¿Se terminó la cuarentena en Mar del Plata?

El fin de semana la costa explotó. Foto: @gmontenegro_ok

19 de Agosto de 2020 23:12

La última semana epidemiológica (de sábado a viernes) fue la de mayor cantidad de casos acumulados desde  que comenzó la pandemia en Mar del Plata: 385 nuevos infectados, un promedio de 55 por día. Sin embargo, a diferencia de lo que había ocurrido los últimos tres fines de semana, no circularon cadenas de mensajes de WhatsApp, ni borradores del esquema de fases. Es más: el anuncio sobre la continuidad de Mar del Plata en fase 4 tomó desprevenidos a casi todos. ¿Por qué en la semana de más casos en la ciudad no se instaló la idea de un retroceso de fase?

“Esa discusión atrasa 20 días. Ya ni el gobierno nacional ni el provincial están pensando en un cierre de actividades. Se hace hincapié en la prevención y en el respeto por las medidas de distanciamiento. Y eso mismo planteamos nosotros”, señaló una fuente del Ejecutivo municipal. La conferencia del presidente Alberto Fernández, en la que habló de que la cuarentena ya no existe más, pegó fuerte. 

 

 

A partir de la tarea de la comisión especial de reactivación económica, incluso, es más acertado plantear que Mar del Plata está en fase 5: no hay ninguna actividad de esa fase –salvo algún matiz muy particular- que se admita sólo en la fase 5 y que en Mar del Plata no esté habilitada.

La atención está centrada en la ocupación de camas del sistema sanitario. Más allá de las casi 1.600 camas de internación general que tiene el sistema de salud –entre público y privado-, la mirada está puesta en las cerca de 160 de cuidados intensivos. El último reporte indica que hay 52 camas de terapia intensiva ocupadas. Ese dato es el que arroja cierta tranquilidad a las autoridades para defender que Mar del Plata no está cerca del colapso sanitario.

Los efectores de salud de provincia y nación, que hace 15 días habían salido públicamente a expresar su preocupación y pedir que se controle el movimiento de gente (para muchos se leyó como un pedido de retroceder a fase 3) volvieron a retirarse de la escena pública, luego de que pocas horas después de ese planteo, el gobierno provincial ratificara la continuidad de Mar del Plata en la fase 4.

De todos modos, desde su entorno creen que aquella conferencia dio sus frutos: lograron sostener las reuniones semanales con el intendente Guillermo Montenegro, se habilitó el Inareps para recibir pacientes y descomprimir el hospital, se profundizó el discurso sobre la necesidad de mayores controles en la vía pública (uso de barbijos y distanciamiento social) y pusieron en agenda el crecimiento de contagios en Mar del Plata.

El debate que permanece aún sin zanjarse es el de la transmisión comunitaria. Para el Ejecutivo, no hay debate en torno a esa cuestión: argumenta que el Ministerio de Salud impone que para que eso se considere la ciudad debería tener el 60% de los casos sin nexo. “La última cifra nos daba el 30%”, aseguraron.

Sin embargo, algunos profesionales de la salud hablan de un crecimiento “importante” de los casos sin nexo. Hay en esa diferencia una responsabilidad clara del municipio. Cuando modificó el sistema para comunicar el reporte diario de casos de Covid-19, prometió dar, una vez por semana, un reporte detallado sobre los nexos epidemiológicos. Jamás lo dio.

Las estadísticas sobre las cuales los profesionales de la salud dan su opinión acerca de la ausencia de nexo epidemiológico son parciales. Es cierto que día a día los partes muestran más casos en los que no está claro de dónde se contagiaron. Pero también es lógico que la detección de esos nexos, con el número de casos actual, lleve más de 12 o 14 horas. “A veces tardamos días, porque los pacientes eligen esconder que se juntaron a comer un asado o a tomar mate”, confiaron fuentes municipales. Lo concreto es que el dato concreto de los casos sin nexo no se conoce oficialmente. Y es el municipio el que debiera darlo.

“Nosotros trabajamos como si hubiese transmisión comunitaria. Hubo intentos por ubicarnos en la vereda de los anticuarentena. Pero no somos eso. No fuimos a la marcha, plantemos la importancia de los cuidados. Estamos en línea con el discurso de provincia y nación”, insistieron desde el entorno del jefe comunal.  

Más allá de la preocupación genuina que existe por el aumento de los casos, las autoridades locales quieren avanzar con el escenario que se viene. “Todo indica que vamos a tener que convivir con el virus”, advirtieron. Por eso, ponen especial atención a la sesión de este viernes, donde se abordarán varios proyectos que el Ejecutivo y la oposición consideran claves.

Dos son impulsados por el Ejecutivo: compre marplatense (el plan para que las empresas locales tengan prioridad en las compras del Estado) y el proyecto que busca facilitar la habilitación de comercios.

El tercero es el plan de beneficios en descuentos o eximiciones de tasas. Si bien el proyecto lo presentó el Ejecutivo, la iniciativa original surgió del Frente de Todos. Durante varias semanas, el oficialismo rechazó el plan, hasta que finalmente cedió: impulsó un proyecto con menos beneficios en cuanto al descuento para los sectores comerciales y productivos pero incluyeron a algunos sectores que no figuraban en el plan original.

Antes de que ingrese el proyecto, el concejal Alejandro Carrancio fue el encargado de negociar con los bloques opositores la aceptación de la propuesta. Desde el Frente de Todos, luego de corroborar con los sectores involucrados que el nuevo proyecto les servía, anunciaron su acompañamiento.

El cuarto proyecto es el que propone crear corredores gastronómicos en Olavarría y la Diagonal Pueyrredon.  Lo que busca es peatonalizar esas calles en determinados horarios durante los viernes, sábados y domingos para permitirles a los comercios poner mesas al aire libre.

 

La aprobación de esa iniciativa está en duda. En rigor, lo que corre riesgo es el tratamiento del proyecto. Los empresarios gastronómicos plantearon este miércoles que incluir solo dos calles no es una medida que ayude al sector gastronómico. “Entre los dos lugares que incluye el proyecto, deben sumar 35 locales gastronómicos. Quedan más de 1.100 afuera”, señaló un empresario del sector.

Los gastronómicos se reunieron este miércoles con el coordinador de Gabinete Alejandro Rabinovich y luego con los concejales del Frente de Todos, Marcos Gutiérrez y Virginia Sívori, autores de la iniciativa original, que planteaba ampliar el uso del espacio público en otros corredores como Yrigoyen y Córdoba.

Todos coinciden en que la propuesta es lo que hace falta. “El mundo va hacia afuera. Y a medida que el clima mejore, cada vez se va a notar más que la gente se va a querer juntar al aire libre”, plantearon desde el Ejecutivo.

 

La diferencia radica que en los empresarios del sector creen que solo permitirlo en dos arterias  generará un enorme beneficio para una porción muy pequeña de comerciantes y perjudicará a la gran mayoría. “Si vos tenés que salir a comer, ¿a dónde vas a ir? ¿A un restaurant encerrado o vas a elegir una calle peatonalizada, con mesas afuera?”, graficó el propietario de un bar.

La expectativa de los empresarios es una propuesta mucho más amplia. Que se peatonalicen zonas como Córdoba o Belgano (“En tres cuadras tiene 25 restaurantes”, señalaron) y que en otros sectores, con menos cantidad de comercios, se permitan dársenas al estilo Güemes para que puedan ampliar la cantidad de mesas. “Si no podemos avanzar en algo más abarcativo preferimos que no salga nada”, plantearon.

Los dirigentes intentaron convencerlos de que este es un primer paso y que se puede seguir trabajando en ampliar las opciones. “Hace 45 días que está este proyecto en tratamiento. Hasta ahora nunca le habían prestado atención. Cuando vieron cómo funcionaron los paseos peatonales de la costa este fin de semana se  acordaron”, marcó una fuente del oficialismo. Después de esta experiencia (también impulsada por el Frente de Todos) ya se analiza la idea de ampliar los corredores peatonales en la costa.  

El final es abierto. Este jueves se volverán a reunir para analizar si existe la posibilidad de hacer alguna modificación que ya deje la puerta abierta para avanzar en más corredores. No parece fácil, pero todas las partes harán un intento. Por estas horas, donde el frío polar hace crecer la expectativa de que caiga nieve en la ciudad, trabajar con la cabeza puesta en el calor del verano es lo que ayudará a Mar del Plata a superar la crisis de la pandemia.