En el nombre del padre, del hijo y del sobrino: juzgan a los tres por homicidio

Más de veinte testigos, al menos cinco jornadas de debate, tres abogados defensores y dos hechos por juzgar. Ese es el escenario que los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal 3 se encontraron al comenzar el debate en el que juzgarán la participación y responsabilidad de tres personas en el asesinato de Alejandro Del Valle cometido en febrero de 2014. En el mismo juicio también se definirá la responsabilidad de otra persona en un ataque a balazos a la casa de los imputados que se dio previamente y que habría originado la persecución que terminó con el homicidio.

La víctima fue asesinada en Gütemeberg al 10.00 luego de que la motocicleta en la que se desplazaba junto a Maximiliano Rodríguez fuera embestida por una Peugeot Partner que los perseguía. Según la hipótesis fiscal, ambos cayeron al piso y fueron atacados por Juan Carlos Juárez, su hijo Juan Cruz y su sobrino Jonathan Franco. Producto de la agresión –que incluyó golpes y el uso de un cuchillo- Del Valle murió tras sufrir un corte en la arteria femoral, mientras que su acompañante quedó internado con politraumatismos y con la mandíbula fracturada.

Además del crimen, los jueces Eduardo Alemano, Juan Manuel Sueyro y Leonardo Celsi juzgarán la participación de Rodríguez en el ataque a balazos registrado horas antes en la casa de los Juárez en Namuncurá al 1600. El mismo se habría producido luego de varias diferencias con los Juárez por una relación que mantenía con una integrante de la familia.

Este lunes por la mañana, casi una hora después de lo previsto, el juicio comenzó en el sexto piso de Tribunales con los alegatos de apertura. El fiscal Juan Pablo Lódola adelantó que por el primer hecho intentará probar el abuso de armas cometido por Rodríguez, mientras que su defensor -Matías Cestona- anticipó que discutirá la autoría del mismo.

En cuanto al crimen, desde el Ministerio Público Fiscal se presentaron dos hipótesis que se encuadran dentro de los delitos de lesiones graves y homicidio o lesiones graves y homicidio en agresión. En ambos casos se debatirá el rol que tuvieron padre, hijo y sobrino durante la persecución y el ataque. El abogado Osvaldo Verdi –en representación del padre e hijo- y el defensor oficial Mauro Giacomaso –por Jonathan Juárez- señalaron que van a discutir la participación de sus defendidos y la presencia en el lugar de uno de ellos.

Desestimientos y dificultades

Si bien en el listado original del debate aparecen más de treinta testigos, en la primera jornada fueron descartados tres testimonios: el de dos funcionarios policiales y el de la madre de la víctima. Aunque Sandra Del Valle iba a declarar en primer término, la abogada María Sobarzo –en su rol de representante del particular damnificado- explicó que la mujer no estaba en condiciones anímicas de hacerlo y la fiscalía y las partes estuvieron de acuerdo.

De forma inmediata se registró una situación particular en torno a la  declaración de Ramírez como testigo del crimen de su amigo, ya que también está imputado del delito de abuso de armas. Más allá de alguna oposición, los jueces le aclararon la diferencia de su posición en los dos hechos investigados –imputado y testigo- y resolvieron que responda el interrogatorio del fiscal.

El sujeto de 27 años recordó que esa jornada circulaban en una motocicleta –propiedad de su padre- cuando notaron que una camioneta Peugeot Partner los perseguía. “Manejaba Juan Carlos Juárez y Jonathan tenía medio cuerpo afuera, llevaba una cuchilla y decía que nos iban a matar”, recordó. Ante la pregunta del fiscal, señaló a los tres imputados como las personas que iban a bordo del rodado.

“La camioneta se puso en un par de oportunidades al lado nuestro y Jonathan me tiró un par de cuchillazos hasta que nos chocaron por segunda vez y nos caímos”, declaró. Ramírez dijo que Juan Carlos lo golpeó en la cara, que se desmayó y que al despertar vio a Del Valle muerto por lo que supuso que lo atacaron porque “lo había querido defender”.

Según sus palabras, el motivo del encono de los Juárez obedecía a una relación informal que mantenía con Evelyn –hija del hombre que conducía la Partner- y la persecución se generó a partir de una cita inconclusa ese sábado. “Nosotros estábamos “amanecidos” (no habían dormido en toda la noche tras salir a bailar) y fuimos a lo de la tía de Evelyn a esperarla hasta que me dijo que me fuera porque iba a llegar el padre y me iba a matar”, recordó Martínez. De acuerdo a sus palabras, a las pocas cuadras de salir, comenzó la persecución que terminó en Gütemeberg y 206.

Tras un breve cuarto intermedio y confirmar la ausencia de los testigos programados, el Tribunal dispuso que la actividad se retome el martes por la mañana con la presencia de algunos de los policías que acudieron al lugar tras un llamado al 911.