La historia del comedor de Nuevo Golf al que los chicos van a golpear la puerta para pedir comida

Se llama “Los chicos felices” y lo coordinan vecinas del barrio. Como les robaron la cocina, preparan tres veces por semana las viandas en un anafe o a leña para 34 familias. Los días que no abren, los chicos van igual a preguntar si quedó algo para comer.

26 de Marzo de 2019 15:07

Por Redacción 0223

PARA 0223

A diez cuadras de donde termina el asfalto de calle Cerrito, en lo profundo del barrio Nuevo Golf, un grupo de vecinas cocinan en un anafe -cuando la garrafa alcanza- o en un fogón -al aire libre, si no llueve- para 34 familias, que suman un total de 84 chicos. Todo empezó hace siete años, cuando fundaron el comedor "Los chicos felices" para prepararle la merienda e a un grupo de nenes y nenas de la zona. Pero con el paso del tiempo y, sobre todo en los últimos meses, dejaron de ser un puñado de comensales y, lógico, la comida no alcanza.

El lugar, ubicado en calle 83, entre Cerrito y Gianelli, funciona bajo la coordinación de Romina y un grupo de mujeres del barrio, que se pusieron al hombro la tarea de alimentar a más de un centenar de personas tres veces a la semana. Lo hacen como pueden, con lo que tienen: no tienen cocina, días atrás les robaron la única garrafa que tenían y nunca alcanza la comida. Cuando el tiempo se los permite, cocinan al aire libre, sobre un fogón improvisado. Si llueve o el viento les juega una pasada, se las ingenian con una pava y un anafe eléctrico.

Si bien entregan viandas lunes, miércoles y viernes, los chicos no saben de días ni horarios cuando sienten hambre. "Ayer los chicos nos golpeaban la puerta en busca de comida y frazadas", contó Romina a 0223.

En el lugar se reciben donaciones de alimentos no perecederos, ropa para chicos y de abrigo, frazadas y calzado. Cualquiera que pueda colaborar puede comunicarse con Romina al 2236009877.

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