“Le habían robado dos veces y no sabía cómo hacer para que no vuelva más”

Tras la conmoción generada en el barrio Cerrito y San Salvador luego del asesinato de un hombre en el interior de su casa y de la aprehensión de una adolescente acusada del hecho, vecinos de Miguel Quintana señalaron que en los últimos días la imputada había ido varias veces “muy drogada” y que exigía a los gritos que la víctima la dejara ingresar.

En la puerta de la casa ubicada en Azopardo entre Cerrito y José Martí, al lado de la reja que habilitaba el ingreso a dos viviendas del fondo, Zulema recordó  a la víctima como una persona muy buena que nunca molestó a nadie en más de veinte años. “Estamos muy tristes porque él estaba muy cansado de la situación que se daba con esta chica desde hacía aproximadamente dos o tres meses y dijo que no podía sacársela de encima”, señaló.

“La chica venía de manera constante al lugar, todos los días dos o tres veces, no dejaba descansar a nadie y exigía a los gritos que le abrieran la puerta. Miguel lo hacía algunas veces, pero la noche del miércoles se negó a recibirla”, y agregó que vigilaban las cosas cuando estaba porque tenían miedo de que le faltaran cosas porque a la víctima la habían asaltado dos veces en poco tiempo.

La mujer recordó que el jueves al mediodía la adolescente llegó a la casa de Quintana y se retiró poco antes de las cuatro de la tarde con un bolso grande en su poder. “Cerró la reja con llave y se fue caminando como si nada”, dijo.

Los vecinos se enteraron de lo sucedido poco después de las seis y media de la tarde cuando personal de la comisaría tercera –que ya había aprehendido a la chica en su casa del barrio Fortunato de la Plaza- llegó a la vivienda.

La causa por homicidio quedó a cargo del fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Carlos Russo que este viernes escuchó la declaración de la adolescente y le pidió a la Justicia de Garantías que continúe detenida al menos hasta la audiencia que se hará la próxima semana.