoli, es conocido por ser el “tatuador de los rockeros” y de varios futbolistas, presentará este jueves a las 17 en el Espacio Clarín (Alberti 1242) el libro sobre la historia de su vida personal y profesional titulado "Cazador de sueños". Durante la presentación, Tamara Gala, vedette de la revista "Un Coco loca" de Omar Suarez, será tatuada en vivo. 

Su larga lista de nombres incluye artistas como Dyango, Abel Pintos, Caramelito Carrizo y Julián Weich.  En su local dentro de una galería de Villa Lugano (que data de unos 20 años atrás), se formaron bandas como La Renga y Callejeros en quienes dejó su huella al igual que otros grupos como Los Fabulosos Cadillacs, Rafaga, Los Auténticos Decadentes, Dancing Mood y Las Pastilla del Abuelo

Ahora las anécdotas de vida de este particular personaje, de cómo fue creciendo en un barrio hostil, de los años de convivencia entre la marginalidad y el riesgo con tal de lograr sus objetivos; de sus peleas, sus amigos y su pasión por el tatuaje. El material cuenta con varios capítulos que tienen como protagonistas a Dyango, Abel Pintos, Julián Weich, Callejeros, La Renga. 

Staropoli además es padrino de siete escuelas rurales ubicadas en las provincias de Santa Fe y Jujuy. Su pasión por su oficio lo llevó a ser el creador del Tattoo Show, la convención de tatuadores más importante de América Latina que este año se realizará el 6, 7 y 8 de marzo en La Rural. También es conocido por estar al frente de su propio programa de televisión “Mandinga Tattoo” en Canal de la Ciudad de Buenos Aires, el primer programa de televisión del mundo dedicado al tatuaje. 

Un adolescente de un barrio proletario de la Capital tiene una única idea recurrente. Una idea que lo fascina y que lo impulsa a seguir ese camino, abandonando los estudios y aislándose del mundo que lo rodea: quiere ser tatuador. Pero no hay maestros, y mucho menos escuelas: apenas algunos viejos especialistas de un oficio carcelario, mal visto y mal remunerado. Es necesario aprender de modelos caducos para reinventar y resignificar una milenaria labor artesanal. 

Diego Staropoli es un personaje apasionado y apasionante, lleno de anécdotas y aventuras increíbles. Es un cazador de sueños eterno que inauguró su primer local de Mandinga Tattoo en 1993 y desde entonces, desde Villa Lugano, ese barrio proletario donde empezó a soñar, no paró de crecer. Por eso, necesitaba un libro para contarlo. 

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