Nora Vega: "Los Panamericanos marcaron un antes y un después en el deporte argentino"

A 25 años de los Juegos que la ciudad organizó, la expatinadora que encendió el pebetero panamericano en la inauguración recordó en 0223 Radio aquellos días.

Nora Vega en 2015, cuando puso sus manos en la plazoleta que recuerda a los Panamericanos.

12 de Marzo de 2020 12:26

Por Redacción 0223

PARA 0223

Nora Alicia Vega es, sin dudas, una de las deportistas más importantes en la historia de Mar del Plata. La expatinadora cinco veces campeona mundial, y otras seis panamericana, como cada mes de marzo es invadida por los recuerdos de los Juegos Panamericanos de 1995 que la ciudad organizó. Ella, fue la encargada de encender el pebetero en la ceremonia de inauguración realizada el día 11, en el estadio José María Minella. 

En su paso por los estudios de 0223 Radio, la exdeportista recordó aquella noche inolvidable pero también puso en contexto lo que significaron esos Juegos para el país: "Es una fecha importante todos los años, pero al ser 25 los años, se recuerda con más énfasis. Fueron unos Juegos que marcaron un antes y un después para el deporte de Argentina, no sólo los marplatenses. A partir de estos Juegos, después los chicos del vóley empezaron a salir a jugar en el exterior, lo mismo con el básquetbol, Las Leonas empezaron a ser Las Leonas... Fue el puntapié para el resurgimiento de muchos deportes, en especial los mal llamados ´chicos´, que no eran reconocidos por los medios de Capital Federal, que no salían del fútbol, el tenis y el boxeo", comenzó su diálogo con el conductor y periodista Ariel Bagaloni. 

Vega rememoró que, tras los Juegos Panamericanos de 1991 realizados en La Habana, fue madre de su hijo Pedro. Y por esa situación, ya se veía retirada del patín, aún con 30 años: "Cuando se anunció en esos Juegos que los del ´95 se harían en Mar del Plata, fue impensado participar para mí. Ya había logrado todo, campeona panamericana y mundial. Y me iba a dedicar a mi hijo. Pero la vida a veces te pone cosas por delante que hacen que aquello que tenías como convicción, lo cambies", expresó. Y añadió: "Cuando estaba embarazada de 6 meses, falleció mi mamá y siempre digo que uno vuelve al primer amor, que siempre fue el patín. Yo patino desde los 6 años, toda la vida entrando y corriendo hasta sábados y domingos, por la ruta. Y ese vacío tan grande, que mi hijo llenó pronto, el de mi mamá hizo que volviera a patinar."

Nora, entonces, comenzó a entrenar en enero de 1992 de la mano del histórico Carlos Lugea. Fue campeona nacional en Rosario en los 300 metros, su especialidad. También fue ese año campeona mundial en la prueba Americana. En 1994, por problemas económicos, pensó en abandonar la competencia. Pero su entrenador fue a la Secretaría de la Nación, y por la cercanía de los Panamericanos, recibió una beca especial junto a otros deportistas. 

Ya enfocada en los Juegos de Mar del Plata, quien a los 18 años obtuvo cuatro medallas en los Panamericanos de Puerto Rico en 1979 recordó cómo se enteró que sería la encargada de encender el pebetero: "Un día llamaron por teléfono a casa por parte del COPAN, que querían hablar conmigo en su sede. Fue muy emocionante, un honor haber encendido el pebetero, con tantos deportistas muy importantes en el país, que me eligieran a mí fue muy fuerte", manifestó. Sobre aquel camino hasta encender la antorcha, rememoró: "Fue de mucha emoción. Realmente, iba como flotando. Muy fuerte. El estadio repleto, por momentos coreaban mi nombre...demasiado, demasiado. Siempre cuento que me desperté cuando empecé a subir la escalera de la tribuna, porque la gente estaba tan cerquita y cada escalón y medio había una chica de la Guardia del Mar, con el grito tan fuerte de la gente que me hizo poner los pies en el piso. Fue increíble".

Y contó algunas infidencias: "Ahí arriba era muy alto. Cuando llegué dije ´soy solamente yo, marqué los cuatro puntos cardinales y encendí el pebetero, y bajé rápido. El día previo, yo quise hacer el recorrido con el estadio vacío. Y nos dimos cuenta que los escalones eran muy angostos, yo subía apoyando tres cuartos del pie. Y en el último escalón y estiré la mano para encender el pebetero, nos dimos cuenta que no llegaba. Hace unos días fue el Día de la Mujer? Bueno, eso lo hizo un hombre, que medía más que yo (risas). Había un caño que me dio la altura para hacer el gesto, porque prendía el fuego de la antorcha".

El día después, a competir

Nora Vega, a contramano de lo que sucede habitualmente, compitió al día siguiente de la inauguración, en los 300 metros contra reloj, donde obtuvo la primera de sus dos medallas de oro (la otra fue en los 3.000 metros por relevos). "La noche tras lo del pebetero fue terrible. Porque al día siguiente competía. Yo trabajé muchos años en la Comisión de Atletas del Comité Olímpico, y normalmente cuando se inaugura un Juego Olímpico o Panamericano, los atletas que compiten al día siguiente no van. Quizás se pierde el honor de ser abanderado. Bueno, en mi caso eso no pasó", sostuvo. "Llegamos tarde a Chapadmalal. Al día siguiente salí temprano a caminar, tratando de bajar la ansiedad y los nervios. Siempre tuve muy buena concentración. Ya en la competencia, el Patinódromo pasó de vacío a repleto, me acerqué a mi familia, los saludé y les avisé que a partir de entonces no los iba a ver más, hasta el final de la competencia", añadió. 

"Competir en los Panamericanos fue hermoso. En los campeonatos del mundo o Panamericanos, mis títulos fueron afuera. Inclusive en el Mundial de 1983 de Mar del Plata no corrí. Entonces fue la oportunidad de que me vieran mis hermanos, toda la familia en la tribuna. Pedrito tenía 3 años y medio. Los Pananericanos para mí fueron un esfuerzo muy grande. No sé si tanto físico, pero sí mental", analizó a la distancia Nora Vega, que se retiró en 1997. 

¿Panamericanos 2027?: "Haría falta una inversión muy grande que el país hoy no podría hacerla"

"Son escenarios hermosos que lamentablemente no se le dan la importancia que deberían tener. Obviamente, soy consciente que estamos en Argentina y es muy difícil mantener los escenarios cuando no hay unión entre las Secretarías de Nación, provincia y municipio. Aún así también sería difícil."

"Hace falta una inversión importante. Hoy en día, la cancha de hockey está bastante bien, pero el Polideportivo necesita un escenario para que los deportistas entren en calor antes de la competencia. El patín, no tenemos un circuito de ruta adecuado. Y sí, faltan más lugares. Económicamente, modificar mucho los escenarios. La pista de atletismo habría  que cambiar hasta algunas medidas, y la pileta necesita refacciones en el techo. Además, no tiene tribunas. Más allá de eso, se necesita el apoyo de muchos sponsors, más allá de la dirigencia del Comité Olímpico y las Confederaciones para postularnos. Una inversión muy grande que no creo que el país hoy esté para hacerla".

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