Llegaron, protestaron y se fueron... en colectivo

Ya estaba previsto que el Concejo Deliberante aprobara este miércoles una suba del 28% en el precio del boleto del colectivo: la mayoría que tiene el bloque oficialista garantizaba el aval al aumento. Sin embargo, desde temprano, varias agrupaciones sociales y políticas se concentraron en las puertas del palacio municipal -custodiadas por un cordón policial- para expresar en forma pacífica su rechazo al incremento. 

Cerca de las 10 de la mañana, los manifestantes superaban el centenar y las banderas del Movimiento Teresa Rodríguez, Mas, Partido Obrero, Hijos y la Juventud Peronista, entre otras organizaciones, tapaban la visión en la calle Yrigoyen, entre San Martín y Luro. No obstante, la mayoría de los presentes coincidía en que años anteriores este tipo de protestas fueron más concurridas. 

Una vez que se supo que el Cuerpo Legislativo había empezado a sesionar, los manifestantes renovaron los cantitos que acompañaban con bombos y aplausos. Adentro, un grupo de personas que estarían vinculadas a la barrabrava de Alvarado impedían el ingreso al recinto, que desde antes de las 9 había sido copado por gente de la UTA, en apoyo al pedido de aumento realizado por los empresarios del transporte. 

En eso, apareció un muchacho discapacitado que amenazaba a los gritos con incendiar su silla de ruedas frente a la municipalidad. Jonathan, a quien le falta una pierna, exigía que el intendente Gustavo Pulti lo recibiera y le explicara porqué este martes, al intentar ingresar a un espectáculo en el Polideportivo con una identificación que le había otorgado el área de Discapacidad de la Comuna, había recibido múltiples golpes del personal de seguridad: las heridas que tenía tanto en la espalda como en los brazos respaldaban sus dichos. 

La confirmación de la aprobación de la suba generó abucheos e insultos a los concejales que minutos más tarde de levantar la mano, habían salido a fumar al balcón del Concejo. “Hijos de puta, hijos de puta”, repetían. En la esquina de Luro e Yrigoyen, en tanto, ardía un contenedor plástico lleno de basura. 

Tras varios minutos de cantar consignas en contra de los ediles y del primer mandatario local, algunos manifestantes cruzaron sus banderas a lo largo de Luro para interrumpir el tránsito, que pronto se desvió por Yrigoyen y La Rioja. Al observar esa situación, varios jóvenes corrieron hacia La Rioja para atacar con palos y piedras a los colectivos que circulaban por esa arteria. 

Pese a que no se produjeron daños mayores sobre las unidades, los pasajeros que iban a bordo de los micros se mostraban entre sorprendidos y asustados. La policía intervino un rato después y, bajo la advertencia de que, de ser necesario, dispararían balas de goma, lograron dispersar al grupo que, luego de arrojar piedras y botellas plásticas a los uniformados, se replegó en la plaza San Martín. 

Casi una hora después de que el Concejo había autorizado la suba del pasaje para el transporte público, el panorama en las inmediaciones a la Comuna empezaba a normalizarse. El ingreso al municipio seguía fuertemente controlado por una decena de uniformados que observaba a tres chicos que dibujaban sobre el asfalto con una piedra. El resto había guardado sus banderas y esperaba en la garita de Luro y Mitre que pasara el colectivo que los devolviera a sus casas.