El dilema de Pulti

3 de Mayo de 2017 20:37

Desde hace tiempo Gustavo Pulti se mantiene alejado de la escena pública. No da entrevistas, no envía comunicados y sus apariciones son contadas. Las encuestas no sacan de la cancha, por el contrario algunos sondeos muestran que todavía mantiene una intención de voto para nada despreciable. Sin embargo, hay algo que le incomoda: las investigaciones judiciales en su contra.

El exintendente está a la espera de que la Justicia de Garantías defina si envía a juicio oral la investigación llevada adelante por la Fiscalía de Delitos Económicos. A su vez, fue imputado en otra causa vinculada a manejos en la Secretaría de Seguridad durante su gestión. En privado, aclara una y otra vez que no se trata de causas de corrupción sino de irregularidades administrativas. Sin embargo, sabe que si sale a la cancha la oposición aprovechará su situación judicial para dañarlo una y otra vez, y lo vincularán sin piedad a las causas de corrupción que se investigan a nivel nacional durante la gestión kirchnerista.

Lo más razonable, entonces, sería no exponerse en elecciones de medio término. Es probable que así sea, pero de elegir esa opción Pulti afronta dos problemas. El primero, nadie le garantiza que después de dejar pasar un turno electoral pueda volver a subirse al ring electoral. Y el segundo, y más importante, es que sin su presencia en la lista Acción Marplatense podría hacer una elección de discreta para abajo.

Las encuestas que se manejan por estas horas en Mar del Plata muestran que ni Leandro Laserna ni Marcelo Artime, los dos precandidatos que lanzó el sector pultista para competir en las próximas elecciones, tienen nivel de conocimiento y, mucho menos intención de voto. Más allá de haber ocupado distintos cargos en el Ejecutivo y en el Concejo Deliberante en los últimos 8 años ninguno de ellos es una figura conocida para la media marplatense.

En medio de ese dilema se consolidó otra situación que acrecienta más la incertidumbre del exjefe comunal: Santiago Bonifatti lanzó una agrupación interna dentro de Acción Marplatense con la clara intención de disputarle el armado de listas al pultismo. Y cuando parecía que detrás de él apenas había un puñado de familiares y allegados, el actual concejal sentó en primera fila a Juan Rey.

Está claro que no aparece entre los primeros puestos de las encuestas, pero es una figura atractiva para el ámbito político. Tras la muerte de su hijo, creó la ONG Hazmereír y se ganó el respeto y el cariño de la comunidad. A esos atributos, el propio Pulti le sumó un antecedente en la gestión pública, cuando lo nombró subsecretario de Cultura.

“Mano a mano contra Artime o Laserna, los pasa por arriba”, sostienen desde la nueva agrupación y se ilusionan con la posibilidad de que Acción Marplatense afronte por primera vez una interna. “¿Y si juega Pulti?”, es la pregunta obligada.

“Ahí es otra la historia. Es probable que perdamos, pero si el candidato es Pulti va a quedar como que tuvo que postularse él para ganarnos. También sería un triunfo”, dicen desde el entorno de Bonifatti.

Hay una alternativa en ese esquema: que Pulti sea candidato a senador por la Quinta Sección Electoral. Luego de mantener charlas con distintos partidos y distintos sectores, lo más firme es alguna alianza electoral con el kirchmerismo. Habrá que ver si logra superar las trabas formales, ya que desde Nueva Acción rechazan volver a emparentar al partido de la ciudad con el kirchnerismo. Creen que deben transitar esta elección con una boleta corta para comenzar a recuperar un sector del electorado que le dio la espalda en las dos últimas elecciones.

En el pultismo no están tan convencidos de eso y tratan de hallar un equilibrio. “Somos un partido vecinal, pero con valores claros”, repite el propio Pulti, que entiende que una boleta corta en una elección tan nacionalizada como la que se avecina significaría dar mucha ventaja. De ir en un nuevo frente con el FpV, ¿Daniel Scioli o Florencio Randazzo?

En 2015, con una fuerte presión de Florencio Aldrey Iglesias, el jefe comunal hizo explícito su apoyo al entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, Scioli estaría hoy decidido a representar al kirchnerismo más ortodoxo, mientras que el exministro de Interior y Transporte se para en la vereda de los que apuestan a una renovación. Sin duda, en busca de ese equilibrio entre un partido vecinal, adosado a una boleta nacional, la opción Randazzo parece más adecuada, pero las vueltas de la política siempre tienen más pliegues de los que se ven a simple vista.