Testigo del Juicio por la Verdad aseguró que "Demarchi era el jefe real de la CNU"

5 de Marzo de 2007 19:38

Por Redacción 0223

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Así lo dijo este lunes el ex militante montonero Eduardo Soarez quien prestó declaración testimonial en una nueva audiencia del Juicio por la Verdad, llevada a cabo en el Tribunal Oral Federal. El testigo declaró que el abogado y ex Fiscal Federal, Gustavo Demarchi, "era quien tenía las relaciones políticas" de la Concentración Nacional Universitaria y que "cualquier militante" de su edad va a decir lo mismo al respecto. La CNU era una organización de ultraderecha que actuó en secuestros y asesinatos cometidos en los años 70 en Mar del Plata. Cabe destacar que esta declaración, más la de Laura Chino – ex compañera de la Decana de la Universidad Católica, María del Carmen "Coca" Maggi- será remitida al juez federal Norberto Oyarbide, quien investiga los crímenes cometidos por la Triple A. Así lo dijo este lunes el ex militante montonero Eduardo Soarez quien prestó declaración testimonial en una nueva audiencia del Juicio por la Verdad, llevada a cabo en el Tribunal Oral Federal. 
El testigo declaró que el abogado y ex Fiscal Federal, Gustavo Demarchi, “era quien tenía las relaciones políticas” de la Concentración Nacional Universitaria y que “cualquier militante” de su edad va a decir lo mismo al respecto. La CNU era una organización de ultraderecha que actuó en secuestros y asesinatos cometidos en los años 70 en Mar del Plata. 
Cabe destacar que esta declaración, más la de Laura Chino – ex compañera de la Decana de la Universidad Católica, María del Carmen “Coca” Maggi- será remitida al juez federal Norberto Oyarbide, quien investiga los crímenes cometidos por la Triple A.
Cerca de las 11 se inició una nueva audiencia del Juicio por la Verdad. En esta oportunidad se intentó dilucidar el secuestro y asesinato de María del Carmen Maggi, decana de Humanidades de la Universidad Católica cuando monseñor Eduardo Pironio era Obispo de la ciudad. Asimismo, se trató de indagar sobre la responsabilidad de la Concentración Nacional Universitaria (CNU), organización que tuvo un rol fundamental para colaborar con la Dictadura Militar.
Fue una audiencia con muchas expectativas. Es que se sabía que parte de las declaraciones de este lunes, serían importantes para que el juez Norberto Oyarbide continúe su investigación respecto a la Triple A.
El primer testigo fue Eduardo Soarez, un ex militante montonero y ex integrante de la Juventud Peronista, quien dio detalles de lo ocurrido en aquellos años cuando, según contó, la Concentración Nacional Universitaria decidió vengarse del asesinato de uno de sus líderes, Ernesto Piantoni.
“El CNU fue la filial marplatense de lo que fue después la triple A”, así arrancó su testimonio el abogado Soarez quien señaló ambas organizaciones tenías las mismas características en la manera de operar.
El letrado explicó que inicialmente el CNU era una fuerza política de derecha, pero que entre 1973 y 1976, comenzó a actuar con y de apoyo de las fuerzas de seguridad, convirtiéndose desde esa fecha en adelante en una filial de la AAA en Mar del Plata.
Al respecto, el testigo, quien ya había prestado declaración en el Juicio por la Verdad, sostuvo que eran “grupos militarizados, con un fuerte apoyo de infraestructura de la Armada, y en algunos casos de la Policía Federal y de la Provincia”.
En este sentido manifestó que los militantes de la CNU “procedían a pintar una pared cuando los soldados de Infantería Marina cortaban las calles y les brindaban seguridad”.
En cuanto a esto “el Negro” Soarez contó que le tocó colaborar con Miguel “Pacho” Elizagaray, otro militante de la JUP que fue asesinado, y que en una ocasión se produjo una pelea entre un integrante de su organización con otro de la CNU. La disputa nada tenía que ver con los pensamientos políticos sino con una mujer, pero esa misma noche le hicieron pintadas en la casa de Elizagaray que rezaban “Pacho sos boleta”.
A “Pacho” justamente lo matan el 21 de marzo, al día siguiente del entierro de Piantoni, quien fuera velado en Casa Sampietro, justo al lado del local que tenía la CNU para realizar sus reuniones.
“El tema de Piantoni se produjo en un momento donde había una ofensiva muy grande de la derecha en todo el país. Nuestra organización estaba siendo castigada duramente”, señaló Soarez.
Si bien Piantoni era signado como cabeza de la Concentración Nacional Universitaria, el Dr. Eduardo Soarez hizo hincapié en la figura de otro de sus integrantes.
“Gustavo Demarchi era el jefe real de la CNU. Era el que ponía la cara, no hay manera de equivocarse, cualquier militante marplatense de mi edad le va a decir lo mismo. Él era el tipo que tenía las relaciones políticas, el jetón, él representaba a la CNU”, expresó con firmeza el testigo ante los Jueces Roberto Falcone, Néstor Parra y Mario Portela.
Además recordó que los integrantes de esta organización solían reunirse en una cervecería holandesa famosa, y también en el Hotel Argentino y en el bar Barko, donde también se reunía la JUP.
Respecto a sí tuvo en estos años algún acercamiento del abogado Demarchi, Soarez dijo: “Después de que presté declaración testimonial vino a mi estudio un abogado, que dijo haber militado en la JUP, y me confesó que trabajaba en el estudio del Dr. Gustavo Demarchi. Me dijo que él quería hablar conmigo, que yo estaba equivocado y que cuando fuera a Mar del Plata vaya a verlo. Yo le dije que no estaba dispuesto a tener ninguna charla, pero nunca verifiqué si todo lo que dijo era cierto”.
También se refirió a otros miembros de la CNU a quienes dijo haber visto armados en reiteradas oportunidades. “He visto armado a (Eduardo) Ullúa, a quien vi encabezar un grupo armado, a Patricio Arenasa y también a Héctor Oscar Corres, a quien he visto más de una vez armado en la facultad de derecho”.
Justamente este último será apartado de su cargo como profesor de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”, porque estuvo preso por un crimen político cometido en 1971, aunque luego lo amnistiaron. Corres estuvo acusado del homicidio a tiros de la estudiante de 18 años Silvia Filler, durante una asamblea en la Universidad Provincial de Mar del Plata.
Soarez planteó que todos los secuestros acaecidos antes del golpe fueron semejantes: realizados por hombres jóvenes, con pelucas, armados, y alguien que exhibía una credencial oficial.
Luego de estos allanamientos ocurrían los homicidios de las personas secuestradas. Ese fue el caso de Coca Maggi, Pacho Elizagaray, su tío y primos de apellido Videla, Hugo Kein, René Isuz, y su propio padre.
En el caso de su padre piensa que se trató de una venganza por lo ocurrido en el intento de liberarlo a él de la comisaría y supone que quienes entraron a su domicilio pudieron haber sido de la CNU, ya que lo conocían, pero que el que comandaba el operativo era de la policía.
Su madre lo describió como un joven de unos 30 años, de cabello oscuro y lacio. Soares relató que cuando cayó preso fue torturado en presencia del comisario Maiti y que siempre estaba presente un oficial joven cuya descripción es semejante a la realizada por su madre, coincidiendo también con la realizada por el padre de Coca Maggi.
En tal sentido, Soarez relató el episodio en el que se intentó liberarlo de la comisaría segunda de Mar del Plata. Recordó haber oído tiros y luego la voz de Arturo Lewinger preguntando por él, un disparo, su caída y otro tiro que supone fue el de gracia, ya que minutos después le muestran su cadáver.
Comentó que cree que de no haber sido por la llegada del Juez González Echeverri, él también hubiera sido asesinado.
Soarez denunció ante el Magistrado que había sufrido apremios al ser detenido, al igual que Julia Giganti, con quien había caído. Lo hizo delante del propio comisario Maiti, quien había presenciado estos apremios.
El fiscal resultó ser Demarchi. Soarez contó que se enteró que Demarchi era Fiscal Federal cuando había sido detenido en una oportunidad. “No tenía ni idea. Para mí era el responsable político del CNU, por eso me sorprendí cuando me lo dijeron”, indicó.
Luego, Soarez fue trasladado a Sierra Chica y allí su abogada defensora fue la Dra. Teodori, a quien cuando le preguntó acerca de su padre, que había sido asesinado, le habría respondido : “¿Qué pretendías que hiciéramos con tu padre?”
En el caso de Coca Maggi, Soares sólo pudo interpretar este hecho tiempo después, cuando tuvo información acerca de los profundos conflictos políticos de la Universidad Católica, que por otra parte era de la curia.
También recordó el asesinato de uno o dos médicos del Hospital de la Comunidad, pero ignora las razones. Tampoco tiene referencias acerca del caso Goldemberg.

EL ASESINATO DE COCA MAGGI
La segunda testigo de la fecha fue Laura Chino, quien fuera estudiante de la Universidad Católica y militante de la JUP. Fue secretaria Académica de dicha institución y compañera de quien fuera Decana, María del Carmen Maggi, cuyo cadáver apareció con avanzado grado de descomposición el 23 de marzo de 1976.
En 1973 la Universidad Católica fue tomada por la Juventud Universitaria Peronista, que desplazó a las autoridades y suprimió el régimen de arancelamiento. En aquel momento Eduardo Pironio era obispo de Mar del Plata.
Laura Chino manifestó este lunes en declaración testimonial que fue compañera de “Coca” a quien señaló como una de las cabezas que llevó adelante el proceso de transformación de la Universidad.
“Coca era como la cabeza de la transformación. En 1974 empiezan las pintadas. Yo trabajaba en el colegio Pompeya, frente a la casa de Coca Maggi. Ella, a último tiempo, mencionaba que tenía un poco de miedo y que la perseguían, pero era muy reconocida y querida por todos los sectores. A lo mejor eso la hizo confiarse un poco más”, manifestó Chino.
La testigo confesó que la noche en la que secuestraron, ella junto a Juan Carlos Abachian, debían encontrarse con Maggi en la esquina de Jujuy y Libertad. A la hora señalada, alrededor de las 20, esperaron la llegada de Coca quien estaba dando clases en el colegio Minerva. Pero no llegó, se había retrasado tomando exámenes, según se enteraron luego. A alrededor de las 22.30 y cuando observaron vehículos “sospechosos” a unas cuadras, Chino y Abachian se retiraron y tomaron un taxi en la Avenida Independencia.
Al día siguiente, según contó la testigo, el padre de la Decana cruzó a la escuela Pompeya a comunicarle que Coca había sido secuestrado por unos hombres que ingresaron a su casa y se la llevaron. “El secuestro fue a la madrugada del día 10 de mayo. Su papá a la mañana se me apareció llorando en la escuela y traté de calmarlo, para mí fue fuerte la noticia. La mano en Mar del Plata venía pesada, veníamos de un marzo duro. Me ocupe de la universidad, dejé todo ordenando y después me fui de Mar del Plata en junio”, contó.
Respecto a los captores de Maggi, Chino sostuvo que el padre de la Decana le contó que “tocaron el timbre, que eran muchas personas, armadas, con ropa particular pero tipo fajina. No la conocían, porque preguntaron por María del Carmen Maggi, era muy conocida ella. Evidentemente no era gente de Mar del Plata. Se la llevaron, le dijeron que se la iban a devolver enseguida”.
Si bien el padre insistió que llevaran medicamentos porque sufría de diabetes, no accedieron. Luego de este hecho, Chino se ocupó de las cuestiones académicas de la Facultad y en junio se fue de Mar del Plata, dado el clima de inseguridad que se vivía.
Supo más tarde que esos medicamentos fueron solicitados (no sabe por quién) al Dr Pascual Ascencio médico y esposo de una profesora de la Universidad, y que Monseñor Pironio había acompañado al padre de Maggi en los trámites posteriores y en los reclamos que se hicieron desde distintos ámbitos. Ante una pregunta del Juez Falcone dijo no saber si Monseñor Sidotti se había entrevistado con María Estela Martínez de Perón y López Rega, que estaban en la ciudad en esos días.
Citó como compañeros en la Universidad ahora desaparecidos a: Mercedes San Vicente, Julio Genoud, José Luis Peralta, Tomás Fresneda, el citado Abachain, Antokoletz y Quique Pecoraro.
Sobre el recuerdo de los integrantes del CNU, Laura Chino solo dijo recordar a Demarchi, pero sostuvo que había otros nombres que circularon. “Me parece que el nombre de él era el que circulaba como cabeza del CNU”
“La desaparición de Coca la relaciono no solo con la Universidad sino también con Pironio, que venía siendo presionado. La iglesia estaba muy convulsionada, y él representaba la liberación”, contó Chino quien manifestó que el Obispo llegó a Mar del Plata después del asesinato de Silvia Filler.

FOTO: MARCELO NUÑEZ

AUTOR / FUENTE: www.0223.com.ar

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