Mala Junta puso en funcionamiento su “línea violeta”

Bajo el lema “Nos escuchamos”, la organización habilitó sus redes y números de teléfono en diferentes ciudades del país con el objetivo de reforzar el acompañamiento a mujeres en situación de violencia de género durante el aislamiento social obligatorio.

Una opción más para asistir a las víctimas de la violencia de género.

20 de Abril de 2020 13:27

Por Redacción 0223

PARA 0223

 

La actual emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus Covid-19 se suma al estado de emergencia nacional por violencia de género que las organizaciones feministas vienen denunciando hace tiempo.

Al 30 de marzo último, se registraron 86 femicidios en Argentina, de los cuales el 65% fueron cometidos por parejas o ex parejas de las víctimas. En General Pueyrredón dicha emergencia fue declarada en 2016 y prorrogada hasta el día de la fecha por el Concejo Deliberante.

Al respecto, Rocío Liébana, referenta de Mala Junta en la provincia de Buenos Aires e integrante de la Casa Violeta en Tandil, señaló: “Nos preocupan las mujeres y disidencias que ya venían atravesando situaciones de violencia simbólica y psicológicas en sus hogares. Que eran menospreciadas cotidianamente y que hoy están obligadas a vivir una convivencia sin respiro alguno y saber que esa situación de violencia hoy puede desencadenar en otras violencias”.

Reconociendo la dimensión que asumieron tanto las comunicaciones telefónicas (la línea 144 como el exponente más claro de eso) y las redes sociales, Mala Junta puso a disposición sus redes y números de teléfono en diferentes ciudades del país.

La “línea violeta”, que fue lanzada el pasado miércoles 1 de abril, según expresaron desde la colectiva feminista tiene un doble objetivo: tejer redes entre las organizaciones sociales, políticas, sindicales, universidades, grupo de profesionales autónomos y el Estado, y construir puentes entre quien está atravesando una situación de violencia de género y quienes acompañan.

Eli Vargas forma parte del dispositivo de acompañamiento “Trabajadoras comunitarias para la igualdad de género” en Luján y es referenta de Mala Junta en la provincia de Buenos Aires.

Al respecto de la problemática, la activista consideró: “En este contexto de cuarentena obligatoria, las violencias y desigualdades de género se recrudecen, como también se dificulta las posibilidades de acceder a vínculos que rompan el aislamiento como a las instituciones que deberían acompañar a la persona en situación de violencia de género. La denominada ruta crítica”.

Por último, Vargas agregó: “La Línea se centra en una escucha sorora de la situación, un asesoramiento básico sobre los servicios disponibles y algo muy importante, el acompañamiento en la ruta crítica, la mejor manera que encontramos de nombrar todo ese camino desde lo privado a lo público que muchas veces se torna imposible de transitar”.