La fábrica que no deja dormir a los vecinos del barrio Bosque Alegre hace 17 años

La torre de enfriamiento provoca ruidos molestos y vibraciones día y noche. El lugar fue clausurado al menos dos veces, pero sigue funcionando en plena cuarentena.

Imagen: Mar del Plástico está ubicada en Juan. B. Justo al 5200.

26 de Abril de 2020 17:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

El desembarco de la fábrica Plásticos Ancar SA en el barrio Bosque Alegre rompió con la armonía de la zona. Los vecinos están cansados de encolumnar un reclamo por "ruidos molestos" que lleva casi dos décadas y las autoridades de la Municipalidad de General Pueyrredon no les den mayores soluciones.

"Esto viene desde hace largo. Bosque Alegre es una reserva forestal y de uso residencial exclusivo", explicó Susana De Angeli, una de las voceras del reclamo. Corría el año 2003. El entonces dirigente radical Daniel Katz era el intendente de Mar del Plata y una modesta empresa dedicada a la elaboración de productos plásticos montaba su búnker en una fábrica ubicada en Avenida Juan Bautista Justo Nº 5240/72.

La instalación de una torre de enfriamiento comenzó a causar pesadillas entre los vecinos por los ruidos molestos y las vibraciones que se sentían en la periferia. "Fueron dos años de perder tiempo con la Municipalidad. Después, se pudo solucionar un poco lo de las vibraciones", contó la mujer en diálogo con 0223.

Para 2008 - según la palabra de la vecina- el dueño de la fábrica falleció y por un tiempo el predio fabril se mantuvo cerrado. Sucesiones y trámites sorteados, la empresa retomó su actividad normal en 2018 "de forma disimulada" devenida en Mar del Plástico y hacia fines de mayo de 2019 se cambió la torre de enfriamiento que ocasiona ruidos "día y noche". "Entran un lunes a las 6 de la mañana y paran recién el sábado a las 12 del mediodía", graficó.

El malestar de los vecinos no tardó en recobrar y un nutrido grupo de 33 familias de la zona reavivaron el reclamo. Primero, se dirigieron a la Dirección de Gestión Ambiental, cuyo departamento finalmente avanzó con la clausura de la fábrica a fines de noviembre del año pasado por no contar con la habilitación correspondiente. Incluso, los agentes de la Subsecretaría de Inspección General se apersonaron de nuevo en el lugar en marzo de este año por violar la medida dispuesta anteriormente.

La lucha y unión de los vecinos dio sus frutos: abrieron un expediente contra la empresa que obligó a los dueños a comprometerse a "hacer una obra para que no haya más ruidos". Pero nada de eso ocurrió.

La nota Nº 969-D-2003 que se ingresó en aquellos años radicales, por la cual se solicitó intervención del Concejo Deliberante, quedó archivada. Durante los mandatos de Gustavo Pulti y Carlos Arroyo no hubo ningún avance y es por eso que ahora, bajo la gestión de Guillermo Montenegro, los vecinos quieren que los ediles del cuerpo deliberativo le den tratamiento. Pero la -también- falta de respuestas de parte de la gestión actual motivó una presentación en la Fiscalía General por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".

"No queremos volver a pasar por lo mismo de 2003. El Municipio ni siquiera se encarga. No podemos dormir. Reiteramos las denuncias en todas las oficinas, pero no tenemos respuestas", manifestó De Angeli. Sin soluciones en el ámbito local, el reclamo de los residentes de Bosque Alegre terminó en el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (Opds), pero desde la dependencia bonaerense les explicaron que al tratarse de una fábrica de "clase 2" la injerencia es meramente municipal.

En pleno aislamiento social, preventivo y obligatorio, Mar del Plástico continuó con su ritmo habitual. "En las primeras dos semanas no funcionó, pero después empezó a violar la cuarentena. Está prendida día y noche. Nos cansamos de llamar al 911 y al 134, nadie nos defiende. Nosotros tenemos que trabajar, no podemos andar perdiendo tiempo en las oficinas municipales de nuevo", concluyó.

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