Murió Osvaldo Echevarría, el gran maestro del básquet marplatense y descubridor de Campazzo

1 de Octubre de 2022 09:41

Por Redacción 0223

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Como una mueca del destino, mientras terminaba el gran partido de las Leyendas de Peñarol y Quilmes y estaba a punto de volver a jugarse el gran clásico entre los equipos de primera luego de 40 meses, llegó la noticia al Polideportivo Islas Malvinas del fallecimiento de Osvaldo "El Negro" Echevarría, el gran maestro formador del básquetbol marplatense. Sus restos serán velados este sábado de 13 a 21 en Funeraria Roldán. 

El descubridor y formador de Facundo Campazzo y tantos otros, que hizo escuela primero en Kimberley y hasta el final durante dos décadas en Peñarol, murió anoche luego de tres años de pelear contra un cáncer. El repentino -y respetuoso de ambas parcialidades- minuto de silencio cortó por un instante la euforia de la vuelta del mejor partido del básquetbol de la ciudad, y los hinchas "Milrayitas", dirigentes, y jugadores, se sorprendieron ante tamaña pérdida del entrenador que hasta el invierno trabajó en el Campus organizado por él y el club marplatense.

Echevarría fue el típico docente apasionado y entregado al máximo a su profesión, en este caso entrenar y formar jugadores de básquetbol. Una referencia ineludible y un motor del gran presente de este deporte en la ciudad. En Kimberley, durante más de 25 años, dirigió equipos, fue campeón del Torneo Oficial local y formó a jugadores como Diego Cavaco, Selem Safar y Marcos Mata. A  su lado, se formaron dos de los grandes entrenadores de Mar del Plata: Guillermo "el Colo" Narvarte y su sobrino Leandro Ramella, ambos con experiencia en Liga Nacional y pasos a nivel internacional.

A Peñarol llegó a principios del siglo y fue una piedra basal del gran éxito deportivo que llegaría años después. En 2004, por pedido del recién llegado Domingo Robles y junto al "Ruso" Bonfiglio, dirigió interinamente al plantel de Liga Nacional y salvó al equipo del descenso. Luego, supo reclutar con gran ojo a jugadores que luego trascendieron. Facundo Campazzo es el caso más notorio, claro está. Casi como un hijo, lo tuvo viviendo dos meses en su casa porque en el hotel extrañaba. Lo vio en un torneo nacional Sub 19 que se jugó en Peñarol, cuando su equipo enfrentó a Unión Eléctrica de Córdoba. El "Milrayitas" ganaba por 20 puntos, y el entrenador mandó a la cancha a un "chiquitín de 15 años que la camiseta la servía de pantalón", recordó Echevarría. "Cuando voy a ver a un jugador lo primero que miro es qué hace sin la pelota, porque normalmente con la pelota juegan todas. Ese chiquitín me mostraba que no se escondía. Con 20 puntos abajo y un equipo cuatro años mayor que él, cualquier chiquitito se cohibe, pero este era el más caradura que había. Quería siempre la pelota él, cuando la recibía quería jugar él el uno contra uno para adentro, y llegaba", añadió sobre el base hoy estrella de la Selección argentina y en la NBA. 

Echevarría y su esposa posan con Campazzo en agosto, en la visita del exPeñarol a la ciudad.

"Al terminar el partido en un momento lo llamo y le digo ´mirá hijo me gustaría hacer una prueba con vos acá en Peñarol,  si te interesa". Y me dijo ´tiene que hablar con mi mamá´. Estaba entusiasmado desde el principio. Yo veía que le tiraba cosas durante la semana y era una máquina de absorver. Me di cuenta que era una cabeza distinta. De tantos años de reclutar, vos te das cuenta quién asimila antes, quién después, quién quiere más o dice ´hasta acá llego´. Tras tres días, lo busco y lo llevo a la Terminal. En el doble piso, iba arriba, y desde el micro me hacía señas con la mano como diciendo ´¿me vas llamar?, me vas a llamar?´. Estaba desesperado, y yo le decía ´tranquilo, yo me voy a comunicar´. Pero él dudaba que lo fuera allamar. Fui con mi señora ese día, se da vuelta y me dice  ´Qué chiquitín hermoso, ¿lo vas a llamar?´. Que no lo voy a llamar, ya lo estoy llamando. ¿Sabes lo que me interesa ese?´. 

Echevarría, en mayo de este año, postal del maestro. Foto: Matías Colachi.

Lo cierto es que Campazzo luego escribió y sigue escribiendo su historia, por mérito propio, pero sin ese ojo de Echevarría quién dice cómo hubiera sido la historia. El exReal Madrid, semanas atrás en su visita a Mar del Plata con la Selección argentina, visitó varias veces al "Negro", con quien chateaba siempre después de cada partido incluso de la NBA. 

Anoche, las lágrimas de Joaquín Valinotti, hoy pieza clave de Peñarol y reclutado en 2016 por Osvaldo Echevarría lo decían todo. Se fue un maestro, que dejó una huella indeleble, irreemplazable pero del cual el deporte de Mar del Plata debe sentirse orgulloso de haberlo tenido y disfrutado.