Afganistán: ¿Qué significa el retorno de los talibán al poder?

Fueron creados para combatir la ocupación soviética, implantaron un régimen de terror y vuelven al poder después de 20 años de ocupación militar extranjera.

Los talibanes ingresando al palacio de gobierno tras la toma de Kabul.

16 de Agosto de 2021 15:02

En menos de algunas semanas se cumplirán 20 años del atentado a la Torres Gemelas, el hecho que generó la invasión militar de Estados Unidos a Afganistán e Irak y dio inicio a la guerra contra el terrorismo de George W. Bush. Ni el más pesimista se imaginó que tras la salida de los talibán del poder a principios de los años 2000, dos décadas más tarde íbamos a estar hablando de su regreso. 

Pero antes de entrar en el detalle de esto que está ocurriendo en el país de Oriente Medio, lo primero que hay que preguntarse es, ¿quiénes son los talibán y por qué causan tanto terror?

Los talibán, o "estudiantes" en la lengua pastún, surgieron a comienzos de la década de 1990 en el norte de Pakistán tras la retirada de Afganistán de las tropas de la URSS. Según las estimaciones de la OTAN, los talibanes cuentan actualmente con unos 85.000 combatientes.

Los expertos consideran que los talibanes están financiados por Arabia Saudita y su objetivo es una régimen estricto de islamismo suní con la aplicación de la Sharia o ley islámica. Esto incluye ejecuciones públicas y prácticamente ningún derecho para las mujeres, que deben estar totalmente cubiertas con un velo y se les tiene prohibido trabajar.

Los talibán rechazan las elecciones y las estructuras democráticas, los empleados de los ejércitos y medios de comunicación occidentales son considerados traidores. 

En 1994, tomaron el control militar de la ciudad de Kandahar. Dos años después, en 1996, se apoderaron de la capital, Kabul, y formaron el Emirato Islámico de Afganistán que es lo que pretenden reconstruir ahora. Los talibán derrocaron entonces al presidente Burhanuddin Rabbani, uno de los padres fundadores de los muyahidines afganos que habían luchado contra la ocupación soviética.

Para 1998, controlaban casi el 90% de Afganistán y sólo Pakistán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos reconocieron al gobierno talibán de Afganistán.

Bajo su mandato, los asesinos y los adúlteros eran condenados a muerte, y las sentencias de muerte se ejecutaban a menudo inmediatamente y ante un público. A los culpables de robo se les amputaban las manos como castigo.

Los hombres tuvieron que dejarse la barba y las mujeres tuvieron que llevar el tradicional burka de cuerpo entero. Además, según la ONU, los talibán cometieron al menos 15 masacres contra la población civil entre 1995 y 2001; las atrocidades se cometieron a menudo junto con combatientes de la islamista Al Qaeda y alojaron a Osama Bin Laden en medio de la ofensiva estadounidense luego del 11 de septiembre de 2001. También, la televisión, la música y el cine estaban prohibidos. Las niñas sólo podían ir a la escuela hasta los 10 años.

20 años de ocupación 

El gobierno anterior de Donald Trump propuso el retorno de las tropas en Afganistán por considerarlo un gasto innecesario y un fracaso de las gestiones anteriores que decidieron mantenerla. Joe Biden mantuvo esa idea con la certeza que el ejército afgano y el gobierno podrían poner resistencia talibán. La Casa Blanca manejaba un plazo de 6 meses pero las tropas fundamentalistas solo tardaron 6 días. 

Esto implica un estrepitoso fracaso de la política exterior de Estados Unidos que no pudo construir instituciones públicas y un sistema democrático inspirado en la democracia occidental liberal como garantía de estabilidad, alternancia y defensa de los derechos humanos.

Ahora Afganistán está más cerca de un Estado fallido sin reconocimiento internacional y foco de conflictos que tendrá a Estados Unidos de un lado y a China del otro con un su ruta de la seda y su interés particular, compartido con Rusia, para que Oriente Medio y Asia Central no se convierte en polo de inestabilidad. 

Las primeras declaraciones de los voceros islámicos tras el desembarco en Kabul fue prometer que no habrá persecuciones y que anunciaron que las mujeres podrán recibir educación. Sin embargo, la ola de personas escapando de las garras de los talibán parecen indicar que se viene lo peor. Habrá que ver qué soluciones piensa la comunidad internacional para evitar otro capítulo de terror.