Alvarado debutó con el pie derecho

Con autoridad, en un partido muy difícil como todo debut, el conjunto de Duilio Botella fue superior y se quedó merecidamente con el triunfo por 2 a 0 sobre Belgrano de Santa Rosa. 

La alegría de los jugadores de Alvarado, que se sacaron la mochila del primer partido y ganaron de manera merecida por 2 a 0, para llegar 

7 de Febrero de 2016 21:56

Había mucha expectativa, el equipo había andado bien, pero tenía que ganar. Y no es fácil en el primer partido, con todo lo que se genera, con la presión de afuera, con las ganas de adentro. Por eso, lo importante era quedarse con los tres puntos y Alvarado lo hizo. Lo abrió con un gol de Ezequiel Ceballos que volvió para ser nuevamente el más aplaudido por la gente y lo liquidó con uno de Mauro Castro, para el 2 a 0 sobre Belgrano de Santa Rosa que se ajustó al desarrollo del encuentro.

Le costó el arranque a Alvarado. Como toda primera fecha, no sólo se juega contra el rival, sino también contra la propia ansiedad, el empuje de la gente y unas ganas de ganar que se terminan convirtiendo en perjudicial. Belgrano no hacía demasiado para lastimar, pero estaba agazapado buscando la estocada para enmudecer a las casi 10 mil personas que le pusieron un marco espectacular al José María Minella. Y pudo ser a los 15', en la primera que López Alduncín le ganó a los centrales marplatenses, se filtró por el medio de los dos, Barucco salió lejos fuera del área y ganó el delantero que lo quiso gambetear por afuera, el arquero se tiró con las manos y Lucas Novelli "no se animó" a echarlo, le sacó solamente la amarilla, le perdonó la vida y respiró Alvarado.

Después de esa jugada, fue otro el equipo de Botella. Se despertó de golpe, se dio cuenta que había zafado de una pero no iba a tener otra chaance. Entonces, se concentró, empezó a ganar en la mitad de la cancha y a buscar el desnivel por las bandas, sobre todo la derecha con Hermida y Compagnucci. Y fueron los encargados de abrir el partido, el delantero avisó con un desborde que no alcanzaron a conectar Blanco y Santos por el medio, y el exDouglas volvió a ganar por ese sector y esta vez sí Santos metió el frentazo con destino al arco que fue directo a la mano de Bornes que se cruzó en el camino. En esta, el tandilense no dudó, cobró el penal y Ezequiel Ceballos tuvo el regreso soñado, lo ejecutó con categoría, contra la base del caño izquierdo de Vistarop que fue para allí pero nada pudo hacer.

La ventaja le dio tranquilidad y mayor dominio. La pelota era poder total del "torito" y parecía que cuando encontrara el último toque podía llegar al segundo. Compagnucci estuvo cerca con una definición suave, cruzada, que se fue apenas al lado del palo derecho, con el arquero fuera de acción. Si bien le costaba llegar con peligro, manejaba el encuentro y lo jugaba lejos de Barucco que casi no tuvo participación en el resto de la etapa. Las conexiones Ceballos, Hermida y Blanco ilusionaban pero faltó la puntada final para poder irse al vestuario con mayor tranquilidad.

El arranque del complemento siguió por el mismo camino, Alvarado era el único que tenía vocación de ataque y pudo llegar al segundo si no fuera por la gra respuesta de Vistarop tras el cabezazo de Blanco. Gabriel Compagnucci seguía siendo el mejor hombre del local, ganando permanentemente por la derecha y mostrando una dinámica sorprendente. El "torito" estaba cerca del gol, logró conexiones en ataque y en dos minutos generó tres ocasiones netas. Primero, una buena pared de Hermida con Corti terminó con el centro atrás del "Colo" que no llegó a destino; enseguida, el que apareció por izquierda fue el otro lateral, Martínez, que en vez del centro atrás apostó al buscapié y Blanco no pudo alcanzarlo; por último, el goleador recibió en la medialuna, se acomodó hasta encontrar el lugar y sacó un zurdazo que Vistarop sacó hacia un costado.

Duilio Botella planificaba cambios, poruqe el equipo no podía estrar la diferencia, parecía corta y cualquier jugada perdida podía generar un dolor de cabeza. El goleador de la pretemporada, Blanco, no podía aparecer en el debut por los puntos justo ante su clásico del año anterior y desperdició una ocasión increíble tras otra gran corrida de Compagnucci por la derecha que le metió un pase rasante que el exFerro apenas rozó y cruzó todo el arco. Zubeldía quemó las naves a 15' del final y Botella respondió con el ingreso de Fleming por el cansado Hermida.

El sufrimiento más grande para Alvarado llegó a los 36', cuando Madrid derribó adentro de la medialuna a López Alduncín, pero el remate directo fue a parar a la barrera. Como la historia lo indica, al no haberlo definido antes, terminó sufriendo. Porque Belgrano, jugado, se fue al ataque, ganó pelotas paradas y en cualquier descuido podría se haber llevado un premio exagerado. Pero no pasó y Alvarado tuvo premio, porque mereció ganar con más holgura y lo hizo con un zapatazo de otro partido de Mauro Castro, que ingresó y selló el 2 a 0 con un zurdazo bárbaro, al ángulo derecho de Vistarop, para darle el debut soñado y la tranquilidad para volver al ruedo en 15 días, visitando a Ferro de Pico.