“No significa que estamos abriendo las puertas de las cárceles para que salgan todos”

El factor tiempo como elemento principal para evitar un desborde en la cantidad de contagios en las Unidades Penales y la necesidad de incorporar otros mecanismos para poder dar respuestas de una manera más veloz son para el Juez de Ejecución Penal Juan Galarreta elementos fundamentales para cumplir con las indicaciones que la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal de Casación dieron cuando comenzó la pandemia de Coronovirus.

Ante la decisión de rever la situación de las medidas cautelares presentadas para internos con prisión preventiva y el otorgamiento libertades anticipadas en el caso de los condenados, Galarreta aclaró que se analiza cada expediente en particular. “No significa que estamos abriendo las puertas de las cárceles para que salgan todos”, aclaró.

“Estamos trabajando las 24 horas, tratando de resolver las cosas lo más rápido posible con los recursos que contamos”, dijo en declaraciones a 0223 Radio. “En el caso de los arrestos domiciliarios hay que recordar que no se otorga la libertad y que el cumplimiento se garantiza con el monitoreo electrónico a través de pulseras o tobilleras, más allá del faltante actual”, dijo el magistrado.

Galarreta, integrante de la Red de Jueces Penales de la provincia de Buenos Aires, sostuvo que la pandemia de Coronovirus los puso frente a las urgencias que ya habían denunciado oportunamente. “Planteamos que desde el Poder Judicial hay un compromiso fuerte con dar soluciones a partir de los marcos constitucionales legales y con las indicaciones que dieron los organismos de máxima jerarquía”, agregó.

Con relación a la situación en el complejo penitenciario de Batán, Galarreta recordó que la cuestión de hacinamiento era un reclamo previo a la situación de pandemia y debe trabajarse para disminuirlo a la vez que se incorporan las medidas de bioseguridad necesarias. “Ante la posibilidad de contagios fueron los mismos internos que decidieron suspender la realización de visitas al lugar”, recordó.

Según el Juez, la falta de contacto directo con los familiares llevó a tomar medidas para evitar situaciones de tensión. En tal sentido ponderó la autorización de celulares en las Unidades Penales y la puesta en marcha de un protocolo para su uso por parte del Servicio Penitenciario. “Los familiares también suplen el déficit alimentario con la entrega de alimentos que siguen realizan a través de la entrega sin contacto y con la desinfección de los mismos”, concluyó.