Vive sin sus riñones, con el páncreas afectado y podría perder la vista: cómo se puede ayudar a Leo

¿Cuántas personas pueden vivir sin sus riñones, con el páncreas, venas y articulaciones afectadas, y sin la vista? Es la pregunta que la familia y los amigos de Leandro Lascienza se hacen desde hace mucho tiempo. La clave para "Leo" y sus allegados es la resiliencia.

Su historia no es sencilla: a los 12 años perdió a su mamá y, por el fuerte golpe, se despertó en su organismo una diabetes emocional. Insulinodependiente desde entonces, atravesó numerosos problemas de salud e internaciones.

"Empezó en el Hospital Materno Infantil (Hiemi) y terminó en el Interzonal de Agudos (Higa), donde hoy continúa. Su enfermedad es muy agresiva y, al pasar los años, le empezó a comprometer sus órganos blandos", contó a 0223 su expareja Ángela, quien lo acompaña a cada paso.

Hace cinco años perdió los riñones y uno de sus ojos, y está en camino a quedarse sin el otro, lo que afectaría el total de su vista. "Él se está deteriorando cada vez más. Se agravó su polineuropatía y ya no depende de él para caminar, bañarse o comer. Necesita de todos nosotros", explicó la mujer. Junto a su actual pareja, y las hijas que comparten, todos los días ayudan a Leo a vivir.

Quienes también hacen lo imposible por garantizarle un pasar digno son los neurólogos, clínicos y enfermeros que son parte de sus cuidados, debido a que muchas de las patologías que padece no tienen tratamiento.

"Todos lo quieren ayudar. El que lo conoce, sabe que estamos hablando de un gran hombre", contó Sergio, su amigo. A pesar de sus dolencias, Leo decidió dedicar sus momentos de bienestar a personas más vulnerables. Cuando se encuentra en mejor estado de salud, colabora en el comedor barrial Fénix de la zona Puerto. Demuestra así que no hay excusas para prácticamente nada.

Es momento de ayudarlo a él

En julio de 2024 logró entrar en una lista de espera de trasplante reno-pancreático y el 17 de marzo tiene turno en un hospital de Monte Grande, adonde fue derivado para ser operado de su vista. 

"Mientras pasa el tiempo, se va deteriorando su cuerpo y si no se aceleran los ritmos, cada vez va a estar más complicado. Para sus órganos dependemos de un donante cadavérico, que es una persona con muerte cerebral en estado vegetativo. Muchas familias no toman la decisión que puede permitirle a otros vivir. Lo malo es que hay mucha demanda y corre el peligro de no poder ser intervenido porque su cuerpo se va arruinando", detalló Ángela.

Su intervención en Monte Grande resulta definitiva. Si bien se cubren los gastos, la familia debe reunir fondos para viajar y sostener su estadía. Para eso, convocaron a la sociedad a ayudarlos con una colaboración al alias noeliamelisa.

"La vida de una excelente persona y padre está en juego. Entre todos podemos ayudarlo", reflexionaron sus familiares.