Quilmes luchó pero no le alcanzó en Boedo

El "tricolor" no hizo un mal partido, pero San Lorenzo sacó a relucir toda su jerarquía y se impuso por 105 a 87. Nicolás Aguirre fue la gran figura de la noche con 25 puntos y 10 asistencias.

El "Penka" Aguirre tuvo una letal "ley del ex", anotó 25 puntos, metió 10 asistencias y fue una pesadilla para la defensa de Quilmes. (Foto: Marcelo Figueras/LNB.com.ar)

17 de Diciembre de 2018 23:36

Por Redacción 0223

PARA 0223

Era una misión casi imposible y no hubo sorpresa en el "Roberto Pando" de Boedo. Porque si bien Quilmes hizo un buen partido, trató de mantenerse en partido la mayor parte del tiempo posible, terminó sucumbiendo ante el poderío de San Lorenzo y la jerarquía del tricampeón de la la Liga Nacional que se quedó con la victoria por 105 a 87, con una descollante acuación de Nicolás Aguirre, figura con 25 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes.

La diferencia la marcó rápido el dueño de casa, apoyados en buenos porcentajes de tiro y una intensidad defensiva que le impidió marcar al "cervecero". Cuando los marplatenses comenzaron a tomarle la mano al ataque, el juego se hizo más entretenido, se acercó en el resultado, pero la supremacía del "ciclón" le permitía pisar el acelerador y escaparse 27 a 17 al cierre del primer cuarto.

El arranque del segundo fue parecido, un parcial  de 14 a 7 y la máxima de 41 a 24 para volver todo demasiado cuesta arriba para Quilmes, que se puso como objetivo no correrse del eje, seguir apostando al funcionamiento propio más allá del marcador y aprovechando una buena medida, fortaleciendo la defensa y mostrando el orgullo. En ese contexto, recuperó algo de margen y se fue a los vestuarios con la misma distancia del cuarto inicial: 10 puntos (48-38)

La ilusión del "cervecero" fue in crescendo en los primeros minutos del tercer parcial, San Lorenzo no encontraba el aro y los de Bianchelli lograron ponerse a sólo un doble. Pero el tricampeón tiene una marcha más que el resto de los equipos de la Liga y muchas variantes para cuando las cosas no le salen, Gonzalo García supo mover bien las piezas y de esos dos puntos esperanzadores, a la chicharra final llegaron con 12 de luz (77-65), con bastante sabor a irremontable. 

De a poco se fueron diluyendo las ilusiones, más allá de que llegó a achicar el margen. Otra vez, cuando se lo propuso, San Lorenzo tomó la delantera y se escapó con autoridad hasta llegar al 105 a 87 final, lógico en la previa, pero doloroso si es la cuarta derrota consecutivo en el inicio de la temporada para los marplatenses.