Franco Maeso, de Kimberley al debut profesional: "Estoy emocionado, es un sueño"

A los 19 años, el marplatense que hasta julio jugó en el "Dragón" la Liga Junior dialogó con 0223 tras debutar en el Súper 20 para Comunicaciones de Mercedes (Corrientes). 

Con el número 12, Franco Maeso defiende su posición en su debut como basquetbolista profesional en Comunicaciones.

17 de Octubre de 2019 12:03

El marplatense Franco Maeso todavía no lo puede creer. Hasta julio pasado, jugó la Liga Junior con el club de toda su vida, Kimberley. Y el pasado lunes, debutó oficialmente en el profesionalismo del básquetbol argentino para Comunicaciones de Mercedes (Corrientes), al ingresar en los dos últimos minutos del triunfo sobre La Unión de Formosa, 93 a 77 en el Torneo Súper 20, certamen antesala de la Liga Nacional.

En diálogo telefónico con 0223, y a horas de tener una nueva chance en cancha (desde las 21.30 ante Regatas Corrientes), el jugador de 19 años se refirió a este inolvidable presente: "La verdad que estoy muy feliz, era uno de mis sueños, sin dudas. Desde chiquito que empecé a jugar al básquet, quise dedicarme a esto. Poder jugar en un equipo de Liga y bueno como es Comunicaciones, es un sueño. Fueron apenas dos minutos, pero lo único que quería era entrar, aunque sea unos segundos. Es un cambio enorme para mí pasar de Liga Junior a un Súper 20, el nivel más alto a nivel básquetbol argentino. Estoy muy emocionado", comenzó quien ante La Unión, a falta de 2 minutos y 14 segundos, sustituyó al norteamericano Novar Gadson en su estreno profesional. 

-¿Te imaginabas tan rápido la oportunidad?

-La verdad que no. Justo se dio que algunos de los jugadores estaban lesionados (Matías Bortolín y Miguel Gerlero) y ahí fue donde nos dieron lugar a los juveniles para darles una mano al equipo, y si teníamos que entrar, estar listos.

-Llegaste para jugar la Liga de Desarrollo, pero ¿el proyecto del entrenador Ariel Rearte apunta también a darle espacio a los más chicos?

-Sí, sí. Vine principalmente a la Liga de Desarrollo, ya jugamos varios partidos por el Súper 20 y entrenamos con el plantel de la Liga. La verdad que con Ariel, la mejor. Nos ayuda, nos apoya, nos corrige y nos da mucha bola por suerte. Es un muy buen entrenador que siempre está trabajando con los juveniles. En este caso, le agradezco que me haya dado la oportunidad de debutar. Es un genio.

-¿Cómo se dio tu llegada a Comunicaciones?

-Mi objetivo era jugar al básquetbol profesional, siempre estuve en Kimberley. Estos últimos cuatro años jugué la Liga Junior, y desde el año pasado junto a Imanol Hernández (entrenador de Kimberley, hijo de "Oveja") estoy buscando equipo. Él me estaba ayudando. Luego de quedar eliminados con el equipo, su hermano Lautaro (hoy asistente de Piccato en Peñarol) estuvo acá y nos enteramos que estaban haciendo una prueba en Comunicaciones. Ni bien Imanol me dijo que estaba la chance, ni lo pensé. Estuve una semana entrenando, me dijeron que quedaba. Me vine el 15 de agosto y desde entonces, entreno día a día con la Liga de Desarrollo y Liga Nacional.

-Respecto a tu juego, ¿cuáles considerás que son tus virtudes, y qué te gustaría mejorar para crecer?

-Ahora, mis virtudes son más en el poste, pick and roll y caída, pick and pop, porque jugaba de 5. Pero ahora me quiero abrir más, jugar de "4" o de "3". Me gustaría mejorar el tiro, estoy trabajando en eso y quisiera consolidarme en ese aspecto. Y la defensa también, sobre todo defender perimetrales, que hoy tal vez me cuesta más porque siempre defendí a jugadores grandes. 

-¿Cómo te estás adaptando a vivir por primera vez lejos de casa, y en una ciudad chica como Mercedes (35.000 habitantes)?

-Es muy diferente a Mar del Plata, pero es un lugar muy tranquilo. Gente muy amable, buena, en el club la mejor todos con los chicos. Me tratan re bien. Es como un pueblo, con menos gente, pero lindo porque te vas acostumbrando. Es algo nuevo sin dudas.

-Y tenes de compañero a Selem Safar, marplatense también surgido de Kimberley y que seguramente es de gran ayuda para vos...

-Sí, un montón. Es un genio Selem. Desde que llegué me apoyó y en la primera conversación que tuvimos, y se enteró que era de Kimberley, desde el primer momento se puso re feliz y me ayudó con todo. Siempre está ahí, me dice que si necesito algo que le avise, me da un montón de consejos, me invita a comer. La verdad, es un crack.

-Mar del Plata tiene varios referentes en el básquetbol profesional, como Selem, Marcos Mata -también de Kimberley-, ´Pato´ Garino, Luca Vildoza, ¿te ilusiona poder alcanzar algo de lo que hicieron ellos?

-Obvio. Es mi objetivo, mi meta. Los tengo de referentes a todos. El otro día jugamos también contra Emiliano Basabe, que salió del club. Encima Kimberley, desde el año pasado colgó unas fotos de los jugadores de Liga que llegaron, y me ilusiona obviamente poder estar ahí algún día. Es el club donde jugué toda mi vida, y sería un honor estar ahí colgado.

Una vida en su club

Franco Maeso llegó a los 8 años a Kimberley. "Me acerqué por recomendaciones de amigos. Empecé con el fútbol como la mayoría de los chicos, pero era un patadura. Siempre fui más alto de lo normal. Mis viejos me decían ´por qué no empezás básquet?´. Yo me negaba siempre porque jugaba al fútbol con amigos. Hasta que un día dije ´voy a probar´ y me fue bien", contó entre risas. A la par de sus estudios en el Instituto Fray Mamerto Esquiú (de jardín a secundaria),  fue creciendo como jugador y persona. Dueño de una altura temprana (hoy mide 1.98 metros), se desempeñó siempre como pivot. El 21 de julio último jugó su último partido en el "Dragón", en la caída ante 9 de Julio de Bahía Blanca, por el primer cruce de play offs de la Liga Junior.

Franquito no se olvida de su lugar de orígen, y en este momento tan especial no ahorra palabras de agradecimientos a su club. "No es porque salí de ahí, pero me parece que Kimberley es un club que desde lo formativo es el mejor. Siempre me trataron de diez, si necesitaba algo estaban para ayudarme", sostuvo. Y quiso nombrar a las personas que más lo acompañaron deportivamente en este camino: "Agradecer a Juan Pablo Tumminello, entrenador que tuve muchos años y ahora se encarga del básquet del club. La mayoría de lo que aprendí fue con él. Estos últimos años, Imanol (Hernández), un genio siempre dándome confianza. El preparador físico Emiliano Alló, que lo tengo desde los 13 años, y si no estaba él me daba las llaves del gimnasio y siempre me ayudó. Si tenía algún dolor, consultaba como estaba", manifestó.

Y agregó: "A la gente del club le tengo mucho cariño. La gente de la subcomisión, que siempre confiaron en mí, consultan cómo estoy, me dicen que me extrañan...no tengo nada que reprocharles. No pusieron ninguna traba con el pase. De diez. Mucho aprecio al club, por eso sería un sueño tener mi imagen colgada ahí.

Por último, claro, la familia: "Cuando se produjo el debut, me acordé sobre todo en mis viejos (Maximiliano y Marisol), que sin ellos...siempre me apoyaron desde el inicio. Hace unos años tuve propuestas de Unión o Quilmes, y no sabía qué hacer y ellos estuvieron conmigo decidiera lo que decidiera. Les debo la vida. También a mi hermana Camila. A mis abuelos, en especial a uno que no está en un buen momento de salud. Y a todos mis amigos de la ciudad, cada uno sabe quiénes son".