Una bailarina vive amenazada por su expareja: “No voy a parar hasta verte en silla de ruedas”

Patricia Rivas (46) contó este jueves que su expareja la amenaza desde hace un año y, entre otras cosas, le prendió fuego la casa en dos oportunidades. "Necesitamos que la justicia llegue antes de que suceda lo peor”, reclamaron desde el Movimiento de Mujeres.

Patricia contó la pesadilla que vive desde que se separó y pidió la urgente intervención de la justicia. Fotos: 0223

25 de Febrero de 2021 12:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

A partir del momento en el que decidió ponerle un punto final a la relación, Patricia Rivas (46), vive amenazada y perseguida por su expareja, quien, incluso, el 14 de febrero pasado le incendió su casa, en Punta Mogotes. Desde febrero del 2020, cuando le otorgaron la primera restricción perimetral, la mujer radicó más de diez denuncias por violencia de género, en las que aportó, entre otras cosas, los mensajes de texto que el sujeto le enviaba. “Pero para la policía, nunca nada es suficiente”, dijo este jueves Patricia que, acompañada por integrantes del Movimiento de Mujeres y Diversidad de Mar del Plata, habló ante los medios de comunicación para contar la pesadilla en la que vive pero, sobre todo, pedir la actuación de la justicia. 

El pedido de ayuda de Patricia, que es bailarina, es desesperado y hay fundamentos para que así sea: en lo que va del año, en todo el país 54 mujeres fueron víctimas de femicidios y, al menos dos de ellas ya habían denunciado en reiteradas oportunidades a los agresores, como es el caso de Úrsula Bahillo y Guadalupe Curuel. Por eso, la mujer se paró esta mañana frente al palacio municipal y decidió exponerse para resguardar su vida. 

“No sé qué más presentar a la justicia. Llevé muchas cosas pero esta persona no para”, resumió Rivas, mamá de una nena de diez años a la que decidió sacar de la ciudad para evitar que el agresor le haga algo. Es que está convencida de que su expareja no tiene límites y, si nadie hace algo antes, podría cumplir con la amenaza que suele hacerle a través de mensajes de texto: “Me las vas a pagar, no voy a parar hasta verte en sillas de ruedas”. 

El incendio que provocó severos daños en su vivienda fue el último de varios episodios: antes le había tirado combustible en el tanque de agua, otra vez le robó ropa interior y se la envió toda rota y hasta le disparó con un aire comprimido mientras caminaba por la calle con una amiga y su hijo. “Tuve que poner cámaras en mi domicilio pero él siempre busca un punto ciego para poder entrar. De hecho, entró, cortó los cables de la luz de la parte trasera de la casa y después tuvo vía libre para hacer todo lo que hizo”, contó. Para Rivas, el sujeto actúa en compañía de otras personas porque sino no se explica de qué manera le sigue los pasos a donde vaya, a cualquier hora del día. 

La mujer también advirtió que el agresor tiene antecedentes por violencia con otras mujeres y una de ellas, inclusive, abandonó Mar del Plata para poder vivir tranquila. “No quiero llegar a eso, pero necesito que el fiscal vea que es una persona peligrosa y no sé hasta dónde va a llegar”, pidió, e hizo hincapié en que el hombre, que se dedica a manejar un camión, conoce del manejo de armas de fuego porque la caza es una de sus actividades predilectas. “No es un improvisado”, alertó por último.

Por su parte, Laura Hochberg, referente de la Multisectorial de la Mujer, se sumó al pedido de Rivas y reparó en que durante enero en Mar del Plata se registraron once intentos de femicidios, cifra que se mantienen en lo que va de febrero. 

“Queremos que se haga pública la situación para que no termine en un nuevo femicidio. Necesitamos que la justicia llegue antes de que suceda lo peor”, sostuvo y consideró que, hoy por hoy, las mujeres víctimas de violencia son “abandonadas” por el Estado y la justicia.