La historia del primer monumento a Maradona en vida que fue ideado por marplatenses

Catorce años atrás, un grupo de cuatro fanáticos marplatenses le dieron uno de los homenajes más sentidos al "10". 0223 recordó con Julián Chavero y Gastón Amato cómo se gestó el primer monumento a Diego. 

Mirada de asombro al descubrir su figura. Maradona en el Museo de La Bombonera, junto a los marplatenses que idearon este proyecto.

5 de Diciembre de 2020 07:59

Diego Armando Maradona fue un mito viviente que fue constantemente homenajeado en vida y lo sigue siendo en estos tristes días posteriores a su dolorosa partida. Fue fuente de inspiración de numerosas canciones, recibió reconocimientos y aplausos en cada rincón del mundo que visitó. Desde admiradores más humildes y terrenales con una simple pancarta, a los personajes más poderosos con sus millones. Pero catorce años atrás, de la mano de un grupo de marplatenses. recibió uno de los homenajes que más lo conmovió: su primer monumento, que fue financiado íntegramente por el aporte de sus fanáticos. 0223 dialogó con Julián Chavero, ideólogo del proyecto, y Gastón Amato, partícipe importante de aquel reconocimiento que Diego descubrió en persona en un emotivo acto realizado en el "Museo de la Pasión Boquense" de la mítica Bombonera. 

"Es el homenaje más lindo que me hicieron en la vida. Es el primer monumento y el que más valor tiene para mí. El primero, es el mejor".

Es la tarde del domingo 26 de noviembre de 2006, y Boca Juniors goleará a Colón de Santa Fe por 4 a 1 con goles de Neri Cardozo, Guillermo Marino y Rodrigo Palacio en dos oportunidades, por la 17° fecha de un Torneo Apertura que lideraba cómodamente con Ricardo La Volpe, y luego increíblemente perdió en manos de Estudiantes. Diego Armando Maradona presenciará el partido desde su palco, como otras tardes. Pero antes, pasadas las 16:50, ingresa al museo boquense con gorra cubana y camiseta "Xeneize" ante la mirada de 214 periodistas acreditados de todo el mundo. Allí, quitará el manto de raso que cubre a una figura de fibrocemento patinado simil bronce, que pesa 300 kilos y mide 2.95 metros de altura, creación de la escultora marplatense Elizabeth Eichhorn.

Al lado del "10", Chavero, Amato, Leandro Quintanilla y Lionel Díaz -integrantes entonces de la filial marplatense de la "Iglesia Maradoniana"-, felices y nerviosos, no lo pueden creer. Diego abre los ojos bien grandes. "¡Nooo..."!, exclama, sorprendido y emocionado. Allí Maradona observa a su espejo de 1986, capitán campeón del mundo con Argentina, con la mirada seria y concentrada, mano en el corazón, pelota al pie. Su figura ya luce para los hinchas, fanáticos y turistas que quieran visitarlo. Luego de las fotos de rigor, ante la prensa dejará asentados sus sentimientos y agradecimientos. 

Un sueño, una idea, un año intenso 

Julián Chavero y Gastón Amato se conocieron en enero de 2004, cuando el Museo Itinerante con objetos personales de Diego Maradona se exhibió en el Hotel Provincial. El primero, coleccionador de todo lo vinculado al astro futbolístico, anhelaba realizarle un homenaje en vida. "El 15 de diciembre de 2005 me decidí a concretar lo que había soñado más de un año atrás, de poder regalarle a Diego un monumento en vida. Se venían los 20 años del título mundial en México. Inmediatamente junté a los chicos con lo que compartimos el amor eterno hacia el 10, Lionel Diaz, Gastón Amato y Leandro Quintanilla, les conté mi idea y la respuesta inmediata, sin dudar, fue ´¿Qué tenemos que hacer?´, recordó Chavero. "En ese momento yo tenía 20 años y lo veía como una locura, algo difícil de lograr. Encima, Diego se estaba por hacer el by pass gástrico y no parecía un buen momento en su vida. Pero empezamos a laburar cómo hacerlo", agregó Amato. 

El paso inicial era conseguir a quien pudiera hacer la obra y solicitar un presupuesto. Casualmente, a 40 metros de la casa de Chavero, sobre la calle Francia se encontraba el taller de Elizabeth Eichorn, viuda y aprendiz del reconocido Hidelberg Ferrino, creador entre tantas obras en 1974 del monumento a Cervantes, el "Quijote", ubicado en Plaza España. Tras dialogar con la artista -que se entusiasmó con el proyecto- y conocer el costo del homenaje, comenzó la gran cruzada para financiarlo. "Decidimos crear un sitio web para comenzar a difundir la idea del homenaje. Teníamos que ver cómo juntar el dinero para financiar la obra", contó Chavero, que en 2005 fue invitado al primer programa de "La noche del 10" por un cartel suyo que rezaba "Gracias DIOS por ser argentino" y que había mostrado en el partido homenaje a Diego en La Bombonera, en 2001. 

Para marcar el espíritu amateur del homenaje, se decidió de entrada no aceptar la colaboración comercial de sponsors ni ayudas extras. Propuestas no faltaron de empresas y marcas que sponsoreaban a "Pelusa". Sin embargo, el "no" de Chavero y compañía fue rotundo. Y se optó por que el financiamiento sea exclusivamente mediante la colaboración directa de los fanáticos de Diego en todo el mundo, que visitando la web, podrían adquirir un bono de 50 pesos. ¿El "señuelo"? Obtener un diploma certificado de colaboración y ver tu nombre para siempre debajo del primer monumento homenaje al mejor jugador de todos los tiempos. Se lanzaron a la venta 180 bonos, y fue un éxito.

Como dato de "color económico", en la inexperiencia, lo recaudado sirvió para el monumento en sí. Pero Chavero y amigos no tuvieron en cuenta otros gastos: la tela de raso que lo cubriría, el cuidadoso traslado de Mar del Plata a Buenos Aires, la placa que recibiría Diego, la base de madera, entre otros. Un familiar y colaboradores cercanos hicieron un préstamo de dinero que luego fue devuelto.

Previo a lanzar la venta de bonos, los entonces veinteañeros marplatenses quisieron tener el visto bueno de Maradona y su familia para iniciar el homenaje. Julián Chavero y Leandro Quintanilla viajaron a Capital Federal, se acercaron a la casa de "Doña Tota" y "Don Diego" en Villa Devoto y le entregaron una carpeta a una de las hermanas Maradona, que le entregaron el escrito a Claudia Villafañe. "Ella nos llamó y dio el visto bueno, con el pedido de no obtener ningún rédito económico, tal como habíamos aclarado", contaron los chicos a 0223

"En ese entonces no existían las redes sociales como hoy. Recuerdo que hacíamos gacetillas de prensa, las enviábamos a la radio o a los diarios. Viajamos a Buenos Aires y le dimos una a Pergolini en la puerta de la radio, la leyó en su programa de Rock & Pop y tuvo mucha repercusión. Nos movimos consiguiendo teléfonos y mails por todos lados", acotó Gastón Amato respecto a la tarea de difusión realizada. 

Fanáticos de las provincias argentinas y países como Chile, Perú, España, Bolivia, Colombia, México, Italia, Inglaterra, Estados Unidos y Malasia hicieron su aporte solidario para este gran monumento a Diego. El proyecto, desde la idea a la inauguración, llevó 11 meses y 11 días. "Hemos puesto mucho empeño y fuerza, nuestras familias se han portado de maravilla y han entendido que fue un acto de amor puro, que todos esos meses, días y horas, han sido utilizadas para una buena causa", señaló Chavero. 

Otra cuestión importante a definir era dónde se emplazaría el monumento. "Le consultamos a Claudia nuevamente para que Diego decidiera qué lugar querría él. Y sin dudar, dijo que este homenaje de la gente esté en La Bombonera", recordó Julián. Allí surgió un nuevo inconveniente, ya que los marplatenses tuvieron que hablar con los concesionarios del Museo de la Pasión Boquense: se firmó un contrato y se determinó que la pieza se colocara en un pasillo de acceso público antes del ingreso al museo, para que la entrada sea gratis. Hoy en día, la figura de Maradona hecha por marplatenses descansa en el hall de entrada de La Bombonera, sobre Brandsen 805, entre otros monumentos como los de Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Rattín, Suñé, algunos de ellos también realizados por Eichorn. 

La inauguración postergada y una invitación inesperada

Todo estaba dado para que la inauguración del monumento se realizara en La Bombonera el domingo 29 de octubre de 2006, a horas del cumpleaños 46 de Maradona. "Nosotros íbamos a celebrar la Navidad Maradoniana en un salón que ya habíamos reservado en Colón y la costa, con invitaciones a los hinchas y todo. Pero cuatro días antes, nos llamó Claudia (Villafañe) para contarnos que Diego regresaba de jugar al Showbol en Perú para festejar su cumpleaños en Argentina, ir a La Bombonera e inaugurar el monumento", recordó Gastón Amato. Entonces, comenzó una extenuante logística para trasladar la figura a Capital Federal: un taxista, Carlos Arana, consiguió la base de madera realizada en tiempo récord. Sergio Di Napoli, remolcador portuario, fue el "salvador" de un problema que surgió con el traslado del monumento: no se planificó el peso de la obra para poder sacarla del taller y cargarla en la camioneta. Este hombre, con un llamado, consiguió una grúa guinche fundamental para que puedan hacer el viaje a Buenos Aires. El tránsito en el barrio estuvo cortado dos horas. Chavero, Amato, Quintanilla y Díaz alquilaron una Traffic y bajo la lluvia emprendieron el viaje a Capital Federal con la emoción a cuestas. 

Pero Maradona nunca llegaría para el homenaje. Por las tormentas que azotaban a Buenos Aires, su vuelo desde Lima se postergó unas horas. "Nos llamó Claudia para avisarnos, disculparse y consultar si queríamos que lo inauguraran Dalma y Gianina. Le dijimos que no había apuro, que lo postergábamos", recordó Amato, que no imaginaría junto a sus amigos lo que la exesposa de Diego diría a continuación: "Bueno chicos, hoy festejamos el cumpleaños de Diego, obviamente están invitados". "Nosotros nos pellizcábamos y no lo podíamos creer. Justo habíamos organizado la Navidad en Pizza Banana. Fuimos a cumplir con los invitados, llegó el brindis y nos fuimos rajando al cumple de Diego, del cual nos perdimos algunas horas", recordó Amato. 

Díaz, Quintanilla, Amato y Chavero con Maradona en el festejo de su cumpleaños 46. 

En definitiva, el monumento fue inaugurado casi un mes después, el 26 de noviembre, en una jornada inolvidable para estos marplatenses. "A Diego se lo vio muy contento y emocionado. Agradeció a toda la gente que colaboró, a los organizadores. Tuvo su monumento en vida, como debía ser. Sentir el reconocimiento en vida es una caricia al alma, y eso lo vi reflejado en la cara de Diego cuando destapó el monumento", declaró Julián Chavero. "En la foto se observa su cara de asombro y alegría...otro día la miraba y se me caían las lágrimas. Qué lindo fue haberle dado una alegría", agregó Gastón Amato. “No lo puedo creer, es algo muy lindo que nació de estos chicos a los que estoy eternamente agradecido”, fue una de las palabras del astro. 

Esa tarde Diego les firmó camisetas, posó como uno más para las fotos, y ante la consulta de la prensa, que vaticinó que se vendrían más monumentos en el futuro, Maradona respondió a lo Maradona: "el primero es el mejor". 

El AD10S

La vida continuó, los marplatenses volvieron a ver a Diego algunas veces más tanto en Mar del Plata como en Buenos Aires, el "10" siempre con afecto hacia ellos. De golpe, la vida para el genio se terminó. "Me enteré de su muerte trabajando. Quedé en silencio con el teléfono en la mano, como en blanco y sentí que era de verdad, que esta vez era cierto", relató Julián Chavero sobre el miércoles fatídico. "Uno tal vez siempre pensaba que podía llegar su partida. Pero nunca pensé que me iba a poner tan triste. Las redes sociales, la tele, magnifica todo y uno es más vulnerable. Me quedo con todos los homenajes, palabras de excompañeros, nunca vi tantos periodistas hablando bien de Maradona. Todos dijeron lo mismo: Diego era muy cercano a los periodistas que le iban de frente, y ayudaba mucho a aquellos que necesitaban una nota. O el director deportivo de Sevilla, que jugó con él y dijo que nunca un compañero habló mal de él", reflexionó Gastón Amato. 

Dalma Maradona y su esposo en el palco de su padre en La Bombonera, el último fin de semana Arriba, a la izquierda, luce la plaqueta que los marplatenses le entregaron a Diego el día de la inauguración del monumento. Foto: Olé. 

"Me tranquilizó saber que estaba en Argentina, que se fue con el cariño del fútbol, homenajeado en cada cancha que visitó con Gimnasia. Nos dejó muchas cosas para que sigamos disfrutándolo. Será irrepetible y el tiempo se encargará de hacerlo cada vez grande. Que descanse en paz. Y gracias por llenarnos de felicidad a todos los que amamos al fútbol y a la Argentina", cerró Chavero. Amato, agregó: "Nunca lo juzgué por lo que hizo con su vida, sino con las nuestras. Nosotros que somos una generación posterior, vivimos la peor etapa de su vida futbolística y la peor de su vida personal, y aún así nos ha llegado en un montón de cosas."

Maradona hizo felices a millones que hoy lo lloran. Y un grupo de marplatenses, hicieron felices a Diego por un buen rato. Gastón Amato finalizó: "Me quedo con la satisfacción del deber cumplido. Mi sueño siempre fue poder hacer feliz un día a Maradona.Y creo que con el monumento, no sé cuánto feliz, pero la cara y la satisfacción de él al descubrirlo, me demuestran que algo logramos. Somos unos privilegiados".