Un nene con parálisis cerebral lleva casi dos años sin ir a la escuela: no puede salir de su casa por las calles rotas

Vive en el barrio Don Emilio, en donde las calles están intransitables por la falta de mantenimiento y la gran cantidad de lluvia caída. A la zona no ingresan ambulancias ni transportes para personas con discapacidad.

7 de Noviembre de 2017 20:03

Brian Ledesma, un nene de 13 años que tiene síndrome de West y agenesia de cuerpo calloso, hace prácticamente dos años que no puede ir a la escuela especial 501 de manera continuada por un motivo que roza lo absurdo: no puede salir de su casa por el mal estado de la calle que, a raíz de la falta de mantenimiento y de las lluvias, se transformó en una laguna de barro y aguas putrefactas.

El chico vive junto a su familia en Soler al 10.400 (entre 208 y 210), en pleno barrio Don Emilio, en el sudoeste de Mar del Plata. Allí, según explicó Alicia Palacios, su mamá, hasta hace dos años la calle tenía un empedrado desgastado. “Hasta que un día vinieron a levantarlo y le tiraron un poco de granza y piedras. Ahí empezó el gran problema: la calle quedó en desnivel con respecto a las otras arterias y cada vez que llueve, se llena de agua que después empieza a escurrirse hacia el interior de las casas”, contó en diálogo con 0223.

Como era de esperarse, la acumulación de agua provocó el ablandamiento del material con el que habían repasado la calle y los pozos, cada vez más profundos, se convirtieron en un nuevo obstáculo para Brian: sólo puede movilizarse con una silla de ruedas especial y, en caso de resbalarse o caerse en el lodazal, las consecuencias serían graves.

Joven con parálisis cerebral lleva más de 4 meses sin poder salir de su casa por el mal estado de la calle

Para minimizar los riesgos, Alicia descartó directamente la posibilidad de salir con el nene de su propia casa cuando llueve y durante varios días, o el tiempo que demore en desaparecer el barrial. En consecuencia, su hijo casi no pudo ir a la escuela durante los dos últimos años. “El año pasado y este fueron muy lluviosos y fue imposible sacar a Brian”, aseguró. Las mismas complicaciones surgen a la hora de llevarlo a las terapias que le permiten tener una mejor calidad de vida, que ya de por sí es dura: no puede comunicarse ni moverse por sus propios medios y se alimenta a través de un botón gástrico.

-¿Llegan las ambulancias?

-A veces. Cuando era más chico y sufría convulsiones, lo alzaba, corría hasta la esquina y le rogaba a cualquier persona que pasara que me llevara hasta el hospital Materno Infantil, pero ahora Brian pesa más de 40 kilos y ya no puedo levantarlo en brazos.

-¿Y el transporte de Servisa?

-Entra al barrio, sí, pero los pozos son tan profundos y la combi se mueve tanto que los chicos se pueden caer de las sillas.

Anoche, Brian estuvo con más de 40 grados de fiebre y, si bien se mantuvo en contacto permanente con el pediatra, para Alicia llevar a su hijo al hospital, otra vez, no era una opción.

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