River estuvo a la altura pero no le alcanzó y sufrió una dolorosa eliminación

River se va del Mundial de Clubes con una mejor imagen que la de Boca, pero con un fracaso parecido. Lo único que cambia es el último partido, que su clásico rival dio lástima contra un equipo amateur de Nueva Zelanda, en el que no dependía de sí mismo para clasificar. Pero el "millonario" sí tenía el pasaje en sus manos ante el poderoso Inter de Milán y no pudo hacer nada, combatió hasta donde pudo, se salvó varias veces y la expulsión de Martínez Quarta terminó de diluir sus ilusiones. El 2 a 0 final golpeó hondo al equipo de Marcelo Gallardo.

El 90% de la clasificación la dejó ir el sábado en Los Ángeles frente a Monterrey. Ese era el partido que River tenía que ganar para llegar con todo definido al choque más difícil frente a Inter. Pero más allá de haber generado situaciones, no pudo romper el cero, siguió pagando una falta de contundencia que es una característica de este equipo y el empate sin goles tuvo olor a derrota. Y así fue. Porque en la última jornada a los Rayados le alcanzaron 8 minutos para romper el juego con Urawa Red Diamonds y el "millonario" trató de equiparar corriendo y metiendo (a veces demás) la diferencia de jerarquía de Inter.

No sorprendió la actitud de River en el arranque. Presión alta y cada vez que quedaba mal parado, una falta para acomodarse. Esa parte la hizo bien, pero salvo alguna pelota parada, le costó llegar al arco de Sommer. Del otro lado, Inter, como en todo el mundial, jugó suelto, sin demasiada intensidad, pero con un ritmo distinto, y cuando juntaba tres pases se acercaba al área de Armani. Las noticias de los goles de los mexicanos fueron golpeando a un "millonario" que también empezó a pagar el desgaste físico.

En el complemento, Inter marcó más diferencia y estuvo en varias ocasiones cerca de abrir el marcador. Pero necesitó un grosero error de Martínez Quarta, que controló mal y se la robaron, se tiró de atrás, recibió la roja y se fue a las duchas con bastante anticipación. Si con 11 casi no llegaba (apenas un tiro libre de Mastantuono que generó una serie de rebotes), con 10 le quedó muy lejos el arco italiano. Y encima, Francesco Pio Espósito definió con categoría para abrir el marcador y sentenció la historia. En los minutos finales, River fue con orgullo pero ya sin ideas, no tenía contención en el medio e Inter estaba siempre a un buen pase de estirar la cuenta. Con el tiempo cumplido, Bastoni marcó el 2 a 0 definitivo.