Gary Trousdale: anécdotas y confesiones en el mundo de la animación
En dialogo con 0223, el director de "La Bella y la Bestia", "Atlantis: el imperio perdido" y "El jorobado de Notre Dame" recordó sus pasos en la profesión, con mejores y peores momentos.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Por Delfina Mostafá
Las películas animadas forman parte de nuestras vidas desde la niñez, incluyendo los clásicos más queridos como “La Bella y la Bestia” (1991) y otras creativas producciones como “Atlantis: el imperio perdido” (2001). ¿Qué tienen estas películas en común? Una pista: también podemos incluir “El jorobado de Notre Dame” (1996). La respuesta está en los pequeños nombres de los créditos, y es nada más ni nada menos que su director: Gary Trousdale.
En diálogo con 0223, el artista repasó con nostalgia sus primeros pasos en el mundo cinematográfico, su experiencia en Disney y su posterior incorporación a Dreamworks. Asimismo habló acerca de su relación con Kirk Wise, su fiel compañero en la dirección de grandes éxitos, y confesó las verdaderas causas de su alejamiento de ambos estudios.
Los primeros pasos de un soñador
El cineasta estadounidense tiene 59 años y nació en La Crescenta-Montrose, a tan solo treinta minutos de Los Ángeles. Al igual que todas las personas, desde que era un niño pensaba en su futuro. ¿Qué haría cuando fuera mayor? En ese entonces solo sabía que le gustaba dibujar, pero no se imaginaba que podría ser parte de su trabajo algún día. “Empezó con sostener crayones tan pronto como pude, y creo que a los 3 años fue cuando mi mamá comenzó a guardar mis dibujos”, recordó.
Asimismo su admiración por los dibujos animados, especialmente los de Warner Bros, fue determinante para sus elecciones en el futuro. Mencionó Bugs Bunny, El Pato Lucas, Puerco Porky y El Gallo Claudio entre sus preferidos. A medida que avanzaba la conversación los recuerdos desembocaron en anécdotas y Gary regresó inmediatamente a su niñez, cuando veía “El Coyote y el Correcaminos” junto a su padre todos los sábados.
Sin embargo, antes de saber que quería trabajar en la industria cinematográfica, Gary pensó que su trabajo ideal sería en la creación de atracciones para los parques de Disneyland. El detrás de escenas, que incluía elementos como la ambientación y los audio-animatronics, parecían ser un trabajo entretenido para un soñador de 12 años. Pero un familiar suyo trabajaba en el desarrollo de planes para parques temáticos y “era desesperadamente infeliz”, por lo que decidió abandonar estos deseos para evaluar otras opciones.
Durante sus años en la secundaria el plan era convertirse en arquitecto, íntimamente relacionado con su intención de vivir con un lápiz en la mano. “Dibujaba todo el tiempo, pero era completamente inconsciente de que una persona pudiera vivir de la animación. Mi idea de esta industria era de un grupo de hombres viejos de pelo blanco y sweaters o camisas hawaianas trabajando tranquilamente en su fortaleza, monasterio, estudio”, comentó.
Su meta hacia la arquitectura tuvo un final brusco cuando se percató de sus dificultades frente a las matemáticas, y el “Día de las Carreras” en su escuela secundaria lo cambió todo. Un llamativo stand del Instituto de las Artes de California (CalArts) y una conversación con una de sus estudiantes le abrieron los ojos hacia un futuro de posibilidades en el mundo de la animación.
La Mafia de CalArts
Lo cierto es que CalArts, fundada por el inigualable Walt Disney, es la cuna de varias generaciones de animadores que dieron lugar a las creaciones más inolvidables. Es posible mencionar a Tim Burton (“El extraño mundo de Jack” y “El cadáver de la novia”) y John Musker (“La Sirenita” y “Aladdín”) entre sus egresados más destacados, y la lista se volvería interminable. “Bromeamos llamando a los alumnos como la Mafia de CalArts”, recordó Gary.
El director interactuó con otros artistas durante su estadía en la universidad, y allí fue donde conoció a quien sería su compañero infalible en Disney: Kirk Wise. Ambos dieron sus primeros pasos juntos en la profesión, y se convirtieron en un dúo de directores consagrados al compartir el trabajo en “La Bella y la Bestia”, “El jorobado de Notre Dame” y “Atlantis: El imperio perdido”.
- ¿Cómo es tu relación con Kirk Wise actualmente?
- Él y yo "rompimos" profesionalmente, pero extrañamente se sintió como si nos hubiéramos divorciado. Quedamos en buenos términos, y él se mudaba un montón. La primera vez que nos volvimos a encontrar fue 6 o 7 años después, y fue como si el tiempo no hubiera pasado. Era genial trabajar con él y con Don Hann como nuestro productor. Volvería a trabajar con él, aunque dependería del proyecto.
- ¿Cómo comenzaste a trabajar en Disney?
- En CalArts tenían proyecciones de las películas de los estudiantes a fin de año para los ejecutivos de Disney, y generalmente media docena de estudiantes más o menos eran contratados y tal vez un par más premiados con pasantías. Lo llamaban “el show de Disney”. Cuando estaba en mi primer año anunciaron que estaban completos de personal y no tenían intención de contratar a nadie. Salí con algunos amigos y solicitamos trabajo en otro pequeño estudio que estaba comenzando. Estuvimos ahí por un año hasta que fue a la quiebra. Después de eso solicité sin éxito a cada estudio en la ciudad, y finalmente acepté un trabajo como ilustrador comercial para una cadena de bares y restaurantes. Luego de nueve meses recibí una llamada del productor Don Hahn de Disney. Antes me habían dado la respuesta estándar: “No tenemos ningún trabajo ahora, pero cuando lo tengamos te llamaremos”. Casi siempre es una forma amable de decir “no”, pero realmente llamaron de nuevo. La película “El Caldero Mágico” estaba retrasado y tenían mucho trabajo de efectos por hacer, así que estaban llamando a todos. Entré como un asistente de efectos especiales.
En la gran casa del ratón
El camino era cuesta arriba y no había nada asegurado para un joven y todavía inexperto Gary Trousdale, quien además dedicaba su tiempo libre a realizar dibujos humorísticos con comentarios políticos y corporativos para el sector de anuncios en los estudios. “En esa época John Lasseter y Joe Ranft anunciaron que iban a dejar Disney para mudarse al norte de Bay Area y comenzar Pixar. La compañía entró en pánico con la idea de perder a Joe, uno de sus mejores artistas de storyboard”, confesó. Entonces Ranft, quien había visto sus bromas y se había sorprendido con su talento, decidió recomendar a Gary para que ascendiera al área de las historias.
Sus primeros trabajos en este sector fueron para “Oliver y su Pandilla” y “La Sirenita”, pero cuando “Bernardo y Bianca en Cangurolandia” estaba en proceso Gary fue expulsado junto a su amigo Kirk. Sus jefes habían descubierto a los autores de los polémicos dibujos y habían determinado que tenían “malas actitudes”, por lo que fueron enviados al Departamento de Desarrollo. "En esa época esta área estaba conformada por artistas que no tenían asignaciones o producciones particulares, pero que Disney no quería despedir. Nos sentamos a dibujar lo que nos decían, basado en ideas que el estudio tenía que pensaban que podría ser una buena película o corto”, explicó.
Mientras tanto Don Hahn llevaba adelante el proceso de pre-producción para “La Bella y la Bestia” en Londres, la cual sería dirigida por los ingleses Richard y Jill Purdham. Pero Gary se había negado a la posibilidad de encargarse de los storyboards para este filme ya que no quería mudarse a Inglaterra durante tanto tiempo.
Inesperadamente, una nueva oportunidad se presentó ante al animador y a su amigo Kirk: reescribir y rediseñar una animación de 4 minutos para una atracción de Disney World en Florida llamada "Cranium Commando". Luego de otra pérdida para los estudios, debido a la renuncia del director para este video, ambos fueron elegidos para dirigirlo y ofrecer el producto final en tan solo 90 días. Una semana después de finalizar el proyecto y volver a Desarrollo, fueron convocados en la oficina de su jefe para una de las mejores noticias de sus vidas: Los Purdham habían sido despedidos y “La Bella y la Bestia” no tenía director.
- ¿Cómo describirías la realización de La Bella y la Bestia? ¿Fue como lo habías imaginado?
- No sé cómo imaginaba que sería, además de loco y frenético. La producción en Londres había llevado un año del calendario y la fecha final de lanzamiento no había cambiado, así que sabíamos que sería una locura. Pero nadie tenía idea de que se convertiría en lo que fue. Solo estábamos tratando de terminarlo a tiempo y hacer una película que pudiera estar con los clásicos más antiguos sin avergonzarnos a nosotros mismos. Como dicen en las viejas películas de cowboy de Hollywood, “caramba, señora, ¡solo estábamos haciendo nuestro trabajo!”. La primera opción del estudio para dirigir fue Rob Minkoff. Y él no iba a hacerlo a menos que la administración de Disney le diera un control creativo absoluto. El estudio se negó, e imagino que se rieron y preguntaron “¿No recuerdas para quién trabajas? Nadie obtiene el control creativo absoluto”. Su segunda opción fue Derryl Rooney, quien no estaba interesado porque quería dedicarse al live action. Kirk y yo éramos la tercera opción, y creo que solo nos consideraron porque no arruinamos Cranium Command y porque no tenían a nadie más.
- ¿Tuvieron más control sobre lo que querían hacer en "El jorobado de Notre Dame” y “Atlantis: el imperio perdido”?
- Quizás no el control creativo, porque Disney nunca renuncia a eso, pero para el Jorobado al menos fuimos la primera opción para directores. Y para cuando llegamos a Atlantis, Don pensaba que era tiempo de que le dijéramos al estudio lo que nosotros queríamos hacer en vez de esperar a que el estudio nos dijera lo que quería hacer. Nos dejaron proceder con Atlantis pero pelearon contra nosotros todo el camino. Atlantis fue lo suficientemente exitoso para el estudio como para hacer una secuela en video, que nunca vi. Pero no fue lo suficientemente exitosa como para reconstruir el paseo en submarino que había en los parques de Disney para reflejar el viaje. En realidad el Jorobado y Atlantis no fueron exitosas al principio, pero ganaron fuerza en años posteriores.
Por otro lado, en el auge de las versiones live action de pelìculas animadas de Disney, el director realizó algunas confesiones sobre sus creaciones. Si bien “Atlantis sería una muy buena película live action”, un amigo suyo le comentó la ausencia de un proyecto para realizar la remake. Sin embargo, confirmó que Disney está trabajando en la versión de acción real para “El Jorobado de Notre Dame”, aunque no cree que le pidan consejos al respecto. "Hicieron la remake completa de la Bella y la Bestia, y no hablaron con Kirk o conmigo ni una vez”, recordó.
El fin de una etapa y el comienzo de nuevos desafíos
En 2003 el viaje de Gary a través de los estudios del ratón llegó a su fin. Disney “estaba teniendo muchos recortes salariales y despidos”, y la película en la que el animador trabajaba estaba atravesando serios problemas ya que querían realizar cambios importantes en la idea original. Pero lo peor llegó cuando Michael Eisner, entonces director ejecutivo de la compañía, “decidió que nunca le había gustado el concepto”.
En este contexto el director sintió que “era hora de salir del apuro”. Sin embargo, en junio de ese mismo año comenzó a trabajar en el reconocido estudio de animación Dreamworks, donde colaboró con diversos proyectos hasta su despido en junio de 2019. “La razón oficial es que no tenían ninguna asignación para mi, pero escuché por una persona bien informada que soy muy viejo y caro, y prefieren usar a alguien joven e inexperto que solo les cueste un tercio o un cuarto del salario”, confesó con sinceridad.
Si hay algo que Disney y otros estudios de animación supieron hacer en todos estos años fue ganarse un lugar en los corazones de millones de espectadores con grandes historias, desarrolladas con la calidad visual que merecen y equipos conformados por cientos de nombres que solemos ignorar en los créditos. Pero detrás de cada hora y media de sueños y magia en la pantalla, hay personas esforzándose por lograr un final feliz. Actualmente Gary atraviesa una nueva búsqueda de estudios para seguir creando historias, y Warner Bros se encuentra en el primer lugar de su preciada lista. El futuro es incierto y el cineasta aguarda la llegada de una propuesta que lo cambie todo, al igual que lo hizo aquella visita de CalArts a su escuela o aquella llamada que no esperaba recibir.
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