Tremendo: dos restaurantes premiados mundialmente tuvieron que cerrar por la crisis económica

Dos firmas premiadas a nivel mundial debieron cancelar el servicio y generaron una fuerte preocupación en el sector.

La inflación y el costo de los insumos los pusieron en jaque.

10 de Julio de 2025 09:14

Por Redacción 0223

PARA 0223

Las condiciones bajo las cuales deben competir las empresas argentinas contra los nuevos regímenes de importaciones en ciertos rubros, más las falta de plata en la calle por la recesión económica en el caso de otros sectores, generan un combo que se repite en un gesto: las persianas bajas, en un local y en otro. 

Dos restaurantes destacados en la Ciudad de Buenos Aires, Franca y Sál, que incluso fueron recomendados por la prestigiosa Guía Michelin, decidieron cerrar sus puertas en las últimas horas. Pese a que ambos habían sido reconocidos por su exclusividad y calidad gastronómica, la situación económica provocó que los costos operativos se volvieran insostenibles para sus dueños.

Los establecimientos contaban con una oferta culinaria de alta gama y representaban la sofisticación de la gastronomía porteña. Aún así, la inflación, los altos costos de los insumos y la falta de previsibilidad económica los pusieron en jaque y no pudieron sostener su operación. Franca, ubicado en Palermo, era dirigido por Julio Báez, un chef que había logrado gran reconocimiento por su estilo único de cocina.

A pesar de la excelente calidad de sus platos y de su éxito, la crisis afectó de manera contundente su modelo de negocio. Al anunciar el final de sus servicios en las redes sociales, los responsables señalaron: “No fue una decisión fácil, dolió mucho, pero creemos que es el momento correcto. Franca nació con una filosofía: ser más que un restaurante, ser un lugar de encuentro, de sueños compartidos, de equipos motivados, donde se disfrutara de la hospitalidad que tanto amamos".

Luego, explicaron los motivos por los cuales tuvieron que cerrar las puertas: "Pusimos el alma, el corazón y mucha energía en este proyecto. Este cierre es el resultado de una realidad económica que nos toca profundamente y ya no podemos sostener”. Por su parte, Sál, que también contaba con el reconocimiento de la guía, siguió un camino similar: se especializaba en cocina nórdica y había sido creado por el chef Nicolás Díaz Martini.

Sus impulsores advirtieron que “por razones ajenas a la voluntad", el restorán cerrará luego de tres años de excelencia. "Tuvimos dos menciones en Michelín -2024 y 2025-, miles de smørrebrød, shots de aquavit, gravlax y platos donde prepondera el ahumado, las conservas y sabores únicos”, señalaron sus propietarios, golpeados por la determinación que se vieron obligados a tomar.