¿Conocés a la tenista que triunfó en el mundo y se suicidó en Mar del Plata?

Una vida de grandeza deportiva y persecución política, que culminó en un sombrío final en la costa marplatense. Redescubrimos la historia de la tenista argentina que, además de triunfar a nivel mundial, recibió la propuesta de matrimonio de un presidente argentino.

Mary Terán ganó todos los campeonatos argentinos y más de quinientos torneos internacionales.

14 de Diciembre de 2025 10:21

El sábado 8 de diciembre de 1984, la vida de María Luisa Beatriz Terán de Weiss, más conocida simplemente como Mary Terán de Weiss, encontró un trágico y abrupto final. Fue desde el balcón de un séptimo piso, en un edificio residencial de Mar del Plata.

Su desaparición sacudió los cimientos del Club Náutico local, un lugar donde solía pasar largas temporadas en sus últimos años. Por una extraña y dolorosa circunstancia, sin embargo, jamás se la veía pisar una cancha de tenis. Se apagaba así, de la forma más dramática, la existencia de quien fue la tenista argentina más importante antes de Gabriela Sabatini.

La “Piba” que conquistó el mundo

Nacida en Rosario el 29 de enero de 1918, Mary provenía de una familia trabajadora, su padre era el encargado del buffet del Rowing Club. Mary era una entusiasta de todos los deportes, de hecho, antes del tenis, practicó natación y llegó a cruzar a nado el Río Paraná a los quince años.

Portada de la revista El Gráfico.

El tenis, no obstante, fue lo que la catapultó a la cima. Apodada cariñosamente “La Piba”, su figura de apenas 1.60 metros y contextura delgada desmentía la potencia de sus drives, que destrozaban a sus rivales. Era, sin duda, una estratega nata, especialmente en los partidos largos.

En 1938, ganó su primer campeonato nacional en Buenos Aires, despertando la admiración del público. A lo largo de su carrera, se convertiría en la número uno indiscutida del escalafón nacional por cinco años y llegó a ser considerada una de las diez mejores del mundo hacia la década de 1950. Cosechó un récord asombroso: ganó todos los campeonatos argentinos y más de quinientos torneos internacionales. “Le dediqué mi vida al tenis, y el tenis me lo dio todo, me hizo inmensamente feliz”, dijo más tarde.

Pero ni siquiera sus triunfos deportivos lograron silenciar a los medios de la época, que la cuestionaban por vestir polleras cortas con encaje. Además de abrir camino en una disciplina que entonces ofrecía escasas oportunidades para las mujeres, Mary fue también una precursora al lucir indumentaria deportiva diseñada exclusivamente para ella y con sello propio.

Un matrimonio imbatible y un año clave

A comienzos de 1940, su vida personal dio un giro al conocer al tenista Heraldo Weiss. Se casaron en 1943, pero además se convirtieron en una pareja imbatible en el court, que representó a la Argentina en dobles por todo el mundo.

Los medios de comunicación criticaban a la campeona por su vestimenta.

Un año fundamental en su historia fue 1951. En los Primeros Juegos Panamericanos de Buenos Aires, Mary Terán deslumbró al país con dos medallas de oro y una de bronce. Por entonces, Weiss, adherente al justicialismo, le presentó al presidente Juan Domingo Perón.

El golpe de la muerte y un rumor presidencial

La felicidad se desdibujó trágicamente en 1952. Heraldo Weiss falleció a causa de un cáncer, el mismo año en que moría Eva Perón.

En ese contexto de duelo, Mary, por instancias de la actividad social y deportiva, comenzó a frecuentar la residencia presidencial. Los rumores sobre un supuesto romance entre los recientes viudos recorrieron los medios internacionales, pero la tenista siempre lo negó. No obstante, su biógrafo reveló que Perón le propuso matrimonio en Olivos, frente a una vitrina que exhibía joyas.

Mary Terán, con la entereza que la caracterizaba, rechazó la propuesta. “Me siento muy honrada, señor, pero estimo no ser la indicada. [...] No puedo interrumpir la carrera que estoy sosteniendo para decidir formar un hogar. Usted ha perdido una esposa, poseedora de una fibra política, cualidad de la que no estoy dotada”, respondió con firmeza. Su pasión era, sin duda, el deporte.

El exilio y la prohibición

La militancia peronista de Mary, había sido directora del Ateneo Deportivo "Eva Perón" y jefa de Deportes de la Municipalidad de Buenos Aires, se convirtió en su sentencia deportiva.

Junto a su marido Heraldo Weiss.

Mary estaba jugando las finales del Abierto de Alemania Occidental cuando el gobierno de Perón fue derrocado el 16 de septiembre de 1955, por la llamada Revolución Libertadora. Su vida cambió drásticamente. Las nuevas autoridades argentinas, en un acto de persecución insidiosa, le confiscaron sus bienes y, lo que fue más cruel, enviaron un telegrama a la Federación Internacional para que no la dejaran participar más en sus torneos.

Un diario porteño de la época resumía la situación: “Su fidelidad al peronismo y su cariño y respeto hacia Eva Perón son pecados [...] que excomulgan a Mary Terán de Weiss de la comunidad reaccionaria”.

Si bien la Federación Internacional rechazó la orden y le permitió seguir jugando, Mary debió quedarse exiliada en España, acumulando triunfos que la prensa argentina silenciaba.

La batalla final contra la indiferencia

Recién pudo regresar a la Argentina en 1959. Sin embargo, la marginación continuó: ningún club la aceptaba. Cuando finalmente River Plate le abrió las puertas, se topó con el boicot. En el Campeonato Interclubes de 1963, sus rivales simplemente no se presentaban a jugar.

Cansada de la persecución y las injurias, en 1964, Mary publicó una "Carta Abierta a la opinión pública" en la revista El Gráfico: "Mi situación constituye una inhumana e injusta persecución, alentada por el inconfesable deseo de evitar que vuelva al primer plano en mi deporte favorito", escribió con profunda tristeza.

Obligada a esperar en la cancha para que ninguna rival se presentara, la tenista decidió, finalmente, alejarse para siempre del deporte que amaba. Profundamente deprimida y olvidada, "La Piba" se retrajo de la vida pública. Apenas le quedó la atención de sus locales de indumentaria deportiva.

Pero, a pesar de todo, en el mundo del tenis seguía muy activa. En plena dictadura militar, Mary reunió más de cinco mil firmas y publicó una solicitada en el diario La Nación para apoyar a Guillermo Vilas en un conflicto económico con la AAT. Nunca olvidó de dónde venía.

El 8 de diciembre de 1984, esa depresión ganó la última batalla. La honda impresión que causó su muerte en Mar del Plata fue el sombrío epílogo de una mujer que triunfó en el mundo, pero fue perseguida en su propio país por su compromiso honesto con lo popular.

Una memoria recuperada

Pero tras su fallecimiento, la figura de Mary siguió siendo relegada. En 2007, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires decidió que el estadio del Parque Roca llevara su nombre. No obstante, durante la administración de Mauricio Macri se implementaron estrategias de ocultamiento y sustitución que hicieron desaparecer esa denominación en la cartelería, las entradas y la publicidad de los eventos, hasta que el INADI intervino para garantizar su reconocimiento, solicitando a los medios que se lo llame como corresponde y no simplemente Parque Roca. Aquella resolución de 2007 abrió un nuevo capítulo en la memoria colectiva: desde entonces, el nombre de Mary Terán volvió a circular, fue homenajeada en el Rowing Club y su historia de lucha y de tenis comenzó a ser conocida incluso por referentes históricos del deporte nacional.

Mary Terán jugó 1100 partidos internacionales y ganó 832; fue la raqueta número uno de Argentina cinco años (tres de ellos consecutivos) en la década de 1940; llegó a ser considerada top 10 mundial antes de los rankings oficiales y ganó 28 títulos.

Tenía sesenta y seis años cuando se suicidó en Mar del Plata.