Lo que llamamos “amor tóxico”, en realidad, es violencia

¿Se ríe de vos? ¿Te critica cómo te vestís y te controla lo que comés? ¿Te menosprecia o te hiere y después dice que era un chiste? Cuidado: no es amor, es violencia.

17 de Enero de 2022 08:42

No te rías así’, ‘hablá más despacio’; ‘dejá, lo hago yo porque vos lo hacés mal; ‘¿así te vas a vestir?’, ‘¿vas a seguir comiendo?’...

¿Alguna vez sentiste que tu pareja te critica demasiadas cosas, incluso, tu forma de ser? ¿O que te menosprecia y te insulta? Si la respuesta es afirmativa, eso tiene nombre y se llama violencia psicológica.

Es muy sutil y por eso cuesta reconocerla, pero escuchar esos comentarios de forma sistemática terminan por destruir la autoestima de la víctima. Este tipo de violencia funciona con el tiempo, es decir, cuánto más tiempo se sufre, más daño causa. 

Es muy probable que hasta lo sientas en el cuerpo con ansiedad, desgano, te cueste concentrarte, te veas mucho menos con tu círculo social; o durante las discusiones sentís miedo y hasta llegás a creer que estás loca. Eso también tiene una explicación: quienes ejercen manipulación emocional descalifican a sus víctimas hasta que estas llegan a dudar de tu propia percepción de la realidad o memoria porque desestiman sus emociones, experiencias, opiniones y recuerdos. Este patrón de abuso emocional tiene otro nombre y se lo denomina “gaslighting”

Algunas de las frases más comunes que usan para lograrlo:

-No, eso nunca pasó, yo no dije eso. Qué mala memoria tenés. 

-Sos demasiado sensible, llorás por todo. 

-Te enojás por todo, siempre estás a la defensiva. 

-Sos muy drama queen, ¿por qué exagerás tanto? 

-Vos te imaginas cosas, estas enloqueciendo y no soy la única persona que lo piensa. 

-Si ya sabes cómo me pongo... Sacas lo peor de mí, es tu culpa. 

-Nunca vas a encontrar a alguien que te quiera tanto como yo. 

También ocurre que la persona te dice algo hiriente bajo la excusa de que es “un chiste”, o te ignora y deja de hablar durante algunos días.

En medio de todo esto, la víctima también comparte lindos momentos con esa persona, lo cual genera mucha confusión y dificulta advertir las situaciones de violencia. Es que la persona que manipula sabe seducir y hacerse querer. Pero guarda: no es normal llorar tanto por “amor”, ni sentir la obligación y presión de hacer algo por el otro para que no se enoje, y así, no perderlo. 

La violencia nunca es amor. Nunca. 

Este maltrato produce un desgaste emocional en la víctima que repercute en la baja de autoestima, en su derecho a ser reconocida, respetada y es muy probable que repercuta en sus sueños y ambiciones.  

El manipulador emocional pide perdón y suele prometer que va a cambiar. Pero si ves que ese cambio no llega, hay que animarse a buscar ayuda. Animate a conversarlo con tu gente querida, buscá ayuda profesional. También podés comunicarte al 144 para que te brinden atención en situaciones de violencia. 

*Este artículo se realizó con el asesoramiento de la especialista en Psiquiatría Micaela Dines (MN 159772). Más información @red.psi.genero.

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