Le compró hace 45 días un elíptico a su hijo con parálisis cerebral pero Garbarino no se lo entrega
Nazareno tiene 13 años y necesita del equipo para poder rehabilitarse durante la cuarentena. "Lo único que me interesa es la salud de él y por eso hago el reclamo", sostuvo su mamá, a 0223.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Con mucho esfuerzo, María Laura Mujica gastó a mediados de abril más de 34 mil pesos para comprar un elíptico en Garbarino. En realidad, no se trató de ningún gasto: fue una inversión para poder garantizar que Nazareno, su hijo de 13 años, continúe durante la cuarentena con la rehabilitación que aconsejan los profesionales médicos a raíz de la parálisis cerebral motora que padece.
Ya pasaron más de 45 días de la compra pero María Laura todavía aguarda por la llegada del equipo. Con la compra, la empresa líder en la venta de electrodomésticos había prometido que la entrega del producto se materializaría el 30 de abril. Ese día, la mujer cambió su turno en el trabajo, esperó y esperó pero nunca llegó nada. "Ni siquiera me avisaron que no iba a llegar", asegura.
María Laura no se quedó de brazos cruzados: mandó mails e hizo llamadas telefónicas a la firma pero tampoco tuvo respuesta. Tuvo que dirigirse hasta la sucursal que está en pleno centro de la ciudad pero como respuesta obtuvo otra excusa: que en Mar del Plata no había sistema para ver el sistema de compras online. Sin mayores certezas, los empleados le prometieron que "en cualquier momento" iban a recibir el elíptico en su domicilio.
De tanto insistir, María Laura obtuvo alguna respuesta más concreta de Garbarino: el ofrecimiento no consistió en entregarle el aparato sino en cancelar la compra para que a través del banco se haga la devolución de la plata que pagó. Sin embargo, María Laura rechaza esta posibilidad porque advierte que el mismo producto en la misma casa hoy se ofrece a más de 60 mil pesos.
"Con la plata que yo puse en su momento y con mucho esfuerzo, hoy no me puedo comprar el mismo elíptico. Lo que corresponde es que me devuelvan lo que realmente vale o que me lo traigan de una vez. A mí no me interesa la plata ni hacer juicio sino que mi hijo se rehabilite", plantea la madre de Nazareno, en declaraciones a 0223.
María Laura aclara que el kinesiólogo que trata a su hijo le sugirió la compra del elíptico para evitar que su cuerpo se atrofie ante la menor movilidad que iba a tener por las restricciones que se imponen dentro del aislamiento social, preventivo y obligatorio. "Tampoco se trata de un elíptico cualquiera. Tiene asiento, permite soportar hasta 130 kilos y hacer otras cosas específicas por la discapacidad que él tiene. No es joda esto", señala.
La mujer todavía insiste con el reclamo a la espera de obtener el equipo que su hija espera hace semanas. Dice que también se acercó hasta la Oficina de Defensa del Consumidor de la Municipalidad para tratar de denunciar la situación pero al llegar advirtió que tenía sus puertas cerradas. "No están atendiendo al público", afirma.
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