Subsidios energéticos: el gobierno confirmó que se eliminarán por completo a la producción

A través de una Audiencia Pública, la Secretaría de Energía confirmó un fuerte recorte en los subsidios, tanto a consumidores residenciales como no. Dio detalles de la Canasta Básica Enérgica, el concepto clave para comprender el nuevo esquema de subsidios.

Comercios y otros emprendimientos productivos quedarán fuera del alcance de los subsidios.

29 de Febrero de 2024 13:29

El gobierno nacional ratificó su idea de avanzar hacia un recorte de dimensiones en los subsidios a la energía, en el marco de la Audiencia Pública realizada este jueves, donde dio a conocer el nuevo régimen de subsidios que comenzará a regir en los próximos meses y además reveló que avanzará con un recorte total de los subsidios a la producción.

En el contexto de dicha Audiencia Pública, la Secretaría de Energía informó que habrá un recorte total de los subsidios a la producción. “En un contexto de escaso recursos, se eliminan subsidios a la demanda no residencial (procesos productivos), dado que en dicho caso no es posible asegurar que los beneficiarios reales sean los sectores de menores ingresos”, sostuvo la dependencia nacional en el informe que presentó.

EL informe en el que el gobierno reconoce el recorte total de los subsidios a la producción.

Entre los aspectos sustanciales del nuevo esquema, el gobierno destacó que el objetivo es determinar una Canasta Básica Energética (CBE) que contemple las necesidades esenciales de consumo de electricidad y de gas de los hogares, para cada mes del año y según su ubicación geográfica conforme el mapa de zonas bioambientales de Argentina, y la conformación del hogar entendido como grupo de personas convivientes.

Por otra parte, esgrimió que se busca determinar los ingresos totales del grupo conviviente y la proporción de ese ingreso que se destina a pagar las facturas de energía del hogar. La subsecretaria de Planeamiento Energético, Mariela Beljansky, explicó para la determinación de dichos ingresos no solamente se tomaron los datos oficiales que el Estado tiene sobre los ingresos de cada familia, sino que también tomarán “los ingresos no registrados, en base a determinadas presunciones construidas sobre el análisis de información del propio Estado”.

Como se conoció el martes en un informe previo elaborado por la Secretaría de Energía, se establecen 12 criterios que “podrían tomarse en consideración para el rechazo o exclusión del beneficio”. Entre ellos están haber comprado dólares en alguno de los últimos tres meses, una medida que alcanzaría a gran parte de la clase media. También están ser titular de una medicina prepaga no vinculada al empleo en relación de dependencia, integrar el directorio de una empresa, un auto de menos de cinco años de antigüedad o haber salido a países no limítrofes en más de una oportunidad en los últimos 5 años, entre otros.

Cuando la incidencia del gasto energético supere un determinado porcentaje del ingreso a determinar por la Autoridad de Aplicación, se otorgará un subsidio para facilitar el acceso de ese hogar a la CBE. El monto del subsidio a otorgar podría ser, inicialmente, todo el valor de la CBE o con límite en el diferencial entre el valor de la CBE y el porcentaje de incidencia en los ingresos totales del grupo conviviente, según defina la Autoridad de Aplicación.

“El objetivo elaborado por Enargas es exponer una metodología para la determinación técnica de una Canasta Básica Energética que contemple necesidades indispensables de consumo de electricidad y consumo para cada mes del año según su ubicación geográfica”, remarcó Beljansky.

 

Equilibrio fiscal

En la exposición realizada por diversos funcionarios del área, la Secretaría de Energía puntualizó que el objetivo central del nuevo esquema de subsidios es aportar a revertir el déficit fiscal, política prioritaria del gobierno en materia económica. “Los subsidios son un renglón relevante del gasto público. En 2023 representaron poco más del 10% del gasto primario del sector público”, destacó Martín Botier.

“La existencia de un subsidio implica que quien consume la energía no abona en forma plena el costo en que incurrió el sistema para ponerla a su disposición. La diferencia es cubierta por todos los argentinos, incluso por quienes no tiene acceso a energía eléctrica o gas por red”, agregó. “El esquema de subsidio a la demanda permite racionalizar el consumo, generando un significativo ahorro para el país y focalizar las transferencias en quienes más lo necesitan. Esto se suma al refuerzo en programas sociales sin intermediarios”, dijo sobre los beneficios del nuevo esquema. “El consumo per cápita de electricidad de los hogares argentinos es de los más altos de la región”, dado que el costo no ha sido trasladado la demanda, argumentaron.

“El sistema energético debe contribuir a mejorar la calidad de vida de la población de nuestro país disminuyendo progresivamente los costos de su matriz energética; esto implica garantizar el acceso universal y equitativo a servicios energéticos modernos y de calidad a todos los hogares, independientemente de su ubicación geográfica y de la condición socioeconómica”, se remarcó en otro aspecto del informe, donde se aseguró que en los años pasados hubo “un festival de subsidios indiscriminados sin importar la condición social”.

“En línea con el mandato del Decreto 70/2023, el equipo interdisciplinario de expertos de la Secretaría de Energía, con la asistencia del Enargas, Enre y de la Secretaría de Innovación Ciencias y Tecnología, ha desarrollado estudio técnicos con el objetivo de diseñar e implementar un nuevo esquema de subsidios energéticos”, destacó la Secretaría. En el informe también admite que hubo reuniones técnicos con equipos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).