Las bombitas que son furor y revolucionan la gastronomía marplatense

La gastronomía marplatense se ha destacado en los últimos años por ser pionera y muy buscada a nivel nacional e internacional. Y además de los alfajores, los churros y las medialunas, hay un producto que todos consumen pero nadie hace como ellos: el café El Chiquito, de Alberti 2418, ofrece las "Picasso Bombas de crema", que son furor en la ciudad.

Esta creación nació hace 50 años y Sandra Picasso (la heredera de la receta), sigue deleitando los paladares dulces de marplatenses y turistas con estos profiteroles únicos, sin cambiar un solo ingrediente.

Se trata de bombas rellenas de crema pastelera artesanal con un gusto muy particular que la diferencia de las demás, y lo hace uno de los productos más buscados, por su sabor casero sin químicos ni conservantes.

"Recibimos entre 150 y 200 personas que vienen a buscar las bombitas; muchas veces se llevan una o dos, pero otras quieren seis o doce. El tema es que nosotros, al ser una producción artesanal, tenemos un cupo y por eso sólo se pueden buscar los martes y jueves", contó en dialogo con 0223 Mariano, uno de los responsables de la firma. 

La venta comienza cerca de las 9.30 y los profiteroles duran muy poco tiempo en la vidriera. "A veces llegan a durar algunas horas y al comienzo de la tarde, las personas se disputan las últimas. Parece una carrera", se sorprende el comerciante.

"Fue el boom del verano; nos sorprendió, allí triplicamos las ventas. Vino gente de afuera (sobre todo de Buenos Aires) que se enteró del producto. Buscamos que sea un sello bien marplatense, que destaquemos por la identidad local de nuestra gastronomía", detalló Mariano.

Las "Picasso Bombas de crema" se comen frías y pueden consumirse en un desayuno o merienda, pero también muchos lo usan como postre en una noche de amigos. "Se pueden reservar pero la magia esta en ir temprano al local de Alberti y comprarlas. Buscamos mantener el precio y equipararlo al de un alfajor premium de la ciudad, queremos que la gente pueda acceder a esta delicia", manifestó.

El crecimiento de los cafés de especialidad generó un boom en los rincones que la ciudad puede ofrecer y para Mariano eso no es un problema sino que, al contrario, genera un desafío para mejorar: "Te obliga a salir a jugar fuerte y ofrecer lo mejor. Al ser un producto que nosotros hacemos realmente de corazón y ser algo que disfrutamos, lo podemos vender con todo gusto y eso la gente lo sabe".

El Chiquito busca que nadie mantenga el secreto sino que el boca a boca crezca. Vos también podés seguir ayudando a los productores que apuestan a la ciudad.