Bronquiolitis: claves para conocer todo sobre esta enfermedad que preocupa a los padres
Ante el aumento de casos de infección pulmonar en bebés y niños pequeños, 0223 dialogó con una de las neumonólogas pediátricas del hospital Materno Infantil y el Cema a fin de conocer algunos detalles de un virus que se transmite fácilmente.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Con el otoño en pleno desarrollo, la bronquiolitis se hace notar y mucho en Mar del Plata. Tal lo habitual cada año para esta época, la infección pulmonar común en bebés y niños pequeños crece y llega a saturar las guardias de los centros de salud y hospitales públicos.
La inflamación y la congestión de las vías respiratorias no es un tema menor y preocupa mucho a madres y padres de criaturas muy pequeñas. Por eso, Verónica Palmisciano, neumonóloga pediátrica del hospital Materno Infantil y el Cema, y además coordinadora del programa Irab, con matrícula profesional nº 93.700, se presta amablemente a dialogar con 0223 a fin de acercar un análisis sobre el virus del que más se habla.
“Estamos en pleno pico de bronquiolitis. Mayo es un mes en el que generalmente empieza la circulación viral y los chicos tienen mucha predisposición al contagio, sobre todo los menores de 2 años, con la salvedad de que aquellos no alimentados a pecho, que viven en condiciones no adecuadas o los que concurren a guardería, son más vulnerables”, expresó la especialista en primera instancia.
Síntomas
Los síntomas de la bronquiolitis pueden prolongarse de una semana a un mes. En la mayoría de los casos, se puede tratar con cuidados domésticos pero los casos más graves requieren hospitalización.
“La bronquiolitis es la enfermedad respiratoria baja en los chicos, que no es el resfrío sino el virus que ataca a los pulmones y los llena de mocos. Los chicos están con tos, agitados, respiran con dificultad, les cuesta alimentarse, les cuesta dormir, son los síntomas que generalmente notan más los papás. Y como toda enfermedad viral, a veces puede tener también fiebre”, describió Palmisciano al respecto.
Recomendaciones
Las recomendaciones provistas por la coordinadora del Programa de Infecciones Respiratorias Agudas Bajas consisten, principalmente, “en no estar en contacto con personas enfermas”. “A veces vemos chicos que andan por lugares como un shopping”, ejemplificó la doctora de inmediato.
“Es necesario abstener a familiares que estén enfermos de tener contacto con los chicos. La lactancia materna es protectora. No debe haber humo adentro de las casas. Siempre recomendamos que no se fume adentro. Lo ideal es que no se fume, pero si se fuma que sea siempre afuera, todo el tiempo afuera. El estricto lavado de manos, esa higiene también es fundamental. Y ventilar las casas, evitar el hacinamiento” detalló Palmisciano.
Otro de las cuestiones fundamentales es la de la vacunación. “Desde los 6 hasta los 23 meses todos los chicos tienen que tener la vacuna contra la gripe obligatoriamente aplicada. Y sabemos que hay un déficit en ese sentido”, aseguró la especialista.
Consultada por los ambientes fríos o el exceso de calefacción, la doctora aclaró: “En época de bajas temperaturas el chico tiene que estar sobre abrigado normalmente. El ambiente frío no es que enferma. A un chico con mayor sensibilidad al frío puede ser que sí, pero en general enferman más los ambientes cerrados o muy calefaccionados, Eso por ahí seca la mucosa respiratoria y los predispone más al virus. Mucha gente usa modos de calefacción alternativos, como el brasero, que genera una combustión no adecuada, como el cigarillo”, con eso hay que tener cuidado.
Entre un resfrío y una bronquiolitis
Aunque cada caso es particular, la neumonóloga del hospital Materno Infantil asegura que “básicamente un chico que está con un catarro en sus vías superiores, lo que nosotros decimos un resfrío, es un chico que está perfecto si anda de buen ánimo, juega, sonríe, tiene solo moco en la nariz y alguna febrícula”.
“Cuando este chico comienza a tener dificultades para respirar, se le mueve la nariz cuando respira, se le hunde el hueco de las clavículas, o se le nota entre las costillas un bamboleo, ahí ya hablamos de dificultades. Al chico le está costando respirar, porque donde tiene que haber aire hay mocos, o hay una obstrucción, se le cerraron los bronquios. Eso genera que el chico esté agitado, que no se puede alimentar bien, toma la teta entrecortado, se cansa, se agita, le cuesta dormir. Ese es un signo de preocupación por el cual los padres tienen que consultar a un médico”, advirtió.
En ese sentido, para Palmisciano hay una aclaración fundamental: “Por supuesto, si es muy chiquito, hay que realizar una consulta por seguridad con algún pediatra. Nosotros en esos casos siempre recomendamos ir al pediatra. En este momento del año las guardias están repletas de gente, con mucha cuestión infecciosa. Alguien puede ir con un chico que tiene su salud más o menos y se lo lleva con una infección más importante” aclaró.
Programa Irab
Aunque la guardia de un hospital tendría que atender los casos más importantes y las personas deberían recurrir siempre a los centros de atención primaria, es imposible evitar que las citadas guardias tengan un aumento en la demanda de atención en estas épocas, prácticamente, en todos los horarios.
“Lo que tenemos en el hospital desde hace varios años es un programa de refuerzo de guardia, que se llama Irab, dependiente de la provincia, en donde se refuerza el consultorio con médicos y fundamentalmente con enfermería para el abordaje de estos chicos con bronquiolitis menores de 2 años. Se les hace una atención más personalizada, se les hace seguimiento del tratamiento, se los refiere al Caps al otro día con un espacio para que lo atiendan. Está habilitado del 15 de mayo al 15 de agosto” aclaró Palmisciano al respecto.
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