La revancha más esperada

El tornado que se pronosticó en Chicago, se llamaba Chile, arrasó con Colombia en un arranque letal de partido, y en once minutos encaminó el triunfo y la clasificación a la final de la Copa América Centenario que se disputa en Estados Unidos. En un encuentro atípico, con problemas climáticos que demoraron el comienzo de la segunda parte, el duelo de entrenadores nacionales fue para Juan Eduardo Pizzi, que se impuso por 2 a 0 sobre los de José Néstor Pekerman. Un año después, la Selección Argentina buscará tomarse revancha de la final perdida en Santiago, el domingo a las 21 en Nueva Jersey
 
Chile mostró contundencia en el arranque, del mismo modo que exhibió esa virtud en el anterior encuentro de cuartos ante México (7-0). En apenas 11 minutos, los conducidos por Pizzi liquidaron el pleito. Cuando el vértigo de la 'Roja' se apagó, la figura del arquero Claudio Bravo (Barcelona) surgió para neutralizar los intentos de los colombianos, que resultaron discontinuos. 

La posesión prácticamente absoluta del balón, característica del fútbol chileno desde el arribo de Marcelo Bielsa en el 2006 y la acentuación posterior con Jorge Sampaoli, que derivó en el título del certamen continental pasado, le dio la tranquilidad necesaria para concluir los 45 minutos inaugurales con un claro 2-0. 

Terminado el primer tiempo, la intranquilidad se dio cita en el Soldier Field. "Se acerca clima peligroso, buscar refugio de inmediato", advirtió un comunicado de la organización por medio de un cartel electrónico ubicado en la cabecera del estadio.

Después de cabildeos, deliberaciones, lluvia sostenida y 140 minutos de demora, el encuentro se reanudó con el segundo tiempo.  Colombia buscó más arriba con el ingreso de Marlos Moreno, pero le faltó la puntada final en los últimos metros de la cancha. El árbitro salvadoreño Joel Aguilar omitió un claro penal a James Rodríguez cometido por Gonzalo Jara y cuando el asedio de los dirigidos por el entrerriano José Pekerman amenazaba profundizarse llegó la tarjeta roja a Carlos Sánchez y otra vez se le hizo todo cuesta arriba.

De allí hasta el cierre, el desarrollo se volvió frenético, las brusquedades aparecieron y el marcador no se alteró. De este modo, Chile se clasificó a la segunda final consecutiva de Copa América, donde nuevamente tendrá enfrente a la Argentina.