Estaba preso por asesinar a un hombre de un tiro: desde la cárcel amenazaba a uno de los testigos del crimen

La Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) tuvo que allanar este jueves la Unidad Penal Nº44 de Batán por las amenazas que recibía una joven que resulta para la Justicia un testigo valioso en la causa que intenta esclarecer el homicidio de Ricardo Chazarreta, el hombre que en febrero de este año fue ultimado de un disparo en la cabeza en el barrio Cerrito Sur.

El procedimiento policial permitió secuestrarle el teléfono Motorola XT1750 que utilizaba Michael Cristian Cardozo, el joven de 22 años que asoma como el principal y único acusado en la investigación por el crimen de la persona de 51 años.

Desde el interior de la cárcel, el sospechoso enviaba mensajes amenazantes a una chica de 19 años. El destinatario de esas intimidaciones no era casual: la mujer es una de las testigos que tiene la causa a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola.

El jueves 11 de febrero a la madrugada personal de la comisaría quinta halló en las calles Gianelli y Sicilia, frente a un "point de drogas", el cuerpo sin vida de Chazarreta, con un disparo en la cabeza, que yacía dentro de un auto Renault Clio color gris.

Seis días después del asesinato, Cardozo, quien ya posee un antecedente por el delito de "violación de domicilio" en 2016, se entregó por sus propios medios a la Justicia.  Al sospechoso se le imputan los delitos de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" y "lesiones" ya que durante el ataque homicida también resultó herida una mujer de 41 años. Y con este nuevo procedimiento de la DDI, al joven se le suma otra causa penal caratulada por el delito de "amenazas".