Carne aprobada por el Islam: así serán los asados de la Selección Argentina en Qatar

Cada día se van conociendo más y más restricciones que tiene Qatar con sus turistas, su alto teocentrismo hace que las leyes del país oriental sean totalmente estrictas con el respeto hacia la religión. Esta vez, la Selección Argentina tuvo que pedir un permiso especial al Centro Islámico para que puedan ser aprobados 3 mil kilos de carne que serán consumidos en la concentración durante el mundial.

Sin lugar a dudas que el asado es algo fundamental para cualquier argentino, incluso para los jugadores de la selección. Es por ello que debieron transportar desde Ezeiza hasta Doha 3 mil kilos de carne, pero antes, debió pasar por un proceso de inspección religiosa por parte de las autoridades islámicas argentinas para poder ser consumida en Qatar.

 La carne debe ser halal, es decir, permitida por el Corán. Es que para los musulmanes existen alimentos permitidos (halal) y prohibidos (haram).

Entre los primeros figuran las cabras, vacas y ovejas, ciervos, conejos y aves, siempre y cuando se hayan sacrificado siguiendo las reglas propias de la comunidad islámica: una muerte digna a manos de un matarife musulmán, o no afilar el cuchillo en presencia de los animales, por ejemplo.

Mientras que los alimentos haram o prohibidos se encuentra, por ejemplo, el alcohol, pero además el Corán especifica que "se os prohíbe comer la carne del animal que haya muerto de muerte natural, la sangre, la carne de cerdo y la de un animal que se sacrifique en nombre de otro que no sea Dios; no obstante, quien se vea obligado a hacerlo en contra de su voluntad y sin buscar en ello un acto de desobediencia, no incurrirá en falta". Es decir, se prohíbe la carroña, pero además está prohibido consumir carne de animales carnívoros o muertos por otro animal.

Otro de los alimentos que no podrá consumir el seleccionado en los asados son las morcillas, ya que están elaboradas con sangre.

La carne, antes de ser enviada a Doha, debió ser aprobada por el Centro Islámico, ubicado sobre Av. San Juan en la Ciudad de Buenos Aires. “Nosotros somos los ojos de los musulmanes en este país. Es una responsabilidad que Dios nos dio”, explicó Ahmand El Hefnawi, autoridad religiosa del Centro Islámico.

Uno de los requisitos en la faena es que el animal debe ser degollado con cuchillo y posteriormente desangrado, y no por otros medios. “La ciencia determinó que el rito islámico es más saludable para el consumo. El método del degüello y desangrado hace que bajen con la sangre del animal todas las impurezas. En el Corán todo tiene su razón de ser, cada obligación tiene su significado. Lo milagroso para nosotros es que 1440 años después, la ciencia lo haya comprobado”, agregó El Hefnawi.