Afirman que fue asesinado un militar que trabajaba en la Casa de Gobierno

23 de Noviembre de 2007 17:58

Por Redacción 0223

PARA 0223

El sargento Jorge Oscar López, de 40 años, había desaparecido el 12 de octubre. Su cadáver apareció el lunes 5 de noviembre en Chapadmalal. Sospechaban de un suicidio, pero ahora confirmaron que tenía un balazo en la cabeza. El sargento que trabajaba en la Casa Militar de la Casa Rosada y fue hallado semidecapitado en Chapadmalal el 5 de noviembre pasado, no se quitó la vida sino que fue asesinado de un balazo en la cabeza, informaron fuentes policiales y judiciales.
Esa es la principal hipótesis que sigue la Justicia marplatense, luego de que la autopsia determinara que Jorge Oscar López, de 40 años, tenía un balazo en la cabeza y que las lesiones en su cuerpo producto de la caída al acantilado fueron post mortem.
López había desaparecido el 12 de octubre pasado. La principal sospecha era que había dejado su casa por propia decisión. Pero el suboficial del Ejército apareció muerto el lunes en una playa de Chapadmalal, a 30 kilómetros de Mar del Plata.
El cadáver apareció sin parte de cabeza y debió ser identificado por sus huellas dactilares. Hasta ahora se creía que podía haberse quitado la vida o sufrido un accidente, pero la fiscal de instrucción porteña Marcela Sánchez, a cargo del caso, viajó tras el hallzago a Mar del Plata, donde se realizó la autopsia que arrojó las causas de la muerte.
Fuentes del caso detallaron que la decapitación no es "limpia" desde el cuello, sino que al cadáver le faltaba la cabeza, pero desde la mandíbula inferior hacia arriba.
Los forenses creían que pudo haberle estallado al golpearse contra las rocas. La principal hipótesis era que López se había suicidado tirándose de un acantilado.
A simple vista no se notaban heridas de bala o de arma blanca, pero el cadáver está muy deteriorado por la acción del mar y el golpe contra las rocas de la orilla.
A unos mil metros del lugar donde aparecieron los restos, entre las rocas de la costa, se encontró el auto de López, cerrado y con documentación en su interior.
El sargento fue hallado con la misma ropa que usaba al desaparecer, sólo le faltaba uno de los botines negros, que se presume, pudo haber sido arrastrado por la marea.
Lo único que los investigadores no encontraron fueron su campera y su teléfono celular personal, que por las llamadas entrantes y salientes analizadas, la última vez que se activó fue el 13 de octubre, un día después de su desaparición, con una antena de Chascomús, cuando según presumen los pesquisas, estaba en pleno viaje hacia la costa.
La fiscal Sánchez ya acreditó que López no se registró, al menos con su verdadera identidad, en ningún hotel de Chapadmalal o Mar del Plata. Algunos testigos declararon que el auto estaba estacionado desde hacía varios días donde fue encontrado. El 12 de octubre pasado, López, que vivía en San Telmo, se despidió de su familia pero no fue a trabajar.

AUTOR / FUENTE: Agencia Télam

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