Las imágenes de la noche más triste para Quilmes

Fue el peor final para el "cervecero", pero la historia se empezó a sellar en aquella derrota ante Quilmes, en suplementario. El semblante de los jugadores, aquella inolvidable noche del Polideportivo, hizo prever este descenlase de temporada.

26 de Mayo de 2019 10:17

Por Redacción 0223

PARA 0223

Ni Once Unidos, ni el aliento de la gente, ni las ganas de los jugadores pudieron torcer la historia. Atenas de Córdoba fue más y barrió la serie playout por un categórico 3 a 0, sin atenuantes, sin discusiones. El descenso de Quilmes se empezó a gestar antes, en aquel último partido de la fase regular frente a Peñarol en el Polideportivo, que forzó el suplementario con el triple de Ortiz pero no pudo sostener en esos 5' extras, las caras de los jugadores "cerveceros" denotaban que habían dejado pasar la última oportunidad de mantenerse en la Liga Nacional de Básquet. Este sábado a la noche se confirmó y acá les dejamos las mejores fotos de la noche más triste para el pueblo "tricolor".

Desde temprano, se empezó a llenar el estadio de Once Unidos y el clima fue de final. La gente entendió lo que se jugaba el equipo y no dejó de alentar en la previa, empujando a su equipo en busca de la hazaña. Desde la popular que da espaldas a Río Negro como en las dos plateas laterales, el pueblo "tricolor" se mostró efusivo, expectante y con mucha efervescencia.

Lo llamativo fue que en la popular local, no había luz. Por lo tanto, se podían apreciar los de las tres o cuatro primeras filas y los que estaban subidos en los paravalanchas, con el reflejo de los reflectores de la cancha, pero toda la parte de arriba estaba en penumbras totalmente.

Popular a oscuras. Poca luz en el sector de tribuna de Once Unidos

En conmemoración del 25 de Mayo, antes de la presentación de los equipos, se escuchó la introducción del Himno Nacional. En la locución, parecía que iban a ser las estrofas completas, pero la gente estaba muy compenetrada con el clima de cancha, realizó el clásico "oh oh oh oh oh" del Mundial de fútbol y luego de la introducción se cortó para dar comienzo a la acción.

Durante el partido, la gente pasó por diferentes estadíos. De la algarabía del comienzo al enojo de la remontada cordobesa, pasando por la ilusión y la desazón cuando entendieron que ya no había nada para hacer. El aliento incesante, el apoyo a los jugadores, pero sobre todo el amor a la camiseta, a los colores, a Quilmes que intentará resurgir como el ave fenix, como ya lo hizo tres veces (1998/99, 2010/11 y 12/13). 

En el final, todo se desarrolló con normalidad. Hubo apoyo al equipo, aplausos, algún insulto suelto para la Comisión Directiva y el entrenador Javier Bianchelli, pero nada más. El único momento de tensión fue cuando un hincha saltó de la platea para pedir una camiseta y la reacción de la policía (como casí siempre) fue exagerada, hubo algunos golpes pero nada que pasara a mayores, con Maxi Maciel interviniendo y separando. Después fue momento de encierro y meditación para un plantel que se quedó en el vestuario un largo rato.