Una historia criminal: “La DEA en Argentina hace lo que se le antoja”

El periodista Julián Maradeo presenta su nuevo libro, en el que aborda el entramado de poder e ilegalidad en los 49 años de presencia de la agencia norteamericana en el país.

"No hay ningún especialista que sostenga que a la Dea le interesa la problemática local", planteó el autor en una entrevista con 0223.

24 de Julio de 2022 11:25

“Para que la DEA funcione siempre hay un argentino metido en el medio” advierte Julián Maradeo, autor de La DEA en Argentina. Una historia criminal, donde aborda los 49 años de historia de la Administración de Control de Drogas en el país y expone un entramado de poder e ilegalidad respaldado por lo más elevado de la política, la justicia y las fuerzas de seguridad.

Además de sus agentes, quienes gozan de inmunidad diplomática, los informantes locales son parte esencial del organismo. Cobran en negro y se mueven en las sombras con la protección de la Embajada. El primero de ellos se llamó René Tenembaum, más conocido artísticamente como René Chevalier y más popular aún por ser protagonista de uno de los ciclos televisivos más exitosos de principios de los `70, Titanes en el Ring. El Campeón Israelí no operaba solo en el país, sino también cuando salía al exterior de gira con el mítico Martín Karadagián. “No tenía agenda policial, era alguien más campechano, pero que cumplía el rol de pinche”, cuenta Maradeo a 0223, quien ganó notoriedad en el mundo editorial con El Tano, biografía no autorizada de Daniel Angelici (2016) y La trama. Detrás de los abusos y delitos sexuales en la Iglesia Católica (2018).

- ¿Por qué una historia criminal?

- Criminal por dos motivos. Porque la mayoría de los temas en los que se involucra la DEA en la Argentina están relacionados con delitos de narcotráfico y porque la DEA viola desde el '73 hasta el presente los acuerdos bilaterales. Y es una historia porque narramos los hechos desde que se instala y donde cada vez más fue cooptando capas de jueces y fiscales federales, policías de drogas de distintas fuertes provincias y federal, y funcionarios.

-¿Qué actividades puede realizar legalmente la DEA y en qué acciones viola esos acuerdos?

-Lo que puede hacer legalmente en Argentina está circunscripto a la colaboración, como puede ser la donación de tecnología, cursos de capacitación para las fuerzas de seguridad o para fiscales que se especializan en el sistema acusatorio, y por otro lado, compartir información. Pero las otras acciones van desde la cooptación de jueces y fiscales para que se mueven en función de sus objetivos, la cooptación de policías para que trabajen en lo que la DEA pide, la cooptación de ministros provinciales y nacionales, también la puesta a disposición de cajas en negro de dólares.

Maradea certificó que al Dea se instaló en Argentina para poder operar en Bolivia. Foto: 0223.

-La DEA se crea en 1973 e inmediatamente se instala en el país. ¿Qué le interesaba de la Argentina de aquel entonces?

-Tiene una oficina en Argentina desde el momento cero de su creación, porque la oficina previa a la DEA ya funcionaba en el país. La pregunta es por qué la DEA tiene una oficina desde el 1 de julio de 1973 con estatus regional y no de nivel país, que es inferior. La respuesta me la da Michael Levine (exagente de la DEA) y es porque Argentina se había constituido en una base ilegal de operaciones de cara al país que le interesaba en ese momento, que era Bolivia. La DEA interviene políticamente en Bolivia protegiendo a los narcos que impulsaron el golpe contra Lidia Gueiler (en 1980). Pero, por otro lado, pude demostrar que la DEA había procedido a secuestrar gente en Argentina que en ese momento eran objetivos. Me refiero al caso de tres narcos relacionados a la “conexión francesa”, François Chiappe, Yolanda Sarmeinto y Miguel Russo, que se dedicaban al tráfico de heroína y usaban a Argentina como país de tránsito. A poco del Golpe del '76, en abril, la DEA hace un acuerdo con el ministro del Interior, Albano Harguindeguy, para secuestrarlos, pero con una argucia de querer simular que Argentina los expulsada y ellos, obligados, elegían EE.UU. como destino. Esto lo compruebo con el relato de Levine y figura en los cables desclasificados entre la Embajada de EEUU y la cancillería norteamericana.

-Y en la actualidad, ¿cuáles son los intereses que tiene en Argentina?

-A la DEA lo que le interesa es todo aquello que pueda afectar a EEUU Los gobernantes por lo general piden que la DEA colabore con ello, suelen mostrarla como interesada en la problemática local, pero lo que realmente le interesa son relaciones, vínculos de excepción con jueces, con la aduana, fiscales, ministros, agentes de inteligencia, porque le interesa la información a la que pueda acceder. Por ejemplo, en Santa Fe lo que le interesa es la Hidrovía, no los Monos. No hay ningún especialista que sostenga que a la DEA le interesa la problemática local.

 

"En 49 años no cambió nada"

El 10 de febrero de 2021, el excanciller Héctor Timerman encabezó la incautación del equipamiento militar transportado por un avión norteamericano en Ezeiza, lo que abrió un conflicto diplomático con EEUU. “Ese fue el peor momento de la DEA con un gobierno argentino”, asegura Maradea. Lo que sigue fueron dos años de un “apagón” de la DEA en el país, que redujo al mínimo sus agentes en el país, trasladando a la mayoría a Montevideo. Sin embargo, sirvió para evidenciar el entramado de relaciones directas, sin la mediación del gobierno nacional, con alrededor de diez provincias que le interesaban. “Relaciones con jefes de policía, con ministros y con gobernadores, donde pese al apagón se seguían manteniendo vínculos de distinto tipo”, graficó.

- En el libro se da cuenta de la permisividad que ha tenido la dirigencia política con el accionar ilegal de la DEA, con una continuidad en los distintos gobiernos. ¿A qué se debe esta actitud?

- Argentina no tiene una política de inteligencia criminal, no tiene policías bien pagas ni bien formadas, no tiene tecnología y se sesga la política criminal cada vez que hay un gobierno nuevo. Entonces, la DEA te garantiza el acceso directo a recursos que no tenés y el acceso directo a información que no tenés, porque la DEA si tiene una inteligencia criminal.

-¿Qué lograste recabar respecto al accionar de la DEA en Mar del Plata?

-Hay un caso puntual que es la Operación Langostino y el caso de Carlos Savignon Belgrano que comienza en 1988, que es la incautación de droga más importante en la historia de la ciudad. Savignon Belgrano toma una figuración pública muy importante porque la mayoría de los informantes son personas que no quieren caminar por el lado del sol, sino de la sombra. Pero él salía por todos lados, al punto tal de cometer el exabrupto de recibir en una moto Kawasaki en el Aeropuerto de Ezeiza en 1990, mientras estaba activo el pedido de detención en contra suyo, a Gabriela Sabatini luego de ganar el US Open, con toda la prensa ahí. El caso de Savignon Belgrano es paradigmático porque el entonces vicepresidente Eduardo Duhalde presionó públicamente a jueces y fiscales para que lo liberen, porque ese era el deseo de la DEA. Además, es la primera y única vez que declaró un jefe de la DEA en Argentina, Ernest Batista, quien presionó a al Justicia para que finalmente termine liberándolo. Hoy, con más de 80 años, Savignon Belgrano sigue trabajando para la Embajada de EE.UU. y esto remite a una máxima que tienen todos los argentinos que han trabajado para EEUU y es que los norteamericanos los cuidan.

-El año que viene la DEA cumple 50 años. ¿Cambió algo en lo que presentan como la guerra contra el narcotráfico?

-Esa es la pregunta que le hice a Michael Levine y su respuesta es superior a la que pueda dar yo: “no cambió nada”. La intervención de la DEA sigue siendo una excusa para otros fines. Lo que cambió, en realidad, es que la DEA fue complejizando y emprolijando la forma de cooptar a quien le interese, porque con todos los que hablé saben lo que hace la DEA. Entonces, la contraparte local y la discrecionalidad que tiene el vinculo con la DEA, es uno de los motivos por los cuales en Argentina hace lo que se le antoja.