Afirman que la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales "supone una excelente mejora de las costas de Mar del Plata"

15 de Septiembre de 2018 16:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

Con la presencia de la gobernadora María Eugenia Vidal, el ministro de Interior Rogelio Frigerio y el intendente Carlos Arroyo, el pasado 17 de agosto quedó inaugurada la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales de Mar del Plata. Emplazada en el kilómetro 506 de la ruta 11, sobre un predio de 187 hectáreas, reemplazó a la vieja planta de tratamiento y trabaja ahora en complemento con el emisario submarino.

Para saber más sobre el funcionamiento de la construcción y conocer si verdaderamente significa un cambio positivo para la ciudad, 0223 habló con el Dr. Rodolfo Elias, quien es docente e investigador del Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad
Nacional de Mar del Plata, Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, y dirige un grupo de investigadores que estudian la respuesta de los organismos del bentos (aquellos “íntimamente asociados al fondo del mar”) a la descargas de los efluentes.

"La nueva planta, y la disposición final de los efluentes cloacales a casi 4 km mar afuera, suponen una excelente mejora de las costas de Mar del Plata", sostuvo el especialista e informó que el efecto del vertido mar adentro está siendo estudiado por los investigadores bajo su dirección, cuyos resultados sobre la recuperación del ecosistema costero serán próximamente publicados.

El mismo grupo de trabajo estudió tiempo atrás el efecto de la vieja planta de pre tratamiento "Ingeniero Baltar" que fue programada y puesta en marcha en 1984. En torno a ella, Elías explicó que "esa planta fue diseñada para mitigar los efectos de una población
de 200.000 habitantes, pero quedó rápidamente obsoleta al no poder mitigar la creciente población de la ciudad y su hacinamiento de verano, cuando llegan entre 1 y 3 millones de turistas".

La vieja planta, a diferencia de la nueva, sólo trituraba los desechos sólidos y los hacía pasar por una reja metálica de 5mm de abertura. "Parece poco, y de hecho lo es, hacer solo un pre tratamiento de esta índole; sin embargo es mejor que descargar efluentes 'crudos', como se dice en la jerga", opinó el investigador. 

Otro de los problemas que la "Ingeniero Baltar" plateaba era que "debía efectuar paradas periódicas para mantenimiento", lo que significaba que dos veces al año y durante 30 días dejaba de funcionar.

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