Verstappen no detiene su marcha y sigue ganando

Max Verstappen (Red Bull) diseñó en San Pablo otro rendimiento demoledor y ganó sin fisuras el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, vigésima prueba del calendario anual de la categoría que se llevó a cabo en el autódromo de Interlagos. El piloto neerlandés, de 26 años y clasificado campeón en forma anticipada hace un mes, estableció un récord para la máxima categoría automovilística internacional.

El tricampeón mundial obtuvo su triunfo número 17 en la temporada 2023 y quebró la marca que había establecido en 2022, con 16 festejos. Además, Verstappen, quien también se había impuesto el sábado en la denominada carrera Sprint, alcanzó su éxito 52 en la F1 teniendo solamente por delante a Lewis Hamilton (103), Michael Schumacher (91) y Sebastian Vettel (53).

El neerlandés, que largó en la pole position y prevaleció nítidamente a lo largo de las 71 vueltas, recorrió la exigencia en 1h. 26m. 07s. 136/1000. En la segunda colocación quedó el británico Lando Norris (McLaren), a 8s. 277/1000 y tercero, en un vibrante cierre, llegó el español Fernando Alonso (Aston Martin), a 34s. 155/1000. El asturiano le ganó la última colocación del podio por apenas 53 milésimas al mexicano Sergio Pérez (Red Bull), quien sumó necesarias unidades como para conservar el segundo puesto en el certamen.

Apenas lanzada la carrera en una primera oportunidad, el tailandés Alexander Albon (Williams) y el dinamarqués Kevin Magnussen (Haas) se tocaron en plena recta principal y desertaron automáticamente. La competencia fue neutralizada y se largó media hora después, cuando se limpió la pista de la suciedad que había originado el choque.

El desarrollo, con Verstappen en el liderazgo y Norris saltando a la segunda colocación desde el sexto lugar, no ofreció mayores aristas para la emoción, a excepción de la arremetida del final, cuando Alonso logró revertir el sobrepaso que ‘Checo’ Pérez le había infligido una vuelta antes y en el giro 70 recuperó el tercer puesto en la clasificación. El británico George Russell (Mercedes), al igual que su compañero de equipo Hamilton, sufrió con la degradación de los neumáticos y abandonó en la vuelta 57, cuando transitaba en la novena posición.