Lele Usuna: "Hay una camada muy grande que va a hacer crecer el deporte"

Mientras termina de diagramar las competiciones para el 2022, el primer y único surfista argentino clasificado a un Juego Olímpico analizó el nivel del equipo nacional y ratificó su intención de estar presente en París 2024. Además, recordó sus vivencias en la Villa Olímpica junto a Novak Djokovic, Facundo Campazzo y Diego Schwartzman.

Leandro Usuna fue el único surfista argentino clasificado a Tokio 2020. Foto: Reuters.

10 de Marzo de 2022 19:58

El surf está en la cresta de la ola. Después de debutar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el deporte de las tablas creció a pasos agigantados y en Argentina tiene un máximo exponente: Leandro Lele Usuna.

Tras una agónica clasificación, el Grinch fue el único representante argentino en la máxima cita del deporte. Desembarcó con toda la ilusión en la playa de Tsurigasaki donde hizo historia, a pesar de que los resultados no lo acompañaron y quedó eliminado en primera ronda.

Codearse con atletas de élite de todo el planeta como Novak Djokovic, compartir momentos con las delegaciones nacionales de básquet o de tenis marcaron su estadía en la Villa Olímpica, donde aprovechó para enseñarles a sus pares sobre el surf.

En un mano a mano con 0223, Lele rememoró sus días en Japón mientras se mentaliza con ponerse a punto para volver a competir con un objetivo claro: replicar la epopeya de Tokio y conseguir la clasificación a París 2024.

El presente del surf es muy distinto al de hace algunos años. Su devoción por el mar se traduce en un legado que le quiere dejar a las nuevas generaciones. Con 34 años, se impone como el referente del equipo nacional y les muestra el camino a seguir a los más jóvenes. "Hay una camada muy grande y se los ve muy profesionales", asegura.

-Fuiste el primer surfista argentino en un Juego Olímpico. Si mirás hacia atrás, en retrospectiva, ¿sos consciente de lo que significó?

-Cada vez me doy cuenta más que fui olímpico, la gente me lo hace acordar en la calle. Creo que todavía no caí del todo, me va a pegar más fuerte cuando sea más grande y vea que a esta edad fui olímpico o ver mi tabla en el museo del Comité Olímpico Internacional. Estoy súper feliz con lo que logramos, es un trabajo en equipo. Estoy contentísimo.

-Si hay algo que tiene en particular un Juego Olímpico son las vivencias dentro de la Villa Olímpica. ¿Cómo fue tu experiencia con otros deportistas?

-La primera vez que tuvimos esta convivencia con otros deportistas fue en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde estábamos en una villa. Esta fue la primera vez que compartimos con los demás atletas. Creo que el surf es un deporte bastante agradable, a mucha gente le gusta. Sentí una muy buena onda de todos. La experiencia fue increíble, poder compartir con los mejores deportistas del mundo, conocer a los mejores deportistas de Argentina como Facundo Campazzo o Diego Schwartzman, contarles de tu deporte y que ellos te cuenten del suyo. Yo estaba en el cuarto con uno de tenis, uno de tiro y otro de triatlón. Cada uno le explicaba al otro sobre su deporte. El aprendizaje, la convivencia, la verdad la pasé bomba.

-¿Te pudiste sacar alguna foto con un deportista o charlar con alguien en particular?

-Me saqué fotos con Facu Campazo y Luis Scola. Al resto no los quería joder mucho. Sé que los Juegos Olímpicos son cada cuatro años y muchos estaban concentrados con su rutina. Estar ahí y convivir entre todos fue lindo. Iba a desayunar al comedor y por ahí estaba Novak Djokovic al lado, fue buena onda y re humilde la verdad. Hay muchos deportistas a los que no les gusta quedarse en la Villa Olímpica. Muchos van y les piden fotos y los desconcentran. Djokovic estaba ahí como todos, sentado. Él la sabe manejar de otra forma.

-Cuando terminaste los Juegos de Tokio dijiste que ya querías empezar el proceso para ir a París 2024. ¿Cuán factible y posible lo ves en el horizonte?

-Lo veo bien. Todavía resta confirmar dónde se va a hacer el torneo de clasificación. Dicen que por tal vez se abra el cuadro para que haya más participantes. Ya lo hicimos una vez y se puede hacer otra vez. Tenemos esa confianza. París 2024 se va a hacer en la ola de Teahupoo, en Tahití, en la polinesia francesa. Eso es una motivación adicional para ir y clasificar. Es un lugar que me encanta, me gustaría mucho competir. Es una maniobra que es adentro del tubo que a mí me sale bastante bien, entonces si llego a clasificar probablemente tenga más chances de las que tuve en Japón para llegar a las medallas.

-¿Cuales son tus próximos objetivos en este 2022?

-Después de los Juegos seguíamos un poco en pandemia. En el verano trabajé mucho con las escuelas de surf. El mayor objetivo es clasificar a París 2024, tenemos que ver cuáles son las competencias clasificatorias. Vamos a retomar el entrenamiento ahora que se acabaron los meses caóticos de mucho tránsito y trabajo. Ahora le vamos a meter full foco a los entrenamientos.

-Siendo papa de Benicio, ¿te cuesta más largarte e irte de casa?

- La verdad que sí. Me cuesta un poco salir de casa cuando estás durmiendo con él y también cuesta quedarse fuera. Siempre tengo más ganas de volver, pero me da esa fuerza de padre de llevar algo para la familia.

-Tenes varios títulos nacionales, fuiste bicampeón del mundo, te colgaste la medalla de plata en Lima 2019 y resultaste ser el primer surfista argentino olímpico. ¿Cómo te reinventás a la hora de encarar cada proceso, qué motivaciones encontrás para seguir compitiendo en el primer nivel?

-Yo lo hago porque lo amo. Es algo que me apasiona. Puedo trabajar de algo que me gusta, algo que me encanta. Trato de sacarle el jugo en la competencia. Ya soy maduro, hace muchísimos años que lo vengo haciendo, eso me ayuda estratégicamente. Siempre estoy aprendiendo, entrenando y me motiva seguir representando al país que, ahora que es un deporte olímpico, abre otro circuito, otro torneo, otro objetivo en la vida de un surfista.

-Hay una camada renovada en el surf argentino, algunos son jóvenes pero están asentados. ¿Cómo ves el nivel para los próximos años?

-Hay una camada muy grande, muy profesional a tan poca edad. Yo empecé a entrenar a los 23. Hoy los chicos a los 13 ya tienen entrenador, preparador físico, algo fundamental en la vida de un atleta. Se los ve profesionales. Cada vez crece más el deporte y mientras más competencia haya, más van a exigirse los chicos y el nivel más rápido va a crecer. Que esa base crezca va a hacer crecer el deporte y por ahí vamos a tener más representantes a nivel internacional como hemos hecho Santiago Muñiz, Ignacio Gundesen, yo y otros más.

-Con 34 años, para muchos de esos chicos sos un referente. ¿Cómo te llevás con ese rol de exponente para los más chicos y el mensaje que les tenés que transmitir?

-Me encanta que me admiren, me siento orgulloso, me siento contento que tengan esa admiración. El consejo que les doy es que surfeen porque les gusta y no por competir. Que no pierdan esa conexión. Después las cosas van a venir solas, todo pasa por algo. Háganlo porque les gusta hacerlo.