Murió Daniel "Toro" Abelén, un digno maestro del fútbol marplatense

A los 67 años, el exfutbolista y entrenador falleció en la primera hora de este martes, tras una larga enfermedad por la que luchó en los últimos años.

Abelén y Diego Armando Maradona, tras haber sufrido la magia del "10" en el 6-1 de Argentinos ante San Lorenzo de Mar del Plata, en 1980.

23 de Febrero de 2021 09:53

El fútbol de Mar del Plata despide por estas horas a uno de sus tipos más valiosos, valientes y queridos: Daniel "Toro" Abelén, quien falleció a los 67 años en la medianoche, luego de pelearle dignamente a un cáncer durante los últimos años. 

Nacido en la localidad bonaerense de Berisso, pero radicado en Mar del Plata desde 1974, fue un laborioso, inteligente y técnico mediocampista zurdo que pasó por ocho clubes de la ciudad -entre 1980 y 1982 fue protagonista con San Lorenzo en los Torneos Nacionales, "víctima" del mejor Maradona-, y luego se abocó a la dirección técnica con desenfrenada pasión y vocación docente, enseñanzas que extendió durante más de 20 años al frente de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA), escuela 192 -sede Mar del Plata- y también Balcarce, hasta que llegó la pandemia.

Hijo de "Coca" y José Manuel, un obrero de YPF, desde niño el fútbol fue su pasión. Comenzó su carrera en Gimnasia La Plata pero fue en Estudiantes donde se formó. En el "Pincha" llegó incluso a primera: “Debuté en Colonia, Uruguay, en un partido amistoso. Pero discutí con Carlos Bilardo, que lo había traído a Carlos Pachamé de Boca y los dirigentes me mandaron a Los Andes, pero yo elijo Kimberley, un grande del interior. Conocí a Mar del Plata y me enamoré de la ciudad. Llegué en 1974, arreglé por muy buena plata, me comí seis meses de suplente hasta que finalmente me acoplé a un gran equipo”, contó años atrás.

En 1975, por la enfermedad de su padre, fichó en Villa San Carlos, en la primera "C", donde fue una de las figuras de su equipo. Retornó a Mar del Plata para jugar en Talleres, y en 1977, jugó 2 encuentros para Círculo Deportivo de Otamendi en el viejo Torneo Nacional. Luego, pasó por la fusión Aldosivi/Defensores del Puerto (1978) y General Mitre (1979).

Pero su momento más destacado fue sin dudas en San Lorenzo de esta ciudad, en 1980 y 1982 (en 1981 jugó para Estudiantes de Olavarría), con 26 partidos y 4 goles, uno de ellos el último del club "rojinegro" en la historia de estos certámenes, el 16 de mayo de 1982, en la derrota 2-1 ante Argentinos en La Paternal. Justamente ante este equipo porteño, enfrentó -y sufrió- al mejor Diego Armando Maradona. 

El 14 de septiembre de 1980, San Lorenzo visitó a Argentinos y sufrió una goleada 6 a 0, donde el "10" marcó tres goles. el tercero, fue su gol N° 100 en el fútbol profesional. "Toro" Abelén guardó en el corazón una foto con el astro después del partido. Y ante este periodista, recordó aquella tarde: "Había sido un primer tiempo excepcional de San Lorenzo. Luego vino el cansancio y el cambio que modificó todo: se acalambró Jorge Fernández, un grande de la época y lo reemplazó Manuel Sanz, un refuerzo que venía de San Lorenzo de Almagro”. Y agregó: “Dejamos de marcar zona mixta y escalonada para marcar en zona. Ahí vino la debacle: ¡se soltó el ´monstruo´! y nos hizo tres goles en 5 minutos". El 29 de octubre, la revancha también fue para el "Bicho" de La Paternal en el estadio Mundialista, con otro gol de Diego y Daniel Abelén de titular (derrota 2-1).

Abelén y el saludo final a Maradona. 

Tres meses después, el 23 de diciembre de 1980, "Toro" volvería a enfrentar a Maradona cuando la Selección argentina de Menotti se preparaba en Mar del Plata para el "Mundialito" de Uruguay. Argentina se impuso 4-1 con dos tantos de Diego, uno de Bertoni y el restante de Ramón Díaz.

Maradona marca de cabeza. Abelén, de frente y detrás, observa adelante de Daniel Passarella. 

Tras jugar en San Lorenzo, Abelén pasó por Huracán de Parque Patricios (jugó 4 partidos), Sarmiento de JunínQuilmes de Tres Arroyos. En Mar del Plata, retornó para hacerlo en Peñarol (1984 y 1986), Aldosivi (1985), Boca (1988), Independiente (1989, donde logró el ascenso de Primera "B") y se retiró a los 37 años en River, en 1990. 

 

Abelén y Ricardo "Bocha" Bochini. 

Luego, emprendió con pasión el camino de la dirección técnica, donde con un carisma de barrio entremezclado con conocimientos, experiencias y perfeccionamientos fue transformándose en un gran entrenador y formador. En 2005 dirigió a Kimberley en el Torneo del Interior, con una gran campaña en un plantel que tuvo a los marplatenses Joel Carli, Nahuel Roselli y Miguel Alba, luego futbolistas que llegaron a primera división, y el defensor Martín Mantovani, que llegó al profesionalismo en España. Ese año, rechazó un ofrecimiento de Aldosivi para las inferiores, cuando estaba la familia Valastro al frente del club. Luego, estuvo varios años en Boca de esta ciudad, donde fue adorado por todos los pibes que dirigió y coordinó.

Nota de Revista El Gráfico. Abelén, con la "8", desairado por el "10". 

Amigos Unidos de Balcarce, en 2017, fue su último club, como entrenador, a la par de haber sido durante muchos años y hasta el final Supervisor general de la sede Mar del Plata de la escuela de ATFA (Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino). En las aulas de las sedes primero de Kimberley, el colegio Divino Rostro y luego de Atlético Mar del Plata, regó de conocimiento con notable vocación docente, con el fútbol-juego como bandera, donde la pelota y la técnica son protagonistas del desarrollo de un equipo. Por la escuela que dirigió pasaron exfutbolistas reconocidos y que hoy se volcaron a la dirección técnica como Sebastián Pena, Mariano Herrón, Matías Lequi, Gustavo Noto, entre tantísimos otros que hoy lo recuerdan con afecto.

En Aldosivi, con su ahijado "Pitu" Farías, hoy reconocido músico marplatense.

En cada persona que conoció, Daniel Abelén dejó una huella indeleble. En su hermana Miriam. En sus hijas Romina, Daiana y Samira. En su nieto Valentín. En su ahijado, el músico marplatense "Pitu" Farías. En cada pibe futbolista dirigido o alumno, fue padre, amigo, psicólogo. Siempre con una palabra motivadora para alentar a cada ser humano a seguir su pasión con fortaleza, conocimiento, rectitud. "Toro" Abelén fue solidario, empático, un soñador. Y en su nobleza, en su decir las cosas sin pelos en la lengua en pos de un mejor fútbol, hubo puertas que se le cerraron en Mar del Plata por confrontar con algunos dirigentes.

Admirador de Bielsa y el "Flaco" Menotti, aceptando la capacitación del entrenador de fútbol como herramienta válida, pero sin que esa injerencia sobre el jugador le quite al protagonista su esencia y virtudes naturales, su capacidad de resolución innata. 

En 2017, la peña Blanquinegra "Ángel Zamboni" del Club Atlético Mar del Plata lo homenajeó con un reconocimiento.

“Cuando tenía cinco años de edad me senté en la cama de mi abuelo para ver cómo se moría de cáncer, y después se murieron muchos parientes. ¿Cómo no voy a ser fuerte?, si mi enfermedad es parte mi vida. Por eso no me angustio, por eso no siento tristeza. Quizás será que lo he vivido todo… Si en el camino sos fuerte de la cabeza… tal vez le doblas el brazo a la suerte”, le dijo meses atrás el "Toro" al periodista Mario Gianotti en un hermoso artículo en el sitio Loquepasa.net. Desde hacía 5 años, peleaba como un guerrero a un cáncer de próstata con metástasis en los huesos. Entre sesiones de quimio, dolores, morfina, siguió enseñando con su carpetita y portablock bajo el brazo. Con un optimismo que contagiaba a más de uno. 

Se fue el "Toro" Abelén. Para conocer su legado, alcanza con leer los mensajes de tristeza que inundan las redes sociales. Sus amigos y familiares lo despedirán entre las 14 y las 17 en cochería Tomasini (Independencia, entre Brown y Falucho). Que la pelota siga rodando, maestro.