Crimen del policía: un disparo por la espalda y el balazo mortal en la cabeza

A la misma hora que trasladaban los restos del sargento Walter Barrera al cementerio, el fiscal Juan Pablo Lódola recibió en su despacho el informe preliminar de autopsia. El escrito confirmó que el policía recibió un primer disparo por la espalda y una segunda herida mortal que ingresó por su sien izquierda y no tuvo orificio de salida.

En diálogo con 0223, el fiscal Lódola confirmó que no pudo establecerse el calibre del arma utilizada, ya que el proyectil secuestrado no registra interés pericial. Si bien falta el informe definitivo, la deformación del plomo indicaría que el disparo mortal se efectuó desde una distancia mayor a la que se suponía inicialmente.

En su intento por detener el accionar de los sujetos, Barrera recibió un primer disparo por la espalda. El informe médico indica que le ingresó por el glúteo y que tuvo orificio de salida en el muslo. Durante el intenso tiroteo –secuestraron más de 10 vainas y proyectiles en el lugar- recibió el segundo impacto que lo dejó tirado sobre el pavimento.

“Aunque no podamos precisar el calibre del disparo mortal, las características de las lesiones provocadas confirma la versión que dieron todos los testigos acerca de que uno de los delincuentes tenía un arma de gran porte”, agregó Lódola.

La realización del informe balístico final, permitirá conocer que cantidad de disparos realizaron los delincuentes. Las armas de Barrera y del otro policía que bajó de su auto para socorrerlo, ya fueron periciadas y trascendió que fueron accionadas al menos cinco veces.

Con relación a la búsqueda de los autores del homicidio en ocasión de robo –según la calificación inicial- Lódola explicó que se sigue trabajando en una línea de investigación. Por el momento, y al contrario de algunas versiones que hablaron de la suspensión de un allanamiento, no se habían solicitado medidas a la Justicia de Garantías.