Deportivo Roca le arruinó la fiesta a Alvarado

Ante más de ocho mil personas en el Minella, el conjunto de Nicoletti no jugó bien y cayó por 1 a 0 con los rionegrinos, que aprovecharon un penal dudoso y se llevaron tres puntos de oro.

Los jugadores saludan a la multitud que los fue a ver. Alvarado no tuvo claridad y se quedó con las manos vacías. (Fotos: Diego Berrutti)

29 de Marzo de 2015 19:05
El baldazo de agua fría se sintió en todo el José María Minella. Porque la fiesta se había preparado para otra cosa y la gente de Alvarado no estaba preparada para ese mazazo. Entonces, cuando Sebastián Ranciglio entendió que la mano de Madrid fue intencional y cobró el penal, todo se vino abajo. Encima, Fernández ejecutó con maestría y le dio el 1 a 0 a Deportivo Roca con el que se llevó los tres puntos para Río Negro. Duro golpe para el conjunto de Luis Nicoletti en el estreno ante su gente, que ahora deberá ir a recuperar los puntos como visitante frente a Tiro Federal de Bahía Blanca.
 
Con el empuje que le proponía su gente, Alvarado salió a llevarse por delante a Deportivo Roca, pero producto de esas ganas, muchas veces se apresuraba y terminaba con imprecisiones. De todas maneras, lo mejor era del local, que probó de afuera con Molina y Castro, pero uno terminó en la tribuna y el otro contuvo sin problemas Crespo. En su primera aproximación, el “naranja” ganó una falta en la medialuna del área y el remate de Fernando Fernández se fue apenas arriba del travesaño.
 
La visita se comenzó a acomodar en la cancha, se adelantó y llevó el trámite a la mitad, aunque el equipo de Nicoletti seguía teniendo la iniciativa, pero sin profundidad. Lo más claro en ese arranque, fue un gran centro de Sendra que ganó por la derecha y Facundo Alfonso cabeceó sin dirección, en soledad, desde una posición óptima, y otro centro cruzado que “Ricki” no pudo darle fuerza.
 
La visita apostaba a los pelotazos para sus dos hombres de punta o los disparos de larga distancia, buscando sorprender a Pucheta. El objetivo estaba logrado para los de Landeiro, que había aguantado el empuje del “torito” en el comienzo y ya había llevado el desarrollo al lugar que más le convenía. Alvarado, por su parte, no podía bajar la ansiedad y se notaba en los metros finales. Cada vez que lograba mover la pelota de un lado a otro y terminar con un centro desde el costado, mostraba lo mejor. Así, complicó con uno de Corti que nadie pudo cabecear, con otro de Molina que se perdió largo y uno de Castillo que, otra vez, Sendra terminó entregando débil a las manos del “uno”.
 
Por espacio de cinco minutos, se lo llevó puesto Alvarado. Ganaba todas las pelotas en la mitad de la cancha y abría hasta encontrar la mejor opción. Merecía el gol más por búsqueda que por situaciones generadas, porque no podía de transformar el dominio en ocasiones netas. Cuando tuvo para hacerlo, Castillo tardó más de la cuenta, enganchó y su remate se fue demasiado alto. 
 
El descanso llegó con Roca tranquilo, tratando de hacer el trámite lo más lento posible y jugar con la desesperación de Alvarado que veía pasar los minutos y no lograba llegar al gol. 
 
Todo siguió de la misma manera a la vuelta del vestuario, con uno (Alvarado) que intentaba pero no podía, y otro (Roca) que estaba muy cómodo con el desarrollo y el resultado y no se salía del libreto. Bien parado, esperando lo que hiciera el rival y, si podía, meter una contra rápida para sorprender. No pasaba demasiado, y el juego se calentó por un planchazo de Carrizo que Ranciglio entendió que era nada más para amarilla y porque cortó un contra ataque claro para Alvarado porque Rodríguez Rendón había quedado caído cerca de su área.
 
La apuesta de la visita cerca estuvo de darle resultado a los 24’, cuando Maxi Prioreschi llegó al fondo por la izquierda, amagó el centro y lo hizo pasar de largo a Madrid, para terminar con un zurdazo bárbaro, que rozó el palo derecho y se fue. El partido era chato y la gente se comenzaba a impacientar, porque el equipo ahora no llegaba directamente al arco de Crespo y se equivocaba en pases simples.
 
Lejos de conformarse con el punto, Nicoletti metió mano y siempre apuntando hacia delante. Rodríguez Rendón había reemplazado a Alfonso y Roda entró en lugar de Carrizo, sumando más gente en ofensiva. Pero lo que le faltaba al equipo era juego y tampoco tuvo suerte. Porque a los 33’, una pelota en el área de Alvarado, un centro bajo que no llevaba peligro, Madrid la quiso parar, se le levantó, le pegó en la mano y Ranciglio entendió que tuvo intención y sancionó el penal que Fernando Fernández canjeó por gol con un remate suave, con categoría, al caño derecho de Pucheta que fue al otro lado.
 
Si hasta ahí había mostrado apuro, desde ahí aún más. Luengo pateó sin fuerza desde afuera y dos centros que fueron a la cabeza de Sendra no la pudo bajar para ninguno de sus compañeros. El que sí asistió por arriba fue Roda, que peinó para el ingreso de Fabián Castillo que metió el cabezazo al gol y se encontró con una atajada notable de Crespo que levantó la mano y llegó a cachetear al córner. 
 
El arquero visitante comenzó a transformarse en figura cuando alcanzó a sacar por encima del travesaño un remate bárbaro de Rodríguez Rendón desde afuera. El “torito” iba e iba, pero cada vez había más camisetas “naranjas” dentro del área, y por eso el “rana” seguía probando desde media distancia. La desesperación no alcanzó para llegar al menos al empate y el pitazo final de Sebastián Ranciglio caló hondo. 
 
Alvarado quería tener la mejor presentación ante la muy buena cantidad de gente que los fue a ver y no pudo. Los tres puntos se fueron para Río Negro y el sabor amargo quedó en Mar del Plata, donde Nicoletti deberá trabajar en la semana para aceitar el funcionamiento y corregir los errores que no permitieron alcanzar el objetivo.