"Me dijo que si salía a hablar en los medios, venía y me mataba”

Como Anahí, Jessica denunció acoso de su expareja. En su caso, dijo, se suman golpes de puño, agresiones en público y retención ilegítima de sus hijos para hostigarla. 

20 de Mayo de 2015 10:52

Por Redacción 0223

PARA 0223

Hace casi dos años que Jessica vive con miedo. Cuando se separaron, Claudio se quedó en la casa que compartían con sus hijos. Ni ropa pudo agarrar. Jessica recuerda ahora, que denuncia a Claudio por violento y acosador, que se fue con lo puesto: “Del insulto, pasó al golpe. La situación ya no daba para más”.

Sin embargo, Jessica no sabía que Claudio tenía violencia para rato. Como en el caso de Anahí, esta mujer de 39 años no imaginaba, según relató, lo que vendría: trompadas en el rostro, el secuestro de sus hijos, el hostigamiento en público. Tampoco pensaba que su expareja le tiraría un auto encima, la golpearía en el local de ropa donde trabaja y la llamaría, como la llamó este miércoles a lo de su mamá, para amenazarla: “Si salís en los medios, voy y te mato”, cuenta Jessica que le dijo Claudio.  

“Yo así no puedo estar más. Yo vivo con miedo, mis hijos están aterrados. Ellos vieron mil veces cómo su padre me maltrata. Esto es indigno. IN-DIG-NO. No respeta las restricciones de acercamiento, le importa poco lo que diga un policía o un juez. Está loco. No tiene límites. De hecho, ayer –por el martes- me golpeó dentro del local. Justo tenía cerradas las persianas. Por suerte lo vio un cliente y me pude escapar. Sino, capaz que me mata. Dos días antes me tiró el taxi en el que trabaja encima. Decime cómo puedo seguir viviendo así. Acá las cosas están mal: miedo tendría que tener él, pero no lo tiene porque nadie hace nada. Él está suelto, tranquilo. Y yo vivo aterrada”, razonó Jessica en diálogo con 0223.

Según contó la mujer, Claudio maneja un taxi y trabaja en una bicicletería de Colón y 176. “Lo que también hace difícil la situación es que consume droga. Está muy, muy agresivo. Ya no alcanzan las denuncias. Por eso decidí salir a hablar. De verdad que estamos en peligro y yo estoy resignada. Llegué a pensar que del único modo que irá preso es si me mata. Ahí sí que todos sabrán que fue él. No quiero tener más miedo. Quiero vivir tranquila, poder trabajar y criar a mis hijos”, pidió Jessica, que dijo haber radico denuncias por “golpes, vulneración de la restricción, roturas en el negocio, llevarse el nene más chico y amenazarme de muerte”. “Llegó a poner la gotita en los candados del local de ropa donde trabajo para que no pueda entrar y reirse de mi. Es mucho, ¿no?”.