Terminó la angustia: lo encontraron internado en Buenos Aires luego de 10 días de búsqueda

La familia de Héctor Nazer lo buscó con angustia durante 10 días, manteniendo la ezperanza de que hubiera tomado otro destino al previsto cuando lo dejaron el viernes 14 de marzo en la terminal de Mar del Plata para que regrese a su Balcarce natal. Y el final de la historia tuvo un final feliz, aunque no del todo: lo encontraron internado en Buenos Aires tras sufrir una descompensación.

Como no era la primera vez que por un par de días no tenían noticias de Héctor, que tiene 77 años y es un vecino conocido en Balcarce porque toda su vida trabajó como diariero en esa ciudad, sus familiares pensaron que  podía haber tomado otro rumbo cuando, luego de visitarlos en nuestra ciudad, uno de sus hermanos lo llevó hasta la terminal de Mar del Plata. Y no se equivocaron.

Héctor debía tomarse el micro hacia Balcarce, pero decidió devolver el pasaje que tenía y sacó un boleto de tren a Buenos Aires. Allí estuvo todo el sábado 15 y luego y sacó un boleto para volver a Mar del Plata. Pero cuando estaba en la fila para emprender el regreso se descompensó.

Una internación de urgencia y sin comunicación

Quienes lo asistieron en la terminal de Capital Federal resolvieron llevarlo de urgencia al hospital Argerich, aunque no se comunicaron con sus familiares para informarles que estaba allí internado durante toda la semana pasada, pese a que había brindado el celular de uno de sus hermanos.

Recién este último domingo pudieron obtener información sobre lo que le había pasado en la terminal, y con ese dato una familiar que está en Buenos Aires fue hasta el hospital y lo encontró.

Allí estaba internado desde hacía una semana, sin contacto con su familia. Sus hermanos viajaron en las últimas horas hasta Buenos Aires y ya preparan el regreso para Mar del Plata. 

"Suele venir siempre a Mar del Plata, mí papá y mis otros tíos siempre tienen que andar atrás de él, pero nunca pasa tanto tiempo. Él tiene epilepsia y la preocupación es que le haya pasado algo", había dicho uno de sus sobrinos, que ahora lo espera con los brazos abiertos en nuestra ciudad.