Selem Safar: "Con Facu (Campazzo) en Peñarol teníamos panza"

La incidencia de la Generación Dorada en los cambios de hábitos para el marplatense, y un repaso por sus momentos en la Selección argentina y su amistad con el hoy NBA. 

Selem Safar con la copa de tricampeón de la Liga Nacional en Peñarol, junto a sus amigos Marcos Mata y Facundo Campazzo.

26 de Junio de 2021 00:51

Selem Safar debutó en la Selección argentina en el Sudamericano de Chaco en 2012. Un año después, fue una de las piezas clave del equipo que disputó el Premundial de Caracas 2013, para clasificar al Mundial de Turquía: "fue mi momento más importante  con la Selección en cuanto a nivel. Yo jugué un torneo realmente muy por encima de mis expectativas, siendo tercer goleador del equipo, en todos los partidos con un nivel alto. Era mi primer torneo importante con la Selección, yo venía de jugar solo un Sudamericano y solo teníamos a Luis Scola. Facundo no era el de ahora, muchos jóvenes. Fue un torneo importantísimo donde le terminamos ganando el partido definitorio a Canadá, que tenía jugadores NBA. Fue un torneo en un nivel muy alto. Si tengo que elegir uno, es ese", indicó el escolta a 0223.

En 2015, en el Preolímpico jugado en México, quedó para el recuerdo una actuación individual fundamental en la semifinal ante el seleccionado local. El equipo argentino, con Scola y Nocioni, caía por 7 puntos y quedaba afuera de Río de Janeiro. Pero Safar clavó un triple más la conversión por la falta recibida y el equipo quedó a tres (51-54) para iniciar la remontada. Otra "bomba" suya fue asegurando el resultado y Argentina clasificó a Río. "Fue el torneo más importante por lo difícil que era la clasificación, el torneo y cómo se dio. Generalmente a todos nos gusta ese final de película, con cancha llena, 20 mil personas en contra, remontar un partido, meter un triple y falta en un momento clave para que el equipo vuelva, meter un par de triples después...fue increíble. Pero no fui tan regular en ese torneo. 

-Haber tenido a la Generación Dorada transmitiendo el legado, ¿qué te dejó?

-Fueron tipos estrictos, cercanos, competitivos...realmente me dejaron muchísimas enseñanzas. Cuando yo llegué a la Selección, y no me da vergüenza decirlo, yo no me cuidaba el físico como lo tenía que cuidar. De hecho, muchos no nos cuidábamos el físico. Facu y yo cuando llegamos a la Selección, estábamos en Mar del Plata, viajamos al primer torneo a Capital Federal, nos mirábamos al espejo y realmente nos daba un poco de vergüenza vernos, porque no nos cuidábamos como nos teníamos que cuidar. Fue Sudamericano 2012, veníamos del tri con Peñarol. 2013, Copa Stankovic. no nos cuidábamos. No había acá una conducta como en la actualidad de tanto cuidado. Ahora la mayoría se cuida porque el básquetbol cambió.

Festejo de Selección con "Chapu" Nocioni.

-¿Fue un click personal eso?

-En ese momento me di cuenta que si cambiaba mi físico, podía jugar a un nivel más importante y grande, no solamente conformarme con la Liga Nacional, y obviamente la ayuda vino de la Generación Dorada. Yo lo tuve a Luis (Scola) en Caracas 2013, me ayudó con el tema de la alimentación, a cambiar un montón de cosas que uno no sabía. Me dio un par de tips que copié, y sentí un cambio automático en casi una semana que me sentí mejor. Y eso quedó para toda mi vida. Siempre voy cambiando alguna que otra alimentación. Hace más de un año que hago ayunos intermitentes, pero en ese momento drástico fue dejar las harinas, el azúcar, los lácteos -que es lo que más me cuesta- y fue increíble el cambio que sentí, no solo en la alimentación, sino forma de entrenar, la energía administrada. 

-La anécdota famosa de Manu con Facu advirtiéndole la "pancita", ¿vos estabas?

-No estaba, pero la sé. Estoy seguro que fue así. Con Facu en Peñarol teníamos panza, no nos cuidábamos y no teníamos el físico de un deportista de alto rendimiento. Nos dimos cuenta a tiempo de cambiarlo, lo hemos implementado a lo largo de nuestras carreras. Hoy jugar a mis 34 años en este nivel físico, sin lesiones importantes, tiene que ver en haber cambiado mi alimentación a los 25. Sino, no estaría de la forma de hoy. Muchas cosas de esas se las tenemos que agradecer a la GD, nos cambiaron la cabeza a muchos.

Safar, ante 0223.

-¿Scola fue como el padre de todos?

-Sí, fue el que más estuvo. A mí me tocó compartir plantel con Pablo Prigioni en el Mundial de 2014, y me pareció excelente, pero compartí como con Chapu, un año nomás. Pero el que más estuvo fue Luis, de 2013 a 2016. Era el que más imponía, pero haciendo, no diciendo. Él te marcaba el camino haciendo. Entonces vos lo veías e ibas atrás repitiendo sin dudas. Un ejemplo a seguir.

-¿Qué entrenadores te marcaron fuertemente?

-De entrada, Leandro Ramella. Fue el entrenador al que le tengo que agradecer que mi carrera haya llegado a ser profesional. Él nunca priorizó el resultado cuando éramos jóvenes, por encima de mejorar mi nivel o aprender de chico. De hecho tenemos algunas finales perdidas de chicos. Por ejemplo, yo era muy alto, y él lo podría haber usado para que nosotros ganemos. Pero me tenía prácticamente prohibido jugar de espaldas al aro, en el poste bajo, o sacar ventajas con mi altura. Y yo después no crecí nunca más. Entonces eso me benefició muchísimo para mi carrera. Hoy en día hacen falta muchísimos entrenadores así, que prioricen la formación de los jugadores. Nunca tuve la suerte de tenerlo profesionalmente a Leandro, solamente en las inferiores, pero sé que es un gran entrenador y ojalá lo pueda tener. Es un gran amigo aparte, siempre seguimos en contacto. Y Sergio Hernández marcó mucho mi carrera. Es un entrenador que es muy claro para decir las cosas, tiene mucha facilidad para llegarle al jugador, sabe muchísimo de táctica y técnica, y creo que tiene todos los condimentos para ser un entrenador de elite. Un entrenador no es sólo táctica, sino muchas cosas y él las tiene. Tiene facilidad para lograr que el jugador mantenga un nivel alto, o si lo ve bajo, tratar de levantarlo. Vos lo escuchás y te hace creer que sos el mejor jugador del mundo. Esas cosas son muy importantes.

-Decís que te gustaría tenerlo a Ramella en algún momento nuevamente, ¿podría ser en Peñarol?

-Me encantaría volver a jugar a mi ciudad, me encantaría que me dirija Leandro. Con Peñarol la relación ha quedado siempre increíble, he hablado muchas veces con ´Tato´ (Rodríguez, manager y excompañero) antes de Colombia inclusive. Pero veo que está difícil el país y su economía, no sé cómo se jugará la próxima Liga. Me gustaría jugar en Mar del Plata viviendo en mi ciudad y no con burbuja en otro lugar, sin gente. Son muchas cosas que espero que cambien pronto. Pero en mi cabeza está siempre volver a jugar a la ciudad.  Aunque no imagino que suceda al menos este año. 

"No me imaginaba que Facu iba a llegar tan lejos"

El básquetbol argentino disfrutó de la llegada de dos jugadores a la NBA en la última temporada, Facundo Campazzo y Gabriel Deck, más el marplatense Luca Vildoza a último momento. Selem Safar habla de ellos tres con total admiración y respeto. Aunque con el cordobés con quien fue compañero en Peñarol y la Selección lo une una relación de amistad muy profunda: "con Facu hablo bastante seguido, no digo todos los días, pero continuamente. Me alegra muchísimo todo lo que le está pasando desde hace rato, no solamente ahora que está en la NBA, que para mí es algo que él quería. Pero su carrera hace años viene siendo excelente."

-Siempre lo habrás observado como un jugador diferente, ¿te imaginabas que llegaría tan lejos?

-Tenía dos opiniones. Lo conocía y sabía que era una persona que no tenía techo, que podía llegar a cualquier lugar. De hecho, cada vez que él daba un pasito en su carrera, yo decía ´bueno, para mí va a llegar hasta acá, pero es Facu, entonces puede ir más arriba porque no se sabe´. De conocerlo, sabía que siempre iba a dar más de lo esperado. Pero obviamente no lo imaginaba. Sabía que tenía una cabeza diferente, un nivel increíble para jugar al básquet, pero no me imaginaba que iba a ser por tres años el mejor jugador de Europa, que iba a llegar a la NBA, que le iba a costar tan poco adaptarse a la NBA...es como que te va sorprendiendo día a día. Lo más reciente es esto: pensábamos que le iba a costar adaptarse. No le costó nada adaptarse. Lo hace increíblemente, se ha ganado un respeto impresionante". 

-¿Cómo ves que logra hacer convivir en él al pibe ultratalentoso y competitivo, con el desfachatado que no olvida sus orígenes?

-Me parece que uno de los cambios más importantes que Facu ha hecho en su carrera y lo ha hecho crecer, es aprender a llevarlas juntas esas dos facetas, que convivan dentro de él mismo. Entonces, él tiene ese talento innato y no nato, porque sigue mejorando día a día, y esa desfachatez que tiene de chico y de su forma de ser, la ha sabido poner dentro de la cancha también pero para que le de buenos frutos. Generalmente cuando él era chico decíamos ´sí, tiene talento, pero es demasiado desfachatado´, se equivocaba mucho. Ha juntado las dos cosas y ha generado un equilibrio increíble. A veces ves jugadores y decís ´este juega como en el potrero´, o ´este tiene talento´. Facundo tiene las dos cosas. Es una mezcla increíble.

-¿Cómo lo viste a Gabriel Deck a la NBA?

- Un poco me sorprendió por la naturalidad con la que jugó y cómo se desempeñó. Ya sabía que lo podía hacer tranquilamente eso. Pero me sigue sorprendiendo la naturalidad con la que juega en situaciones que por ahí a otros les implicaría mucho nervio y estrés. En eso él es descontracturado. Y le fue muy bien. Yo pienso que va a seguir, le van a renovar el contrato. Compartí dos años con él en San Lorenzo y por talla y características, se quedará allí mucho tiempo. 

-¿Y qué te generó la noticia de Luca Vildoza a New York Knicks, un nuevo jugador de la ciudad en la mejor liga?

-Lo de Luca me parece increíble, que un jugador de la ciudad llegue a la NBA. Ya habíamos tenido la llegada de Pato, por poquitos meses. Creo que Luca llega para quedarse bastante tiempo en la NBA. Tiene un talento increíble, de hecho me parece que es el jugador más talentoso de esa generación. Y muchísimas condiciones para que realmente le vaya muy bien. Ojalá sea así, porque es una gran persona también y se lo merece. Muy feliz por los tres que tenemos en la NBA, y seguramente sean cuatro con la llegada de Leandro Bolmaro.